Patito Feo
Madmaxista
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https://www.elmundo.es/espana/2024/1...a388b4587.html
El líder de Junts, Carles Puigdemont, ha exigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se someta en el Congreso a una "cuestión de confianza" porque "no es de fiar". Junts ha registrado ya en la Cámara Baja una petición en ese sentido para que se discuta si el jefe del Ejecutivo debe seguir o no al frente del Ejecutivo. Y lo que está recogido en la Constitución es que "si el Congreso niega su confianza al Gobierno, éste presentará su dimisión al Rey, procediéndose a continuación a la designación de Presidente del Gobierno".
Puigdemont ha comparecido en Bruselas tras reunirse con la Ejecutiva Nacional de su formación, en donde que ha hecho balance sobre el cumplimiento del acuerdo alcanzado entre su partido y el PSOE para la investidura de Sánchez, cuando se cumple un año de su firma.
En este periodo, según Puigdemont, se ha demostrado que el Gobierno de Sánchez "no ha hecho lo suficiente para merecer nuestra confianza, a pesar de que hemos sido pacientes y generosos". "Podemos afirmar que un año después las cosas no van bien. El catalán no es lengua oficial en Europa por la falta de implicación de Pedro Sánchez, que ya ha demostrado que es capaz de pactar con Orban y Meloni para garantizar un cargo europeo para una militante de su partido", ha subrayado Puigdemont en referencia al colegio de comisarios europeos que el PSOE apoyó en el Parlamento Europeo.
El ex president también ha señalado que no se está aplicando la amnistía y que el acuerdo de financiación "bilateral" que pactaron con el Gobierno se ha convertido en "multilateral". "Se trata de una ley que garantiza el café para todos", ha añadido en su exposición de los motivos que han llevado a Junts a dar este paso.
La proposición no de ley registrada este lunes por la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, señala también la "falta de voluntad política" por parte de Sánchez "de hacer efectivos, de forma completa y ágil, los acuerdos adquiridos" y que "esta dinámica no ha posibilitado generar la base de confianza que se pretendía y que es necesaria para encauzar el resto de la legislatura".
Puigdemont ha reconocido que se trata de una iniciativa no vinculante, ya que sólo el Gobierno puede activar la vía de la cuestión de confianza para pedir el respaldo expreso del Congreso, pero ha subrayado que los avances en la implementación del acuerdo son "escasos" y señaló la "descoordinación" entre lo que se trata en la mesa de diálogo entre ambos en Suiza y lo que después se pone en práctica. "Ha llegado el momento de que o llega un punto de inflexión o lo dejamos ir para no hacer perder el tiempo ni la paciencia a nadie", ha añadido.
El líder de Junts ha rechazado la "narrativa de la normalidad" que se promueve desde el Gobierno central y catalán y ha criticado que, mientras para su partido el acuerdo para la investidura era "el principio", el PSOE lo ha tratado como una herramienta para conseguir la investidura. Sin embargo, fuentes de la formación catalana afirman que en caso de que Sánchez se niegue a someterse la moción de confianza, lo que no están dispuestos es a llegar hasta una moción de censura. "No pactaremos con la ultraderecha", sostienen.
"Ultimátum"
Tal y como avanzaba EL MUNDO en su edición de hoy, Puigdemont tenía decidido lanzar un "ultimátum" a Sánchez al considerar que se estaban acumulado demasiadas facturas por cobrar más de un año después de haber firmado el pacto de investidura para mantenerlo en La Moncloa.
Ha confirmado el líder de Junts que los incumplimientos tienen que ver, fundamentalmente, con la oficialidad del catalán en Europa, con el «déficit inversor y fiscal» de Cataluña, con la no aplicación de la Ley de Amnistía para permitir su libre regreso a España, con el no avance en la «resolución del conflicto» al considerar que la situación en Cataluña «se ha normalizado» y con resistirse el Ejecutivo a tras*ferir las competencias «integrales» de inmi gración a la Generalitat.
