Dr Polux
FEOfobo & CALVOfobo
Se ha especulado mucho con el último viaje de Carles Puigdemont antes de que fuera detenido en Alemania, donde ya está libre desde hace algunas horas. Pero las especulaciones erraron, porque el ex president de la Generalitat perpetró varias maniobras de distracción que retrasaron su localización...
Hasta que cometió un error en Estocolmo.Situándonos: el fin de semana del 18 y 19 de marzo, Puigdemont abandonó Waterloo para viajar a Suiza. Era su primera salida de Bélgica desde que se fugó de España el último fin de semana de octubre, el de la DUI y el 155. Allí pasó varios días, participó en conferencias y mantuvo reuniones con Anna Gabriel, que se había marchado unas semanas antes, y Marta Rovira, huida también a Suiza pocos días antes.Esa salida de Bélgica, donde ya no había orden de detención y extradición sobre él desde que la anulase el juez Llarena dio pie a que se especulase con la reactivación de la euroorden, pero la agenda de Puigdemont incluía un viaje a Finlandia el 22 de marzo, jueves, que él no quería anular.
Hasta Helsinki voló en avión desde Ginebra.En Suiza ya parecía que una orden de detención podía fracasar, porque así lo manifestaron las autoridades helvéticas. Él, confiado, llegó a Helsinki pero el juez Llarena también actuó. Finlandia confirmó que había recibido la euroorden.Y entonces el ex president, según fuentes de la investigación, tuvo dos opciones encima de la mesa: ir a Rusia, fronteriza con Finlandia (San Petersburgo está a apenas cuatro o cinco horas de coche), o viajar, como al final hizo, a Estocolmo.Pero aquí es donde han errado muchas de las especulaciones.
El camino obvio para viajar a la capital sueca es por carretera o tren y ferry, pero Puigdemont optó por lo inesperado. El viernes 23, con la euroorden emitida ese mismo día, subió en el coche de un finlandés, que hizo de conductor, y llegó hasta Laponia, la región septentrional que comparten Suecia y Finlandia. El motivo de ir por el camino más largo en lugar del corto es que los ferrys tienen idénticos controles de pasaportes a un aeropuerto, así que el riesgo era el mismo.
De hecho, el ferry que une ambas capitales nórdicas es un trayecto típico de fiestas en aguas internacionales y juegos de azar, así que hay obligación de identificarse con pasaporte para subir al barco. 1.700 kilómetros de autopistasDesde Laponia, Puigdemont entró en Suecia y se dirigió hacia el sur, hasta que llegó en ese coche del finés a Estocolmo. En total son más de 1.700 kilómetros a través de las autopistas E75, E8 y E4, que el ex president y su acompañante cubrieron aproximadamente en un día y medio. El sábado 24 ya estaban en la capital sueca.Paralelamente se gestó el plan de regreso a Bélgica, donde la euroorden no iba a tener efecto y Puigdemont disfrutaba de su residencia en Waterloo.
El Renault Espace en el que fue finalmente detenido viajó hasta Estocolmo atravesando Bélgica, Alemania y Dinamarca.Y quizá el fallo estuvo ahí. El coche era el habitual desde hace meses en los desplazamientos del ex president, por lo que el vehículo era conocido. El viaje de regreso se emprendió con la idea de hacer el trayecto a la inversa (Dinamarca-Alemania-Bélgica), pero nada más entrar en Alemania una patrulla de la pequeña comisaría de Schlewsig (tan pequeña que estaba vacía porque sus únicos agentes de servicio eran los que le detuvieron), reconoció la matrícula (con ayuda, probablemente), y pidió a los cinco pasajeros que les siguieran hasta la gasolinera donde finalmente se produjo el arresto.Da la casualidad de que ese coche se sabía que no era seguro para el ex president desde hacía unos dos meses, cuando sus escoltas encontraron una baliza de seguimiento y lo denunciaron a las autoridades belgas.
Como ya informaron el jueves varios medios catalanes, ahora la Policía belga investiga quién pudo colocarlo.Pese a esa alerta, Puigdemont siguió utilizando este coche, y por eso la Policía alemana sabía que si lo paraba tendría posibilidades de encontrar como pasajero al ex president. Al igual que en este último viaje se había planteado Rusia como salida, tras la DUI Alemania se había barajado como destino en lugar de Bélgica, por lo que ya había un equipo jurídico elegido con el que se contactó en su día, que al final ha sido el que se ha hecho cargo de la representación de Puigdemont para esta nueva orden de extradición.
