PRESENTADOR DE LA SECTA Y SUS COMENTARIOS DE HINTELECTUÁ

El ridículo de Iñaki López


Iñaki López es un presentador bien conocido por estos pagos debido a su época televisiva en la ETB, cuando no por su actual actividad como presentador de La Sexta. Alguien con una pata en la ETB y otra en La Sexta difícilmente, por lo demás, puede sorprender demasiado en cuanto su discurso y su posicionamiento ideológico. O sea, teóricamente quizá podría, pero desde luego Iñaki López no es la excepción que confirma la regla.

El caso es que don Iñaki muestra una actividad significativa en su cuenta de Twitter, con los peligros que eso conlleva. Así, por ejemplo, estos días pasados publicaba dos tuits merecidamente reseñables sobre el Descubrimiento de América y las palabras del Papa Francisco, pidiendo perdón por los errores cometidos. Interesa sin embargo saber exactamente lo que dijo que el Papa, porque la gran mayoría de los políticos y periodistas, no digamos los inquietos pobladores de las redes sociales, no han leído la carta del Papa que contiene las palabras con la supuesta petición de perdón por el Descubrimiento o la Evangelización que se están debatiendo. Lo que dijo el Papa Francisco es esto:

“Para fortalecer las raíces es preciso hacer una relectura del pasado, teniendo en cuenta tanto las luces como las sombras que han forjado la historia del país. Esa mirada retrospectiva incluye necesariamente un proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado, que han sido muy dolorosos. Por eso, en diversas ocasiones, tantos mis antecesores como yo mismo, hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización. En esa misma perspectiva, tampoco se pueden ignorar las acciones que, en tiempos más recientes, se cometieron contra el sentimiento religioso cristiano de gran parte del Pueblo mexicano, provocando con ello un profundo sufrimiento. Pero no evocamos los dolores del pasado para quedarnos ahí, sino para aprender de ellos y seguir dando pasos, vistas a sanar las heridas, a cultivar un diálogo abierto y respetuoso entre las diferencias, y a construir la tan anhelada fraternidad, priorizando el bien común por encima de los intereses particulares, las tensiones y los conflictos”.

https://www.cem.org.mx/SantaSede/3917-Carta-del-Papa-Francisco-con-motivo-de-la-Consumación-de-la-Independencia.html

Si nos fijamos exactamente en lo dicho por el Papa, simplemente habla de “reconocer los errores cometidos en el pasado” y de pedir “perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización”. En realidad, resulta muy difícil no estar de acuerdo con el Papa. En primer lugar pide perdón por la parte que le puede tocar a la Iglesia, y de esa parte por “los errores cometidos en el pasado”, que por otra parte no especifica particularmente. ¿Quién no comete errores y qué sentido tendría no pedir perdón por ellos? ¿Cómo no estar de acuerdo con esto? ¿De qué forma podría ser cristiano pensar lo contrario? Obviamente esto no tiene nada que ver, como parece que pretenden algunos, con condenar globalmente el Descubrimiento y la Evangelización o todo lo hecho por los de una orilla bendiciendo a la par todo lo hecho por los de la otra. Ya puestos, si nos fijamos, podría entenderse que el Papa incluso mete una pullita indirecta al gobierno mexicano por la Guerra de los Cristeros. Pero el Papa tampoco está en eso ni en el enfrentamiento sino en la fraternidad católica entre los pueblos.

Como comentaristas destacados de las palabras del Papa tenemos, como avanzábamos, a personas tan distintas y distantes como Iñaki López o Ayuso. Ayuso comentó que “A mí me sorprende que un católico que habla español hable así a su vez de un legado como el nuestro, que fue llevar precisamente el español, y a través de las misiones, el catolicismo y, por tanto, la civilización y la libertad al continente americano”.




Da toda la impresión de que Ayuso ha leído los periódicos pero no las palabras exactas del Papa, porque como resulta evidente el Papa no ha condenado la Evangelización ni el legado de Occidente trasladado a América a través de los españoles, sino en todo caso los errores cometidos a lo ancho y a lo largo de semejante empresa llena de aciertos.

Aquí es cuando toca citar a Iñaki López, que seguro que tampoco leyó las palabras del Papa y encima vio aparecérsele la oportunidad de criticar en una misma jornada a Ayuso y al Papa. Al Papa por, pese a pedir perdón, no haberse flagelado lo suficiente por todos los horrores del Descubrimiento, y Ayuso por ser una “hereje” al discutir los dicho por el Papa.



