¡Qué bien se pierde en España! Los extranjeros se dejan 90.000 millones entre Bolsa y

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10 Oct 2006
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Fuente: Invertia

Las inversiones extranjeras en España han pinchado en hueso. La reciente confianza en la bolsa española se ha disipado. No es extraño, ya que los extranjeros acumulan unas pérdidas latentes de 70.000 millones de euros en acciones españolas. Sin embargo, el capital riesgo extranjero en España ha aumentado, así como las compras de deuda pública española, pese a que los extranjeros acumulen una pérdida de unos 20.000 millones.

La crisis del sector financiero se ha trasladado a la deuda soberana y de ahí a la Bolsa, como demuestra el dispar comportamiento del Ibex con respecto a algunos de los índices de referencia mundiales. Si en 2009 la Bolsa española fue la que más se revalorizó –subió un 30%- hasta la fecha pierde más del 16%, frente a las ganancias del 10% del S&P, de cerca del 18% del DAX o del casi 9% que se revaloriza el FTSE.

Un mal negocio para el inversor nacional, pero más aún para el foráneo. La caída del euro ha propiciado que los extranjeros pierdan todavía más al trasladar sus apuestas en bolsa española a sus monedas. La guerra de divisas entablada entre las principales economías –especialmente EE UU y China- para conseguir competitividad con la depreciación de sus monedas ha sido menos fuerte que la crisis de deuda de los países periféricos de la Eurozona.

Así, las actuaciones del BCE, con rescates de Grecia e Irlanda y compras masivas de deuda soberana han afectado a la baja en la cotización del euro frente a las principales divisas. Así, las pérdidas latentes en renta variable de unos 70.000 millones de euros se ampliarían al cambiar de divisa. Así, un inversor estadounidense en bolsa española extiende sus pérdidas en el año hasta casi el 22%; un inversor británico superaría el 19%, mientras que el japonés se acercaría al 30% y el chino al 24%. La huida de España parece lógica.

Y es que la desbandada de los inversores extranjeros está siendo una constante este año. El pasado ejercicio, más de la mitad de las compraventas del Ibex provinieron de la inversión extranjera. Pero hasta abril de 2010, según los últimos datos publicados por BME, el saldo neto de la inversión foránea en la Bolsa española es negativo en 9.282 millones de euros. Una cifra que no recoge las dos últimas oleadas de la crisis: la de mayo, con el colapso griego, y la de noviembre, con el rescate de Irlanda y con todas las alarmas del contagio periférico disparadas.

“La marca España se ha deteriorado mucho y ahora se cuestiona todo. Los inversores están infraponderados en España”, reconoce Natalia Aguirre, directora de Análisis de Renta 4.

Esta opinión se refleja también en las recomendaciones de algunas firmas de Bolsa, como Bankinter o Banca March. Por zonas geográficas, la primera se mantiene infraponderada en España, pero también en la UEM excepto Alemania; la segunda, recomienda estar fuera del mercado nacional y de Europa emergente tanto a finales de 2010 como en los primeros meses de 2011, a la espera de acontecimientos.

Si los expertos españoles no confían, por el momento, en los mercados de acciones europeos, mucho menos lo hacen los extranjeros. Según la encuesta de diciembre de gestores de fondos que elabora Bank of America Merrill Lynch, los grandes inversores han vuelto otra vez su mirada hacia EE UU debido a la persistencia de la crisis de deuda soberana en Europa.

La encuesta muestra que Europa está perdiendo el apoyo de los inversores por la apatía política y las preocupaciones sobre el sector bancario. De este modo, en el presente mes un 16% de los gestores están sobreponderados en acciones de EE UU, mientras que en noviembre el porcentaje era tan sólo del 1%. Asimismo, un 4% se encuentran infraponderados en renta variable europea (la peor lectura desde julio de 2010), comparado con el 15% que la sobreponderaban el mes pasado.

SÓLO INTERESAN EMPRESAS ESPAÑOLAS INTERNACIONALIZADAS

“Los inversores extranjeros están infraponderados y pueden estarlo más”, insiste Aguirre. “Los que no están en España pueden tener telefónicas o repsoles, compañías muy internacionalizadas y con fuerte exposición a otros mercados, pero si la situación del país empeora pueden venderlos. A medio plazo hay valor en la Bolsa pero el riesgo soberano se lo está quitando a las cotizaciones”.

Hay muchos inversores bajistas y de corto plazo y una buena parte ya han vendido. “No hay muchas posiciones extranjeras en Bolsa española y la mayoría son cortoplacistas, sobre todo en banca europea”, señala José María Manzanares, profesor del IEB. “Lo que sí hay son muchas operaciones de futuros, muchos contratos en BBVA y Santander; incluso están penalizando a Telefónica”, insiste.

“El inversor extranjero está de dos formas en España, o por convencimiento o porque tiene que tiene que cumplir cierto porcentaje de Bolsa europea en cartera. Pero ahora hay mucho especulador a corto plazo, sobre todo con los bancos, lo que les ha convertido en acciones muy volátiles”, comenta Miguel Llorente, de Capital at Work.

Ignacio Cantos, de Atlas Capital, reconoce que en medianas y pequeñas compañías españolas cotizadas hay poca presencia extranjera. “La marea de salida de fondos de inversión por parte de los bancos para captar recursos ha afectado mucho”.

LOS EXTRANJEROS SIGUIERON COMPRANDO DEUDA PÚBLICA PESE A LA CRISIS

Por el contrario, el porcentaje de deuda pública española en manos foráneas siguió aumentando en términos absolutos y relativos en 2010. La deuda nacional propiedad de los no residentes alcanzaba en octubre el 48,1% del total frente al 45,2% de cierre de 2009, según datos del Tesoro. Esto representaba más de 240.000 millones de euros, unos 38.000 millones más.

