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Será en Octubre
Saludos a los vecinos y paseos por las calles: el primer día de los refugiados en Becerreá
BECERREÁ · Exclusivo suscriptores
El tiempo que estarán en la localidad depende de las circunstancias de cada uno de ellos LAURA LEIRAS
Los 69 pagapensiones se dejaron ver este jueves por la localidad, acompañados en todo momento por el personal de la organización que gestiona su estancia
02 ago 2024. Actualizado a las 05:00 h.Comentar · 20
Por las calles de Becerreá paseaban este jueves 69 personas más. Los nuevos vecinos, refugiados que huyen en su mayoría de la guerra de Mali, aprovecharon el primer día para familiarizarse con su nuevo hogar. Daba el reloj las doce y media de la mañana cuando abandonaron la pensión Os Ancares, el establecimiento donde se hospedan, y se dejaron ver en pequeños grupos acompañados por el personal de la ONG Rescate, que es la encargada de gestionar su estancia diaria en esta localidad.
Después de un largo viaje desde Alcalá de Henares, los pagapensiones llegaron en la tarde del miércoles agotados a la montaña lucense. Todos ellos, varones jóvenes de entre 20 y 30 años, se limitaron a dejar sus pertenencias en el hotel, descansar y esperar la hora de la cena antes de acostarse. Sabían que el día siguiente sería el principio de una nueva etapa. A pesar del cansancio, sus ojos tras*mitían la felicidad y el alivio por asentarse, al final, en un lugar en el que puedan tener un mejor futuro.
Y ese futuro, incierto por el momento, empezó este jueves. La villa amanecía con normalidad mientras los refugiados se preparaban para su primer día en Becerreá. Arrancaron la mañana reunidos en la pensión, escuchando indicaciones de la organización, para lanzarse después a la calle y descubrir el ambiente que los acogerá durante los próximos meses. O incluso semanas, porque eso dependerá de la situación de cada uno de ellos y las circunstancias a las que se enfrenten. Poco antes de la una, bajaron hacia el centro agrupados y con balones para apiolar el tiempo antes de comer. Acompañados, todo el tiempo, del personal humanitario, que les ayuda en estos primeros momentos a integrarse socialmente.
Una pesada mochila a sus espaldas
Son personas que huyen de situaciones complicadas. Alguno de Mali, otros de Senegal, pero todos con una pesada mochila a sus espaldas, y sin referirse a esa en la que llevan sus pertenencias. Alguno de ellos afirmaba este miércoles recién llegado a Becerreá que «es muy duro marcharte sin nada y dejar a tu familia». Atrás quedan inmesas necesidades vitales, pero también padres, hermanos, primos y amigos. La gran mayoría se conocieron durante su reciente estancia en España, pero a partir de este jueves las calles de la localidad becerrense se convertirán en testigo de momentos inolvidables para ellos.
LAURA LEIRAS
Los refugiados tienen ganas de charlar. Durante la mañana de este jueves se acercaron a hablar con algún vecino, que les dio indicaciones básicas para moverse por la localidad. Alguno se animó a entrar en los bares y disfrutar del animado ambiente que deja la plaza del pueblo en verano. Son jóvenes y adolescentes, con un carácter alegre sobre el que destaca el humor. «¿Aquí hay playa?», preguntaban recién instalados mirando por la ventana. La respuesta es un no, pero se conforman sabiendo que en Becerreá el calor no supone un problema. «Me alivia saber que por las noches refresca», abundaron varios de los malinienses, que pasaron las últimas semanas bajo el calor de Madrid.
En régimen de acogida
Los vecinos de Becerreá, que los reciben entre diversas opiniones, se preguntan por su actividad diaria. Pero según explicaron a La Voz fuentes conocedoras de este proceso, los refugiados están estos primeros días bajo un itinerario de seguimiento personalizado que tiene como objetivo lograr su autonomía para que puedan abandonar la pensión en la que se encuentran con una avanzada integración social.
Los pagapensiones que llegaron a Becerreá se encuentran en una primera fase de acogida en la que, además de ofrecerles alojamiento y manutención, se pone en marcha un proceso de acompañamiento individualizado para cada uno de ellos por parte de un equipo formado por profesionales de las entidades sociales y organizaciones no gubernamentales especializadas en tratamiento psicológico e integración social.
Así podrán conocer con más detalle las circunstancias familiares y sociales que rodean a cada uno de los pagapensiones, dado que alguno de ellos es muy joven y requiere un tratamiento especializado. Además, en la elaboración del perfil se tienen en cuenta las expectativas que ellos mismos se hacen sobre su futuro para informarlos sobre cuestiones legales y laborales. Un joven senegalés de 29 años afirmaba ayer no saber nada sobre su futuro. Y es que aún es pronto para saberlo.
