TequilaFandango
Madmaxista
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La crisis económica que enfrenta Venezuela y el control de cambio de divisas, han convertido a éste país en uno de los mayores usuarios de dinero virtual.
En las principales ciudades, existen centros de ocio y locales nocturnos y bares de copas que están inmersos en el más actual panorama tecnológico.
Así fué como surgió la idea de una pareja de jóvenes venezolanos, Jorge y Tania, que en el corazón de Caracas crearon un club de alterne que cobraba en criptomonedas. Parece complicado, pero cualquiera con un móvil podía descargar unas cuantas de sus criptomonedas favoritas para pagar cualquier tipo de servicio.
Éso sí, si lo que deseaban era llevarse a una chica a una de las habitaciones de arriba, o a su propia casa, debían primero descargarse una aplicación, creada por la propia Tania, sobre contratos inteligentes que servía para establecer los términos del encuentro picante.
En el local trabajaba Emy, una veinteañera que por su simpatía y buen humor,se había ganado el cariño de todos, en especial de Jorge y Tania, que tenían especial cuidado de los clientes que se la acercaban, incluso aunque éstos hubieran aceptado los términos del contrato inteligente. La cuestión es que un día un hombre de metro ochenta que siempre llevaba gabardina,gafas oscuras y sombrero, como si fuera por la vida con una vpn física, se acercó a ella. Jorge y Tania al verlo decidieron preguntar sobre él. Sólo consiguieron saber que la gente le tenía por una especie de hacker y que se hacía llamar Ryu.
Emy se acercó a los dos con una oferta que le había hecho el tal Ryu. Una cantidad increíble de Monero. Vaya. Y sólo por llevársela una noche a su casa, era mucha pasta, tal y como cotizaba Monero en ése momento. Pero se negaba a firmar el contrato, quería hacer otras cosas con Emy al llevarla a su casa,aunque la había prometido que no sería nada peligroso. Jorge y Tania querían aceptar, pero no podían decírselo así a Emy, además la tenían verdadero cariño, así que lo dejaron en sus manos. Ella aceptó y Jorge y Tania la prometieron un porcentaje más alto de las ganancias, Emy se iba a forrar.
Se fué con Ryu. Un escalofrío recorrió los cuerpos de Jorge y Tania cuando les vieron salir por la puerta. Un mal presentimiento.
A la siguiente noche Emy no apareció por el local, ni a la siguiente, ni a ninguna, había desparecido. Lo denunciaron, pero no sé podía hacer nada. El sujeto era un misterio, su identidad desconocida y no se podía rastrear el pago, lo había efectuado con Monero.
Emy, la joven veinteañera a la que todo el mundo quería, se había convertido en la primera víctima de la Cryptoprostitución.
En las principales ciudades, existen centros de ocio y locales nocturnos y bares de copas que están inmersos en el más actual panorama tecnológico.
Así fué como surgió la idea de una pareja de jóvenes venezolanos, Jorge y Tania, que en el corazón de Caracas crearon un club de alterne que cobraba en criptomonedas. Parece complicado, pero cualquiera con un móvil podía descargar unas cuantas de sus criptomonedas favoritas para pagar cualquier tipo de servicio.
Éso sí, si lo que deseaban era llevarse a una chica a una de las habitaciones de arriba, o a su propia casa, debían primero descargarse una aplicación, creada por la propia Tania, sobre contratos inteligentes que servía para establecer los términos del encuentro picante.
En el local trabajaba Emy, una veinteañera que por su simpatía y buen humor,se había ganado el cariño de todos, en especial de Jorge y Tania, que tenían especial cuidado de los clientes que se la acercaban, incluso aunque éstos hubieran aceptado los términos del contrato inteligente. La cuestión es que un día un hombre de metro ochenta que siempre llevaba gabardina,gafas oscuras y sombrero, como si fuera por la vida con una vpn física, se acercó a ella. Jorge y Tania al verlo decidieron preguntar sobre él. Sólo consiguieron saber que la gente le tenía por una especie de hacker y que se hacía llamar Ryu.
Emy se acercó a los dos con una oferta que le había hecho el tal Ryu. Una cantidad increíble de Monero. Vaya. Y sólo por llevársela una noche a su casa, era mucha pasta, tal y como cotizaba Monero en ése momento. Pero se negaba a firmar el contrato, quería hacer otras cosas con Emy al llevarla a su casa,aunque la había prometido que no sería nada peligroso. Jorge y Tania querían aceptar, pero no podían decírselo así a Emy, además la tenían verdadero cariño, así que lo dejaron en sus manos. Ella aceptó y Jorge y Tania la prometieron un porcentaje más alto de las ganancias, Emy se iba a forrar.
Se fué con Ryu. Un escalofrío recorrió los cuerpos de Jorge y Tania cuando les vieron salir por la puerta. Un mal presentimiento.
A la siguiente noche Emy no apareció por el local, ni a la siguiente, ni a ninguna, había desparecido. Lo denunciaron, pero no sé podía hacer nada. El sujeto era un misterio, su identidad desconocida y no se podía rastrear el pago, lo había efectuado con Monero.
Emy, la joven veinteañera a la que todo el mundo quería, se había convertido en la primera víctima de la Cryptoprostitución.
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