eL PERRO
Palazos en las Costillas
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Recuerdo que cuando era pequeño, a veces traiamos en mi casa latas de almondigas de la marca ABRICOME, para emergencias, cuando algun dia te pillaba con prisas y no daba tiempo, pues te comias una lata de esas
Recuerdo que un familiar cogio la coña de decir que aquellas pelotitas estaban hechas con cosa pura, y que entre medias le salian "PEDAZOS DE AORTAS". Y cogio la coña de llamar a aquello, almondigas de aorta
Pues bien, aquello quedo en el olvido, como una chorrada de mi infancia. Hasta que anoche me pillo que no tenia nada decente para hacerme la cena, y por los armarios me encontre, casualmente, una lata de almondigas ABRICOME, que llevaba decadas sin probar
Asi que me la abro, me la como, (sabor bastante mediocre), y cuando voy por la tercera o cuarta, de repente me sale un puñetero tropezon en la boca, como si fuera una fruta goma. Lo escupo, me pongo a mirar a ver que huevones era, y no puedo salir de mi puñetero asombro
Era un pedazo como de TUBITO correoso, que lo cogias, y lo mirabas, y era tal cual, LITERALMENTE, un puñetero PEDAZO DE AORTA. Primero me descojone vivo, porque me vino a la mente aquella historia infantil y me salio una carcajada. Pero despues me entro una mala ostra brutal antes de echarle las mierdondigas esas al gato. Y es que hay que ser HIJO DE LA GRAN fruta pa echarle esa clase de despojos a algo que te comes. Y que lleven haciendolo con total impunidad desde hace mas de 25 años
Recuerdo que un familiar cogio la coña de decir que aquellas pelotitas estaban hechas con cosa pura, y que entre medias le salian "PEDAZOS DE AORTAS". Y cogio la coña de llamar a aquello, almondigas de aorta
Pues bien, aquello quedo en el olvido, como una chorrada de mi infancia. Hasta que anoche me pillo que no tenia nada decente para hacerme la cena, y por los armarios me encontre, casualmente, una lata de almondigas ABRICOME, que llevaba decadas sin probar
Asi que me la abro, me la como, (sabor bastante mediocre), y cuando voy por la tercera o cuarta, de repente me sale un puñetero tropezon en la boca, como si fuera una fruta goma. Lo escupo, me pongo a mirar a ver que huevones era, y no puedo salir de mi puñetero asombro
Era un pedazo como de TUBITO correoso, que lo cogias, y lo mirabas, y era tal cual, LITERALMENTE, un puñetero PEDAZO DE AORTA. Primero me descojone vivo, porque me vino a la mente aquella historia infantil y me salio una carcajada. Pero despues me entro una mala ostra brutal antes de echarle las mierdondigas esas al gato. Y es que hay que ser HIJO DE LA GRAN fruta pa echarle esa clase de despojos a algo que te comes. Y que lleven haciendolo con total impunidad desde hace mas de 25 años