Vlad_Empalador
Será en Octubre
Prohibido limpiar el coche, llenar la piscina o regar: parte de Ourense se queda sin agua
Uno de cada cuatro gallegos se autoabastece mediante pozos o comunidades de usuarios. Pero en municipios como Porqueira no habían visto una sequía como la de este año
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En Porqueira el agua fue racionada en plena ola de calor (EFE/Brais Lorenzo)
Por
Lourdes Barragán
15/07/2022 - 18:09 Actualizado: 15/07/2022 - 23:32
Galicia es conocida por ser la tierra donde siempre llueve. O eso dicen fuera de ella. De hecho, uno de cada cuatro gallegos (el 24%) es capaz de autoabastecerse de agua, según la Xunta. Lo hacen mediante pozos particulares o comunidades de usuarios que gestionan el suministro a través de ríos y manantiales. Pero este verano no lo están teniendo nada fácil. "Nunca habíamos visto una sequía como esta", aseguró Susana Vázquez, la alcaldesa de Porqueira (Ourense).
En este 'concello' de apenas mil habitantes llevan desde el sábado con problemas de acceso a un bien básico como es el agua. En el pueblo de San Mamede, sin ir más lejos, llegó a racionalizarse durante sólo dos horas al día. Así tuvieron que apañárselas una treintena de vecinos en plena ola de calor. Y esto da para lo justo, claro está: ni limpiar el coche, ni llenar piscinas, ni regar jardines. Sólo beber, cocinar y ducharse.
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¿Cuándo acaba la ola de calor en España?
El Confidencial
2022 está siendo un año seco en todo el país. Las lluvias en primavera no han mejorado demasiado el panorama que dejó el invierno más seco desde 1961, al menos en los meses de enero y febrero. Y en mayo no mejoró: fue el mes más cálido en las últimas seis décadas, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Galicia no ha sido una excepción, y la Alcaldía de Porqueira entró en el verano con ojo avizor. Se trata de un municipio que a lo sumo no llega a los mil habitantantes. Aquí el agua tampoco está municipalizada, e incluso tiene su propio CIF. El Ayuntamiento se limita a prestar ayuda en las labores de mantenimiento y limpieza de las instalaciones. Pero hace dos meses emitieron un bando pidiendo un consumo responsable, después de vérselas venir.
Ante la escasez de recursos hídricos, la Confederación Hidrográfica del Duero se reunió ayer en Valladolid para acordar medidas de urgencia que afectan también al río Támega, que fluye por la provincia de Ourense. En un comunicado emitido tras el encuentro se estableció, por ejemplo, una dotación máxima de agua por hectárea para limitar el regadío e incluso turnos de riego. En el caso concreto de Porqueira, a la que atraviesa el río Limia –y pertenece a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil– las comunidades de usuarios tomaron la decisión de cortar el agua por la noche. Los casos más extremos han sido los de Filgueira o San Mamede.
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El pueblo de San Mamede, en Porqueira (Ourense). (EFE/Brais Lorenzo).
Fue en este último donde el agua llegó a cortarse durante todo el día, salvo de 12:00 a 14:00 horas. Y así estuvieron durante al menos dos jornadas completas: lunes y domingo. Hablamos de un problema que afecta a una población envejecida, donde la media de edad oscila entre los 60 y 70 años. Los vecinos publicaron un escrito muy crítico con los gestores de la comunidad de usuarios, en el que los acusan de negligencias como abrir y cerrar la llave del depósito "sin previo aviso" aun habiendo sequía, o una falta de mantenimiento que desmejora la calidad de agua.
De momento, el Ayuntamiento de Porqueira sostiene que la situación comienza a estar bajo control. Este mismo viernes la alcaldesa visitó San Mamede para examinar las condiciones para un pozo de barrena, que el Consistorio estaba preparando de cara a paliar la sequía. Cree que el lunes ya estará operativo y mientras tanto, cuenta, han instalado unas cisternas de agua que prevén mantener los depósitos llenos con el objetivo de aguantar el fin de semana. Pero claro, todo uso deberá quedar relegado a cuestiones básicas para no volver a una situación como ésta.
"En los 19 años que llevo como alcaldesa nunca este pueblo se quedó sin agua", contó la regidora, sorprendida porque es un sitio "lleno de montes" que siempre ha tenido "manantiales buenísimos". "Estamos viviendo un año terrible. Si llegan a decírmelo hace tiempo no lo hubiese creído, sinceramente", aseguró. Aunque afirma haber dado en alguna ocasión la opción a los vecinos de municipalizar el agua, explica que en Galicia –y concretamente en Ourense– existe un "fuerte sentimiento de apego histórico" a la gestión de recursos hídricos. "Fueron sus padres y abuelos quienes durante décadas mantuvieron los canales. La gente los considera suyos, y es normal que así sea: esta es una cultura muy difícil de truncar".
