El directo está grabado en el 91, el bueno de Pepe Risi no acabó la década. Los que tuvimos la ocasión de vivir algunos de estos momentos solo os pido que cojáis una cerveza y escuchéis esto, en soledad, sin que nada ni nadie perturbe, será la única forma de escapar de la realidad que impone el presente y perdernos plácidamente en el reino de los recuerdos de un mundo que sin duda fue mejor.