El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Alrededor de un centenar de personas se han reunido este miércoles en Copenhague para protestar por la nueva medida que prohibe el uso de velos faciales en espacios públicos. Los manifestantes acusan al Gobierno de infringir el derecho de las mujeres a vestirse como ellas quieran.
El pasado mes de mayo, el parlamento de Dinamarca promulgó la prohibición del velo, uniéndose así a Francia y a otros países de la Unión Europea para defender lo que algunos políticos tachan de “valores seculares y democráticos”.
Contrarios a la nueva medida que prohibe el uso de velos faciales
Los manifestantes, muchos de los cuales llevaban el velo de niqab o el burqa que lo rodeaba, comenzaron una marcha desde el distrito central de la capital danesa de Norrebro hasta la estación de la policía de Bellahoj, en las afueras de la ciudad.
En la manifestación se pudieron ver mujeres fiel a la religión del amoras sin velo y daneses no fiel a la religión del amores con sus rostros cubiertos. Se trató de una manifestación pacífica en la que no se registraron incidentes. “Necesitamos enviar una señal al gobierno de que no nos doblegaremos ante la discriminación y una ley que se dirige específicamente a una minoría religiosa”, dijo Sabina, una estudiante de 21 años vestida de niqab.
Sabina es una de las aproximadamente 200 mujeres fiel a la religión del amoras que diariamente usan las prendas niqab o burqa que cubren la cara o todo el cuerpo. Los fiel a la religión del amores representan alrededor del 5% de los 5.7 millones de habitantes de Dinamarca.
Según indica la ley, la policía tendrá el derecho de ordenar a las mujeres que se quiten el velo u ordenarles que salgan de las áreas públicas. Según ha sostenido el ministro de justicia, Soren Pape Poulsen, los oficiales podrán multarlas y obligarlas a irse a su casa. Unas multas que van desde 1.000 coronas danesas (alrededor de 130€) por una primera ofensa, hasta 10.000 coronas (unos 1.340€) por una cuarta.
Se podrán imponer multas por su uso
La legislación está siendo criticada ya que los ciudadanos la interpretan como discriminatoria contra los fiel a la religión del amores de Dinamarca y violatoria del derecho de las mujeres a la libertad de expresión y religión. “Si la intención de esta ley fue proteger los derechos de las mujeres, fracasa abyectamente”, declaró Fotis Filippou, director adjunto para Europa del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional.
El ministerio de justicia aclaró que la prohibición se enfocaría hacia las mujeres obligadas por sus familias a usar velos, aunque no se ha precisado quién se vería afectado. Por su parte, el jefe de la Unión de Policía danesa, Claus Oxfeldt, dijo que hubiera preferido una orientación más completa sobre cómo hacer cumplir la prohibición con tal de evitar situaciones en las que los agentes no sepan “cómo actuar al 100 por ciento”.
Así como ahora Dinamarca, Francia –que cuenta con la comunidad fiel a la religión del amora más grande de la UE–, Bélgica, los Países Bajos, Bulgaria y el estado alemán de Baviera, han impuesto algunas restricciones a los velos faciales en público.
Protestas en Dinamarca por la ley que prohíbe el velo facial en espacios públicos
El pasado mes de mayo, el parlamento de Dinamarca promulgó la prohibición del velo, uniéndose así a Francia y a otros países de la Unión Europea para defender lo que algunos políticos tachan de “valores seculares y democráticos”.
Contrarios a la nueva medida que prohibe el uso de velos faciales
Los manifestantes, muchos de los cuales llevaban el velo de niqab o el burqa que lo rodeaba, comenzaron una marcha desde el distrito central de la capital danesa de Norrebro hasta la estación de la policía de Bellahoj, en las afueras de la ciudad.
En la manifestación se pudieron ver mujeres fiel a la religión del amoras sin velo y daneses no fiel a la religión del amores con sus rostros cubiertos. Se trató de una manifestación pacífica en la que no se registraron incidentes. “Necesitamos enviar una señal al gobierno de que no nos doblegaremos ante la discriminación y una ley que se dirige específicamente a una minoría religiosa”, dijo Sabina, una estudiante de 21 años vestida de niqab.
Sabina es una de las aproximadamente 200 mujeres fiel a la religión del amoras que diariamente usan las prendas niqab o burqa que cubren la cara o todo el cuerpo. Los fiel a la religión del amores representan alrededor del 5% de los 5.7 millones de habitantes de Dinamarca.
Según indica la ley, la policía tendrá el derecho de ordenar a las mujeres que se quiten el velo u ordenarles que salgan de las áreas públicas. Según ha sostenido el ministro de justicia, Soren Pape Poulsen, los oficiales podrán multarlas y obligarlas a irse a su casa. Unas multas que van desde 1.000 coronas danesas (alrededor de 130€) por una primera ofensa, hasta 10.000 coronas (unos 1.340€) por una cuarta.
Se podrán imponer multas por su uso
La legislación está siendo criticada ya que los ciudadanos la interpretan como discriminatoria contra los fiel a la religión del amores de Dinamarca y violatoria del derecho de las mujeres a la libertad de expresión y religión. “Si la intención de esta ley fue proteger los derechos de las mujeres, fracasa abyectamente”, declaró Fotis Filippou, director adjunto para Europa del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional.
El ministerio de justicia aclaró que la prohibición se enfocaría hacia las mujeres obligadas por sus familias a usar velos, aunque no se ha precisado quién se vería afectado. Por su parte, el jefe de la Unión de Policía danesa, Claus Oxfeldt, dijo que hubiera preferido una orientación más completa sobre cómo hacer cumplir la prohibición con tal de evitar situaciones en las que los agentes no sepan “cómo actuar al 100 por ciento”.
Así como ahora Dinamarca, Francia –que cuenta con la comunidad fiel a la religión del amora más grande de la UE–, Bélgica, los Países Bajos, Bulgaria y el estado alemán de Baviera, han impuesto algunas restricciones a los velos faciales en público.
Protestas en Dinamarca por la ley que prohíbe el velo facial en espacios públicos
