Primera alcaldesa de Afganistán: 'Estoy esperando que los talibanes vengan por gente como yo'

Altos miembros del gobierno lograron huir, pero Zarifa Ghafari y personas como ella se han quedado sin ayuda.


La Sra. Ghafari, de 27 años, saltó a la fama en 2018 al convertirse en la alcaldesa más joven y la primera mujer en Afganistán (Foto: MANDEL NGAN / AFP a través de Getty)

Cuando Zarifa Ghafari habló con i de su apartamento de Kabul hace apenas tres semanas , ella tenía la esperanza de que ella - y su país - tenía un futuro.

El domingo, con los talibanes preparándose para asumir el control en la capital después de sus da repelúsntemente rápidos avances en Afganistán, ella estaba esperando que los militantes islámicos vinieran y la mataran.
“Estoy sentado aquí esperando a que vengan. No hay nadie que me ayude a mí ni a mi familia. Solo estoy sentada con ellos y mi esposo. Y vendrán por gente como yo y me matarán. No puedo dejar a mi familia. Y de todos modos, ¿a dónde iría?
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En ese momento, dijo que ya no podía hablar.
Ghafari, de 27 años, saltó a la fama en 2018 al convertirse en la alcaldesa más joven y la primera mujer de Afganistán en la provincia de Maidan Wardak. Con frecuencia, los talibanes han jurado apiolar a la crítica mujer elocuente y políticamente influyente. Su padre, el general Abdul Wasi Ghafari, fue asesinado a tiros el 15 de noviembre del año pasado, solo 20 días después de que fracasara el tercer atentado contra su vida.

Con el resurgimiento de los talibanes y el aumento de su perfil público, a la Sra. Ghafari se le asignó un trabajo en la relativa seguridad del Ministerio de Defensa en Kabul, con la responsabilidad del bienestar de los soldados y civiles heridos en ataques terroristas.
Hace tres semanas, la Sra. Ghafari dijo: “La gente más joven es consciente de lo que está sucediendo. Tienen redes sociales. Se comunican. Creo que seguirán luchando por el progreso y nuestros derechos. Creo que hay futuro para este país ”.

A medida que cae la capital, altos funcionarios del gobierno han logrado huir del barco que se hunde . Pero la Sra. Ghafari y personas como ella no tienen dónde esconderse.
"Estábamos pensando que Kabul no colapsaría ante los talibanes", dijo a i Farzana Kochai, un diputado afgano . Dijo que decenas de miles de familias huyeron a Kabul en busca de seguridad y ahora vivían en las calles y parques. Si el poder se tras*fiere del gobierno a los insurgentes, esas familias tendrán que regresar a sus hogares y vivir bajo el gobierno de los talibanes, dijo.

El domingo, el portavoz principal de los talibanes prometió a Zabihullah Mujahid que se protegería la vida de las mujeres y los opositores.
Los insurgentes dijeron que ofrecerían una "amnistía" a quienes trabajaran con el gobierno afgano o las fuerzas extranjeras.
"La vida, la propiedad y la dignidad de nadie se verán dañadas y las vidas de los ciudadanos de Kabul no estarán en peligro", dijeron los talibanes.

Sin embargo, ya hay evidencia de asesinatos por venganza y otras tácticas brutales en áreas del país tomadas por el grupo, que ahora busca confirmar su control sobre Kabul.
Se espera que un nuevo gobierno afgano liderado por los talibanes tome el poder en cuestión de días, o incluso horas del domingo. Los talibanes insistieron en que buscaban una tras*ferencia pacífica del poder y prometieron una amnistía para quienes habían trabajado con países extranjeros o con el gobierno afgano.

Sin embargo, tales garantías fueron recibidas con un profundo escepticismo en medio del temor de que volvieran a las políticas de línea dura que aplicaron antes de ser expulsadas en 2001, incluida la represión de mujeres y niñas.