Puigdemont barajó huir a Rusia antes de ser apresado en Alemania | España
Hasta que cometió un error en Estocolmo.Situándonos: el fin de semana del 18 y 19 de marzo, Puigdemont abandonó Waterloo para viajar a Suiza. Era su primera salida de Bélgica desde que se fugó de España el último fin de semana de octubre, el de la DUI y el 155. Allí pasó varios días, participó en conferencias y mantuvo reuniones con Anna Gabriel, que se había marchado unas semanas antes, y Marta Rovira, huida también a Suiza pocos días antes.Esa salida de Bélgica, donde ya no había orden de detención y extradición sobre él desde que la anulase el juez Llarena dio pie a que se especulase con la reactivación de la euroorden, pero la agenda de Puigdemont incluía un viaje a Finlandia el 22 de marzo, jueves, que él no quería anular.
Hasta Helsinki voló en avión desde Ginebra.En Suiza ya parecía que una orden de detención podía fracasar, porque así lo manifestaron las autoridades helvéticas. Él, confiado, llegó a Helsinki pero el juez Llarena también actuó. Finlandia confirmó que había recibido la euroorden.Y entonces el ex president, según fuentes de la investigación, tuvo dos opciones encima de la mesa: ir a Rusia, fronteriza con Finlandia (San Petersburgo está a apenas cuatro o cinco horas de coche), o viajar, como al final hizo, a Estocolmo.Pero aquí es donde han errado muchas de las especulaciones.
El camino obvio para viajar a la capital sueca es por carretera o tren y ferry, pero Puigdemont optó por lo inesperado. El viernes 23, con la euroorden emitida ese mismo día, subió en el coche de un finlandés, que hizo de conductor, y llegó hasta Laponia, la región septentrional que comparten Suecia y Finlandia. El motivo de ir por el camino más largo en lugar del corto es que los ferrys tienen idénticos controles de pasaportes a un aeropuerto, así que el riesgo era el mismo.
De hecho, el ferry que une ambas capitales nórdicas es un trayecto típico de fiestas en aguas internacionales y juegos de azar, así que hay obligación de identificarse con pasaporte para subir al barco. 1.700 kilómetros de autopistasDesde Laponia, Puigdemont entró en Suecia y se dirigió hacia el sur, hasta que llegó en ese coche del finés a Estocolmo. En total son más de 1.700 kilómetros a través de las autopistas E75, E8 y E4, que el ex president y su acompañante cubrieron aproximadamente en un día y medio. El sábado 24 ya estaban en la capital sueca.Paralelamente se gestó el plan de regreso a Bélgica, donde la euroorden no iba a tener efecto y Puigdemont disfrutaba de su residencia en Waterloo.
El Renault Espace en el que fue finalmente detenido viajó hasta Estocolmo atravesando Bélgica, Alemania y Dinamarca.Y quizá el fallo estuvo ahí. El coche era el habitual desde hace meses en los desplazamientos del ex president, por lo que el vehículo era conocido. El viaje de regreso se emprendió con la idea de hacer el trayecto a la inversa (Dinamarca-Alemania-Bélgica), pero nada más entrar en Alemania una patrulla de la pequeña comisaría de Schlewsig (tan pequeña que estaba vacía porque sus únicos agentes de servicio eran los que le detuvieron), reconoció la matrícula (con ayuda, probablemente), y pidió a los cinco pasajeros que les siguieran hasta la gasolinera donde finalmente se produjo el arresto.Da la casualidad de que ese coche se sabía que no era seguro para el ex president desde hacía unos dos meses, cuando sus escoltas encontraron una baliza de seguimiento y lo denunciaron a las autoridades belgas.
Como ya informaron el jueves varios medios catalanes, ahora la Policía belga investiga quién pudo colocarlo.Pese a esa alerta, Puigdemont siguió utilizando este coche, y por eso la Policía alemana sabía que si lo paraba tendría posibilidades de encontrar como pasajero al ex president. Al igual que en este último viaje se había planteado Rusia como salida, tras la DUI Alemania se había barajado como destino en lugar de Bélgica, por lo que ya había un equipo jurídico elegido con el que se contactó en su día, que al final ha sido el que se ha hecho cargo de la representación de Puigdemont para esta nueva orden de extradición.
Puigdemont barajó huir a Rusia antes de ser apresado en Alemania | España