El fugado sabe que corre el peligro de pecar de lo que lleva años reprochando a ERC: de sostener gratis al Gobierno socialista. De ahí que haya fijado este «punto de inflexión» en su relación con el PSOE retando a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza y advirtiendo de que Junts «tendrá que tomar sus decisiones» en caso de que el presidente se niegue a comprobar el apoyo parlamentario del que dispone un año después de haber sido investido.
Con este movimiento, el líder neoconvergente también obliga a ERC a posicionarse en un momento crítico para la formación, pues este fin de semana se elegirá a su nuevo presidente. En caso de salir elegido Oriol Junqueras -como parece probable- tendrá una primera decisión relevante: apoyar la tramitación de la cuestión de confianza o no entrar en el juego de Junts. Los republicanos vienen advirtiendo que endurecerán su relación con Sánchez una vez escogida su nueva dirección y Puigdemont les conmina a demostrarlo de inmediato.
No se puede considerar que la maniobra del prófugo sea sorpresiva. Puigdemont lleva unos meses apuntando en esta dirección. Sólo hay que acudir a la nueva hoja de ruta de Junts, aprobada en el congreso que el partido independentista celebró el pasado 27 de octubre y que sirvió para devolver a Puigdemont a su presidencia. La ponencia política de la formación heredera de Convergència es explícita. «Ahora menos que nunca sostendremos un Gobierno español que no cumpla los acuerdos», reza, al tiempo que destaca su intención de «mantener en tensión al Estado».
Junts señala que la «confrontación» sigue siendo su estrategia predilecta y los dirigentes que apuestan por volver al antiguo pactismo convergente han sido totalmente arrinconados en la dirección que de nuevo encabeza Puigdemont y en la que también ocupan un lugar destacado, Jordi Turull, su secretario general, y Míriam Nogueras, elevada a la categoría de vicepresidenta tras liderar las inconclusas negociaciones con el PSOE que han llevado a Puigdemont a decir «basta».
El líder de Junts, Carles Puigdemont, ha exigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se someta en el Congreso a una "cuestión de confianza" porque "no es de fiar". Junts ha registrado ya en la Cámara Baja una petición en ese sentido para que se discuta si el jefe del Ejecutivo debe seguir o no al frente del Ejecutivo. Y lo que está recogido en la Constitución es que "si el Congreso niega su confianza al Gobierno, éste presentará su dimisión al Rey, procediéndose a continuación a la designación de Presidente del Gobierno".
Puigdemont ha comparecido en Bruselas tras reunirse con la Ejecutiva Nacional de su formación, en donde que ha hecho balance sobre el cumplimiento del acuerdo alcanzado entre su partido y el PSOE para la investidura de Sánchez, cuando se cumple un año de su firma.
En este periodo, según Puigdemont, se ha demostrado que el Gobierno de Sánchez "no ha hecho lo suficiente para merecer nuestra confianza, a pesar de que hemos sido pacientes y generosos". "Podemos afirmar que un año después las cosas no van bien. El catalán no es lengua oficial en Europa por la falta de implicación de Pedro Sánchez, que ya ha demostrado que es capaz de pactar con Orban y Meloni para garantizar un cargo europeo para una militante de su partido", ha subrayado Puigdemont en referencia al colegio de comisarios europeos que el PSOE apoyó en el Parlamento Europeo.
El ex president también ha señalado que no se está aplicando la amnistía y que el acuerdo de financiación "bilateral" que pactaron con el Gobierno se ha convertido en "multilateral". "Se trata de una ley que garantiza el café para todos", ha añadido en su exposición de los motivos que han llevado a Junts a dar este paso.
La proposición no de ley registrada este lunes por la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, señala también la "falta de voluntad política" por parte de Sánchez "de hacer efectivos, de forma completa y ágil, los acuerdos adquiridos" y que "esta dinámica no ha posibilitado generar la base de confianza que se pretendía y que es necesaria para encauzar el resto de la legislatura".
