M. Priede
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En España sabemos bien de ese espíritu masoquista y autodestructor que se instaló con los Borbones y se acrecentó en el XIX con nuestros políticos y liberales al servicio de intereses extranjeros. Desde entonces a cualquier sujeto que por cualquier circunstancia la vida no le va como le gustaría, culpa al país, a España, a la nación, a la supuesta maldad de los que se supone son sus compatriotas. EEUU lleva el mismo camino. Es muy cómodo: "no me va bien porque los blancos me odian" ¿Y por qué no te olvidas de los blancos y de que eres neցro y caminas por tu cuenta, ahora que ya no existe esclavismo? ¿No lo hacen los asiáticos y los hispanos recién llegados? Y como esa ideología es proveedora de cargos políticos y académicos de relevancia, los blancos se suman, puesto que viven de ello.
Pero el mal presente no arrancó con la población de color sino mucho antes, y ha tenido un efecto multiplicador con los ideólogos de la Escuela de Frankfurt financiados por la oligarquía. ¿Os suena de algo nuestro progresismo -no sólo en España sino en toda Europa- hoy afiliado como mozo de cuadra del Partido Demócrata de EEUU? La autodestrucción de la sociedad y de la nación política norteamericana no nace de manera espontánea, ni la nuestra tampoco.
Ahora resulta que toda la historia de los EEUU es un basurero, no hay nada aprovechable. ¿De verdad no se puede rectificar lo que se hizo mal sin necesidad de autodestruirse? Qué raro; hasta ayer mismo los chinos vivían en la miseria -y era así desde hacía 150 años- y resulta que en cuarenta años y sin ninguna revolución se han puesto a la cabeza del mundo. Una minoría de iluminados -Iluminati- no son capaces de aceptar que el globalismo y su intención de someter a todas las naciones del mundo se ha acabado, y por supuesto que las sociedades occidentales vivirían mucho mejor sin ellos. Sólo de pensarlo ya les sube la fiebre, por eso tratan de fragmentar las sociedades al máximo, empezando por la que se supone es la suya y que no tienen inconveniente en despreciar y destruir. De eso que les pasa sabemos en España desde hace dos siglos. Bueno, lo sabemos pocos, los que no dedicamos el tiempo a medrar en el organigrama de ninguna organización ni sistema cuyo único fin es alimentarse a sí mismo y justificar su existencia aunque sea traicionando todo lo que haya que traicionar, empezando por la propia conciencia.
Quieren llevarnos a lo que había antes de 1789, naturalmente disfrazado de tras*humanismo, fe en los científicos, en la técnica. Para esta gente hasta hace poco no éramos más que una variante del mono, ahora de la máquina; nuestra mente se reduce a algoritmos y por eso las máquinas son mucho mejores que nosotros. Tenemos a Harari hasta en la sopa no por casualidad.
Matthew Ehret:
matthewehret.substack.com
Pero el mal presente no arrancó con la población de color sino mucho antes, y ha tenido un efecto multiplicador con los ideólogos de la Escuela de Frankfurt financiados por la oligarquía. ¿Os suena de algo nuestro progresismo -no sólo en España sino en toda Europa- hoy afiliado como mozo de cuadra del Partido Demócrata de EEUU? La autodestrucción de la sociedad y de la nación política norteamericana no nace de manera espontánea, ni la nuestra tampoco.
Ahora resulta que toda la historia de los EEUU es un basurero, no hay nada aprovechable. ¿De verdad no se puede rectificar lo que se hizo mal sin necesidad de autodestruirse? Qué raro; hasta ayer mismo los chinos vivían en la miseria -y era así desde hacía 150 años- y resulta que en cuarenta años y sin ninguna revolución se han puesto a la cabeza del mundo. Una minoría de iluminados -Iluminati- no son capaces de aceptar que el globalismo y su intención de someter a todas las naciones del mundo se ha acabado, y por supuesto que las sociedades occidentales vivirían mucho mejor sin ellos. Sólo de pensarlo ya les sube la fiebre, por eso tratan de fragmentar las sociedades al máximo, empezando por la que se supone es la suya y que no tienen inconveniente en despreciar y destruir. De eso que les pasa sabemos en España desde hace dos siglos. Bueno, lo sabemos pocos, los que no dedicamos el tiempo a medrar en el organigrama de ninguna organización ni sistema cuyo único fin es alimentarse a sí mismo y justificar su existencia aunque sea traicionando todo lo que haya que traicionar, empezando por la propia conciencia.
