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UN EXPERIMENTO CIENTÍFICO RESPONDE A LA PREGUNTA
Parece una pregunta salida de un corrillo de adolescentes hormonados, pero no es así. El cirujano, matemático y licenciado en ingeniería biomédica Karl Kruszelnicki, conocido también por su faceta de divulgador en la radio y televisión australiana, decidió buscar en la ciencia la respuesta a esta escatológica cuestión tras una consulta en uno de sus programas.
Muscle and FitnessLas ventosidades podrían contener bacterias
Pepo Jiménez | @kurioso
Madrid
Publicado: 07.09.2014 10:18
Actualizado: 07.09.2014 10:18
Una enfermera llamó preocupada porque en el quirófano donde trabajaba el nitrógeno y metano de origen humano eran bastantes frecuentes debido a que los médicos y doctores daban rienda suelta a sus flatulencias sin ningún tipo de pudor. Su preocupación no era banal.
¿Podrían las bacterias liberadas en los gases contaminar a través del aire las heridas abiertas de sus pacientes?
El doctor Karl Kruszelnicki decidió hacer un experimento con sus colegas para demostrar la capacidad de tras*misión de gérmenes en las ventosidades. Para ello, le pidió a un compañero que liberara su intestino a cinco centímetros de dos placas Petri, esa especie de vasito de cristal que se utiliza en los laboratorios para hacer cultivos.
El experimento se hizo primero con ropa y luego sin ropa. Se dejaron cultivar toda la noche ambas placas en busca de un brote bacteriano. El resultado fue esclarecedor.
Mientras la primera aparecía limpia, en la segunda se vieron grumos visibles de dos bacterias, las mismas que pueden encontrarse en el intestino y en la piel.
Las bacterias que se mezclan con el nitrógeno, el metano, el dióxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno (lo que le da ese característico olor a bemoles podridos) no son muy diferentes a las que pueda existir en un yogur, pero también puede haber bacterias fecales que tras*mitan enfermedades infecciosas como lo haría una tos o un estornudo.
Pero del mismo modo que una mascarilla evitaría el contagio, llevar dos o tres capas de ropa filtraría las bacterias de las flatulencias.
Por lo tanto, el doctor Kruszelnicki concluyó que si los cirujanos no trabajaban completamente desnudos en el quirófano el riesgo de contagio o infecciones en los pacientes sería infinitesimal.
No hay razón para el pánico. Como tampoco para sugerir que los pedos curen el cáncer. Un reciente estudio que relacionó el sulfuro de hidrógeno presente en todas las ventosidades con la protección a nivel mitocondrial de las células fue interpretado erróneamente por el sensacionalismo de algunos medios obviando los principios de absorción del gas y la cantidad necesaria para que el principio llegue a todas las células.
Parece una pregunta salida de un corrillo de adolescentes hormonados, pero no es así. El cirujano, matemático y licenciado en ingeniería biomédica Karl Kruszelnicki, conocido también por su faceta de divulgador en la radio y televisión australiana, decidió buscar en la ciencia la respuesta a esta escatológica cuestión tras una consulta en uno de sus programas.
Muscle and FitnessLas ventosidades podrían contener bacterias
Pepo Jiménez | @kurioso
Madrid
Publicado: 07.09.2014 10:18
Actualizado: 07.09.2014 10:18
Una enfermera llamó preocupada porque en el quirófano donde trabajaba el nitrógeno y metano de origen humano eran bastantes frecuentes debido a que los médicos y doctores daban rienda suelta a sus flatulencias sin ningún tipo de pudor. Su preocupación no era banal.
¿Podrían las bacterias liberadas en los gases contaminar a través del aire las heridas abiertas de sus pacientes?
El doctor Karl Kruszelnicki decidió hacer un experimento con sus colegas para demostrar la capacidad de tras*misión de gérmenes en las ventosidades. Para ello, le pidió a un compañero que liberara su intestino a cinco centímetros de dos placas Petri, esa especie de vasito de cristal que se utiliza en los laboratorios para hacer cultivos.
El experimento se hizo primero con ropa y luego sin ropa. Se dejaron cultivar toda la noche ambas placas en busca de un brote bacteriano. El resultado fue esclarecedor.
Mientras la primera aparecía limpia, en la segunda se vieron grumos visibles de dos bacterias, las mismas que pueden encontrarse en el intestino y en la piel.
Las bacterias que se mezclan con el nitrógeno, el metano, el dióxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno (lo que le da ese característico olor a bemoles podridos) no son muy diferentes a las que pueda existir en un yogur, pero también puede haber bacterias fecales que tras*mitan enfermedades infecciosas como lo haría una tos o un estornudo.
Pero del mismo modo que una mascarilla evitaría el contagio, llevar dos o tres capas de ropa filtraría las bacterias de las flatulencias.
Por lo tanto, el doctor Kruszelnicki concluyó que si los cirujanos no trabajaban completamente desnudos en el quirófano el riesgo de contagio o infecciones en los pacientes sería infinitesimal.
No hay razón para el pánico. Como tampoco para sugerir que los pedos curen el cáncer. Un reciente estudio que relacionó el sulfuro de hidrógeno presente en todas las ventosidades con la protección a nivel mitocondrial de las células fue interpretado erróneamente por el sensacionalismo de algunos medios obviando los principios de absorción del gas y la cantidad necesaria para que el principio llegue a todas las células.
https://www.lasexta.com/tecnologia-...ermedad_2014090557fca5bb0cf2fd8cc6b0eab9.html