Puigdemont ha reconocido que se trata de una iniciativa no vinculante, ya que sólo el Gobierno puede activar la vía de la cuestión de confianza para pedir el respaldo expreso del Congreso, pero ha subrayado que los avances en la implementación del acuerdo son "escasos" y señaló la "descoordinación" entre lo que se trata en la mesa de diálogo entre ambos en Suiza y lo que después se pone en práctica. "Ha llegado el momento de que o llega un punto de inflexión o lo dejamos ir para no hacer perder el tiempo ni la paciencia a nadie", ha añadido.
El líder de Junts ha rechazado la "narrativa de la normalidad" que se promueve desde el Gobierno central y catalán y ha criticado que, mientras para su partido el acuerdo para la investidura era "el principio", el PSOE lo ha tratado como una herramienta para conseguir la investidura. Sin embargo, fuentes de la formación catalana afirman que en caso de que Sánchez se niegue a someterse la moción de confianza, lo que no están dispuestos es a llegar hasta una moción de censura. "No pactaremos con la ultraderecha", sostienen.
"Ultimátum"
Tal y como avanzaba EL MUNDO en su edición de hoy, Puigdemont tenía decidido lanzar un "ultimátum" a Sánchez al considerar que se estaban acumulado demasiadas facturas por cobrar más de un año después de haber firmado el pacto de investidura para mantenerlo en La Moncloa.
Ha confirmado el líder de Junts que los incumplimientos tienen que ver, fundamentalmente, con la oficialidad del catalán en Europa, con el «déficit inversor y fiscal» de Cataluña, con la no aplicación de la Ley de Amnistía para permitir su libre regreso a España, con el no avance en la «resolución del conflicto» al considerar que la situación en Cataluña «se ha normalizado» y con resistirse el Ejecutivo a tras*ferir las competencias «integrales» de inmi gración a la Generalitat.
El fugado sabe que corre el peligro de pecar de lo que lleva años reprochando a ERC: de sostener gratis al Gobierno socialista. De ahí que haya fijado este «punto de inflexión» en su relación con el PSOE retando a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza y advirtiendo de que Junts «tendrá que tomar sus decisiones» en caso de que el presidente se niegue a comprobar el apoyo parlamentario del que dispone un año después de haber sido investido.
Con este movimiento, el líder neoconvergente también obliga a ERC a posicionarse en un momento crítico para la formación, pues este fin de semana se elegirá a su nuevo presidente. En caso de salir elegido Oriol Junqueras -como parece probable- tendrá una primera decisión relevante: apoyar la tramitación de la cuestión de confianza o no entrar en el juego de Junts. Los republicanos vienen advirtiendo que endurecerán su relación con Sánchez una vez escogida su nueva dirección y Puigdemont les conmina a demostrarlo de inmediato.
No se puede considerar que la maniobra del prófugo sea sorpresiva. Puigdemont lleva unos meses apuntando en esta dirección. Sólo hay que acudir a la nueva hoja de ruta de Junts, aprobada en el congreso que el partido independentista celebró el pasado 27 de octubre y que sirvió para devolver a Puigdemont a su presidencia. La ponencia política de la formación heredera de Convergència es explícita. «Ahora menos que nunca sostendremos un Gobierno español que no cumpla los acuerdos», reza, al tiempo que destaca su intención de «mantener en tensión al Estado».
Junts señala que la «confrontación» sigue siendo su estrategia predilecta y los dirigentes que apuestan por volver al antiguo pactismo convergente han sido totalmente arrinconados en la dirección que de nuevo encabeza Puigdemont y en la que también ocupan un lugar destacado, Jordi Turull, su secretario general, y Míriam Nogueras, elevada a la categoría de vicepresidenta tras liderar las inconclusas negociaciones con el PSOE que han llevado a Puigdemont a decir «basta».