Ahora el principal objetivo del Gobierno está en colocar deuda. “Nos compran bonos y nadie se preocupa de la Bolsa. El Gobierno se está recorriendo el mundo recomendando (y convenciendo a los inversores) comprar deuda para que las emisiones salgan bien y pueda reducir el déficit. Y de momento lo está consiguiendo”, según José María Manzanares.

Este incremento se produce pese a la fuerte caída del precio de la deuda, producto de la crisis griega de mayo y la irlandesa de noviembre, que ha llevado a los extranjeros a acumular unas pérdidas latentes de unos 20.000 millones de euros, este año, concentradas, eso sí, en los dos últimos meses. El principal activo de referencia de la deuda, el bono a 10 años, ha cedido más del 10% en su precio en 2010. Tras la crisis griega, el bono pareció encauzar su recuperación llegando a superar en octubre el precio de principios de año. Sin embargo, como consecuencia del varapalo de Irlanda, la rentabilidad del bono se ha elevado al 5,5%, su máximo en más de diez años, y cae el 11% en precio en los dos últimos meses.

El resto de activos de deuda pública también muestran importantes caídas de precio en 2010. El bono a tres años pierde un 3,1%; el bono a cinco años cae el 4,8%; las obligaciones a 15 años pierden un 12,9% y su rentabilidad supera el 6%, rozando el máximo desde la adopción del euro; por último, las obligaciones a treinta años pierden un 18,8%, también al borde de su máximo de rentabilidad, cerca del 6,2%.

Francia sigue siendo el país con mayor peso en la deuda española, con algo más del 25% de la posesión foránea. Este año ha incrementado ligeramente su presencia, lo mismo que Alemania, que ostenta el 7,5%. China posee alrededor del 18%, un porcentaje similar al de 2009. Japón ha reducido su presencia y tiene algo más del 6%. Le sigue Italia, con alrededor del 5%.

¿RETORNO A ESPAÑA? EL CAPITAL RIESGO YA LO HA HECHO

Algunas inversiones extranjeras sí han incrementado su apuesta por España, en busca de gangas propiciadas por el desplome de los mercados. La inversión de los hegde funds en compañías nacionales creció un 70% hasta septiembre por un importe de 1.985 millones de euros, según datos de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCII). Si bien partían de cifras muy bajas por la caída sufrida el pasado año, esta cantidad supera los niveles marcados en el mismo periodo de 2008.

Juguetes, vaqueros, agencias de viaje, infraestructuras…Los tentáculos de estos fondos han llegado a todos los sectores y especialmente, a las empresas con una delicada situación financiera. Entre ellas destaca la venta del 25% de Santillana a DLJ South American Partners. Prisa, que a cierre de septiembre contaba con una deuda financiera de 4.686 millones, ingresó por la tras*acción 278 millones. A comienzos de este mes, el grupo de medios de comunicación logró dar un respiro al cerrar un acuerdo con la banca acreedora para refinanciar su deuda hasta mayo de 2013.

La firma británica Permira sumó un nuevo activo made in Spain a su cartera. Permira, que está presente en Telepizza, Cortefiel y los supermercados Dínoslo, compró la mayor parte del capital de e-Dreams aunque la empresa de viajes online ya era una entendida en el mundo de los hegde funds. Antes perteneció al fondo americano TA Associates.

Sun Capital Partners también sacó tajada del alto endeudamiento de Famosa. El fondo estadounidense, especializado en empresas con problemas, adquirió a Vista Capital el 100% de la juguetera sin que se conocieran el montante de la operación. El proceso se demoró varios meses hasta lograr el visto bueno de los acreedores. Cinco años antes, Vista Capital –sociedad de capital riesgo del Santander- había comprado a un grupo de cajas el 100% de la compañía alicantina por 150 millones de euros.

Pese a la mejoría de las cifras, aún queda mucho recorrido para que la inversión toque los niveles de 2007, fecha en la que este tipo de tras*acciones superaron los 3.200 millones de euros. Hasta septiembre de 2010, la captación de nuevos fondos superó los 1.500 millones (un 174% más que en el mismo periodo de 2009). Sin embargo, el 63% fue por la aplicación de inversiones. Por lo tanto, aunque el dato es positivo, la captación de nuevos fondos sigue siendo complicada y los procesos son largos.

La inversión más convencional en bolsa tendrá que esperar. Los analistas confían en que, cuando las aguas vuelvan a su cauce, los inversores extranjeros regresen a España. De hecho, a finales de 2009, ya comenzada la actual crisis, los inversores foráneos tenían en sus manos más del 40% del valor de todas las compañías españolas cotizadas. Este es el valor máximo desde que se calculan los datos (1992) y 7,5 puntos superior al cierre de 2006, año previo a la crisis.

El repunte de la participación extranjera en los últimos tres años (del 32,6% al 40%) es consecuencia de la toma de control de importantes empresas españolas en términos de capitalización por parte de compañías foráneas, como el caso de la adquisición de Endesa por Enel. También, la fuerte reducción de la participación de bancos y cajas, debido a las crecientes necesidades de liquidez y el aumento de las necesidades de capital, ha tenido mucho que ver.

“Los inversores han elevado su participación, pero esto se debe más a la internacionalización de la inversión en general a nivel europeo, al igual que los nacionales han ido aumentando su presencia en mercados exteriores y las empresas han ganado peso en índices como el Eurostoxx”, concluye Cantos.
 
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