Quieren llevarnos a lo que había antes de 1789, naturalmente disfrazado de tras*humanismo, fe en los científicos, en la técnica. Para esta gente hasta hace poco no éramos más que una variante del mono, ahora de la máquina; nuestra mente se reduce a algoritmos y por eso las máquinas son mucho mejores que nosotros. Tenemos a Harari hasta en la sopa no por casualidad.
Matthew Ehret:
Quizás uno de los mayores obstáculos para salvar a la asediada república en esta etapa tardía de podredumbre autoinducida es la creencia generalizada entre una gran parte de la ciudadanía estadounidense de que Estados Unidos mismo estaría mejor quemado.
No son solo los manifestantes de Antifa o BLM que incendiaron ciudades en 2019-2020 los que creen que esto es cierto, sino que la mayoría de la base del Partido Demócrata se ha emborrachado con la idea de que EE. UU. es una nación construida completamente sobre esclavitud y racismo sistémico sin valor redentor. Los ecoterroristas como Extinction Rebellion y Deep Green Resistance justifican la noción de que declarar la guerra a la civilización industrial es un objetivo legítimo para el siglo XXI, mientras que los tecnócratas del establishment corren para "restablecer" la civilización bajo Grandes Narrativas más compatibles con una posverdad despoblada. , orden mundial devorador de insectos al que se espera que la plebe de la tierra se adapte.
La creación de esta nueva generación de estadounidenses que anhelan el colapso de Estados Unidos no surgió de la noche a la mañana. Con el asesinato de John F. Kennedy, los sistemas educativos se infundieron cada vez más con una doctrina conocida como Teoría Crítica que postulaba que toda la historia debía interpretarse a través de una lente de "grupos minoritarios reprimidos por hombres blancos sistémicos" sin lugar para matices, libre albedrío, o ideas causales reales. La Cibernética y el Análisis de Sistemas se convirtieron en los conductos para esta reforma bajo la influencia de Sir Alexander King de la OCDE (Lord Presidente de la Secretaría Científica del Imperio Británico, Director General de Asuntos Científicos de la Organización para la Coordinación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y asesor de la OTAN).
Lentamente, esta cosmovisión marxista-freudiana perversa, a veces denominada "La Escuela de Frankfurt" , se apoderó de las instituciones de Estados Unidos durante la Guerra Fría, encontrando su expresión más fuerte en algo conocido como "El Proyecto 1619".
¿Qué es el Proyecto 1619?
El Proyecto 1619 del New York Times, presentado en junio de 2019 por Nikole Hannah-Jones, intenta difamar la totalidad de la historia estadounidense como un simple fraude que promueve la esclavitud desde el momento en que el primer esclavo llegó a Jonestown en 1619.
Durante su corta existencia, este “proyecto” se ganó rápidamente a miles de académicos y, a pesar de sus falacias comprobadas ( que tuvo que encubrir en secreto al estilo orwelliano ), Jones aún recibió el Premio Pulitzer que legitima el fraude en las mentes. de innumerables administradores escolares, legisladores y académicos.
Si uno realmente acepta las afirmaciones del Proyecto 1619, que se han convertido en un plan de estudios Pulitzer y ya están integrados en 4500 escuelas estadounidenses , entonces la disolución de Estados Unidos no sería una gran pérdida para el mundo. De hecho, habría que concluir que dado que la república siempre se construyó sobre la defensa de la esclavitud (llegando a pintar al Imperio Británico como un bastión antiesclavista del que los padres fundadores rompieron solo por su temor a tener sus esclavos eliminados), entonces Estados Unidos siempre fue... malvado.
La primera paradoja
Si fuera cierto que la creación de la república estadounidense fue impulsada simplemente por el deseo de proteger la institución de la esclavitud de los británicos amantes de la abolición, entonces debería preguntarse: ¿por qué todos los estados estadounidenses cerraron el comercio de esclavos jovenlandeses en 1793? ”
How to Save a Dying Republic part 5: Woke-Ism And The Self-Induced Suicide Of America
Originally published on The Last American Vagabond Perhaps one of the greatest obstacles to saving the beleaguered republic at this late stage of self-induced rot is a pervading belief among a large portion of the US citizenry that America itself were better off burnt to a crisp.
matthewehret.substack.com
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