Uno de cada cuatro gallegos se autoabastece mediante pozos o comunidades de usuarios. Pero en municipios como Porqueira no habían visto una sequía como la de este año
Por
Lourdes Barragán
15/07/2022 - 18:09 Actualizado: 15/07/2022 - 23:32
Galicia es conocida por ser la tierra donde siempre llueve. O eso dicen fuera de ella. De hecho, uno de cada cuatro gallegos (el 24%) es capaz de autoabastecerse de agua, según la Xunta. Lo hacen mediante pozos particulares o comunidades de usuarios que gestionan el suministro a través de ríos y manantiales. Pero este verano no lo están teniendo nada fácil. "Nunca habíamos visto una sequía como esta", aseguró Susana Vázquez, la alcaldesa de Porqueira (Ourense).
En este 'concello' de apenas mil habitantes llevan desde el sábado con problemas de acceso a un bien básico como es el agua. En el pueblo de San Mamede, sin ir más lejos, llegó a racionalizarse durante sólo dos horas al día. Así tuvieron que apañárselas una treintena de vecinos en plena ola de calor. Y esto da para lo justo, claro está: ni limpiar el coche, ni llenar piscinas, ni regar jardines. Sólo beber, cocinar y ducharse.
¿Cuándo acaba la ola de calor en España?
El Confidencial
2022 está siendo un año seco en todo el país. Las lluvias en primavera no han mejorado demasiado el panorama que dejó el invierno más seco desde 1961, al menos en los meses de enero y febrero. Y en mayo no mejoró: fue el mes más cálido en las últimas seis décadas, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Galicia no ha sido una excepción, y la Alcaldía de Porqueira entró en el verano con ojo avizor. Se trata de un municipio que a lo sumo no llega a los mil habitantantes. Aquí el agua tampoco está municipalizada, e incluso tiene su propio CIF. El Ayuntamiento se limita a prestar ayuda en las labores de mantenimiento y limpieza de las instalaciones. Pero hace dos meses emitieron un bando pidiendo un consumo responsable, después de vérselas venir.
Ante la escasez de recursos hídricos, la Confederación Hidrográfica del Duero se reunió ayer en Valladolid para acordar medidas de urgencia que afectan también al río Támega, que fluye por la provincia de Ourense. En un comunicado emitido tras el encuentro se estableció, por ejemplo, una dotación máxima de agua por hectárea para limitar el regadío e incluso turnos de riego. En el caso concreto de Porqueira, a la que atraviesa el río Limia –y pertenece a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil– las comunidades de usuarios tomaron la decisión de cortar el agua por la noche. Los casos más extremos han sido los de Filgueira o San Mamede.
El pueblo de San Mamede, en Porqueira (Ourense). (EFE/Brais Lorenzo).
Fue en este último donde el agua llegó a cortarse durante todo el día, salvo de 12:00 a 14:00 horas. Y así estuvieron durante al menos dos jornadas completas: lunes y domingo. Hablamos de un problema que afecta a una población envejecida, donde la media de edad oscila entre los 60 y 70 años. Los vecinos publicaron un escrito muy crítico con los gestores de la comunidad de usuarios, en el que los acusan de negligencias como abrir y cerrar la llave del depósito "sin previo aviso" aun habiendo sequía, o una falta de mantenimiento que desmejora la calidad de agua.
De momento, el Ayuntamiento de Porqueira sostiene que la situación comienza a estar bajo control. Este mismo viernes la alcaldesa visitó San Mamede para examinar las condiciones para un pozo de barrena, que el Consistorio estaba preparando de cara a paliar la sequía. Cree que el lunes ya estará operativo y mientras tanto, cuenta, han instalado unas cisternas de agua que prevén mantener los depósitos llenos con el objetivo de aguantar el fin de semana. Pero claro, todo uso deberá quedar relegado a cuestiones básicas para no volver a una situación como ésta.
"En los 19 años que llevo como alcaldesa nunca este pueblo se quedó sin agua", contó la regidora, sorprendida porque es un sitio "lleno de montes" que siempre ha tenido "manantiales buenísimos". "Estamos viviendo un año terrible. Si llegan a decírmelo hace tiempo no lo hubiese creído, sinceramente", aseguró. Aunque afirma haber dado en alguna ocasión la opción a los vecinos de municipalizar el agua, explica que en Galicia –y concretamente en Ourense– existe un "fuerte sentimiento de apego histórico" a la gestión de recursos hídricos. "Fueron sus padres y abuelos quienes durante décadas mantuvieron los canales. La gente los considera suyos, y es normal que así sea: esta es una cultura muy difícil de truncar".
