Se dice que el fascismo es hijo poco agraciado del comunismo, pero yo creo que no es así; no es hijo, sino, más allá, la continuación natural del mismo, y de ahí tanta animadversión, quizá. El fascismo, el primigenio, como nomenclatura, es el italiano, pero como modelo de estado, de ser o de estar, es muy anterior, seguramente está en las trazas de los homínidos, de los personajes, que no de los monos (mira la diferencia entre personajes y monos, que ahora se puede hacer en un click por internet).
El caso, que el fascismo como idea aceptada pudiera ser una idea totalitaria, desde el punto de vista que agrupa totalmente una forma de pensar y actuar, aunque eso no signifique de aceptar y tras*igir. Muy al contrario, el fascismo, tradicional, tuvo muchas vertientes, pero casi ninguna derivó en una guerra abierta contra otros, como si ocurrió con el comunismo o el anarquismo, más cercano, de alguna manera al fascismo, aunque se diferenciaran en que el fascismo asumía a un grupo constituido como gobierno y estado y el anarquismo no asumía gobierno ni estado salvo el que mandase en cada momento lo que cada cual podía hacer libremente bajo sus premisas.
El estado fascista, básicamente, era una utopía, muy por encima del estado comunista o, incluso, anarquista, pues el estado fascista anhelaba personas libres, con opinión diversa pero sensata que buscaran un bien común. Se puede presuponer esto mismo en los otros modelos de vida, estado, vivencia -que es al final lo que son estas llamadas ideologías-, pero en el caso fascista, lo que se quiso es hacer de manera práctica lo que los otros modelos habían fracasado al querer ponerlo en práctica.
En todos los casos, resultó un modelo impositivo hasta la extenuación, exacerbado, además, por la condición humana que hace a muchos fascistas, comunistas, anarquistas, liberales y de centro democrático proclive a vender a su progenitora por un sueldo o una mejor posición. No debemos olvidar, como ejemplo, que cuando las tropas rusas toman Berlín, los funcionarios que trabajaban para la GESTAPO pasaron, de un día para otro, literalmente, de trabajar para los nacional socialistas a hacerlo para los comunistas que tomaron Berlín.
Es más, el edificio, las personas que trabajaban para la GESTAPO, pasaron directamente y en el mismo día a hacerlo para la Unión Soviética... sin ningún problema... Eran funcionarios... y funcionaban para los que los pagasen... sin más... como cualquier funcionario... que para eso son funcionarios (los que funcionan... para el que los paga o manda).
Iba a seguir, pero creo que ya me he extendido más de lo deseable para cualquiera y mucho más para los que no estén de acuerdo. Se admiten insultos, incluso contra mi progenitora recién muerta (ella lo entenderá), contra mí, por supuesto, o contra lo que digo -eso siempre, aunque pueda parecer fascista tener otra opinión-.
Como dijo un diputado republicano del 34: "el problema de las izquierdas es que quieren cambiarlo todo, hasta lo bueno. El problema de las derechas es que quieren conservarlo todo, hasta lo malo..."