Respecto a lo primero, lo cierto es que para los odiadores del Descubrimiento no puede resultar tan complicado regresar a la idílica época anterior al Descubrimiento. Es decir, avanzar seis siglos es complicado pero retrocederlos resulta sencillísimo. No tienen más que renunciar mañana mismo a todo lo que no supiera o no tuviera un azteca en el año 1492, y empezar a progresar a partir de ahí o quedarse allí en aquella situación ideal.

Los discursos facilones contra el Descubrimiento, por lo demás, resultan a menudo un tanto sorprendentes y paradójicos. ¿Pero no resulta siempre estupendo para la gente de en lugar que la gente de otra cultura llegue en masa en embarcaciones a sus costas? ¿En qué quedamos?

Desde luego le quitamos el oro a Moctezuma, pero no a los mexicanos, o digamos a los aztecas. Los aztecas de la clase de tropa eran unos pobres desgraciados que no tenían forma de ver el oro más que en las muñecas de sus señores de origen divino. Es decir, nosotros le quitamos el oro a Moctezuma pero Moctezuma no tenía el oro porque le había tocado el Euromillón, sino porque él a su vez se lo había quitado a sus siervos y a sus enemigos, a los que por cierto los aztecas esclavizaban, sacrificaban a sus dioses y hasta se los comían. En realidad todo esto es una tontería como que Italia tuviera que pedir perdón por la romanización, cosa que por otro lado y curiosamente nadie plantea, y eso que América se romanizó a través de nosotros. Había gladiadores y crucifixiones, por supuesto, pero también filosofía, derecho, escuelas, baños, vías, puentes, acueductos, ciencia, literatura.

Tampoco es justo que Iñaki López pida cuentas a los españoles del siglo XV por las enfermedades que pudieron tras*mitir los conquistadores. O sea, por momentos parece que López echa la culpa a los españoles de la existencia de la gripe, la viruela, la difteria, el tifus, la peste, el sarampión… se entiende perfectamente que la ETB lo quisiera en su equipo. Sin embargo, ¿Cómo llegaron a España todas estas enfermedades? ¿Las generamos todas aquí o a su vez a nosotros nos las trajeron de fuera? ¿Y qué reprocha Iñaki López a la gente del siglo XV? ¿Qué no se quedaran todos los humanos encerrados en sus respectivos países? ¿Acaso además piensa que en América no existían bichito ni bacterias hasta la llegada de los españoles? Es todo ridículo. Y hablando de ridículo, malamente puede reprochar a los conquistadores que fueran unos contagiadores quien ya en pleno siglo XXI, en vez de alertar a sus espectadores y seguidores, como un negacionista de primera generación se dedicaba a desinformarlos, a decirles que el cobi19 era un catarrillo del que no merecía la pena preocuparse, y a descalificar a todo el que pensara otra cosa. Como para pedir responsabilidad a la gente del siglo XV sin haberlas asumido él mismo por lo que acaba de pasar con la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.



El ridículo del presentador de La Sexta no acabó ahí, de hecho dejamos lo mejor para el final. López no tuvo mejor ocurrencia para descalificar a Ayuso que decirle que era una hereje por discutir al Papa, porque según la teología católica el Papa es infalible en todo lo que dice y opina y todo lo que sale de su boca es un dogma.



Claramente Iñaki López desconoce por completo la teología católica, en realidad los principios más elementales del catolicismo. Por otro lado sabrá él si Ayuso es católica. Lo que en cambio debería conocer un poco es la teología católica si va a hablar sobre ella, o siquiera por culturilla general. El Papa sólo es infalible, según la doctrina católica, cuando habla ex cathedra, ocasión solemne que sólo ha sucedido con algunos papas, con escasa frecuencia a lo largo de la historia, sobre apenas un puñado de cuestiones. Si el Papa Francisco habla sobre si es mejor Messi o Cristiano se puede estar tranquilamente en desacuerdo con él, por ejemplo. También se puede estar en desacuerdo con el Papa cuando aborda determinadas cuestiones económicas y políticas. Incluso en muchas cuestiones estrictamente religiosas se puede tener una opinión, una sensibilidad o unas preferencias distintas de las del Papa. Otra cosa es que en cuestiones religiosas, como es lógico, el Papa hable con todo el criterio, la autoridad y el conocimiento no sólo del que es cabeza de la Iglesia, sino del que tiene a los mejores consejeros en estos asuntos. Pero eso no significa que todo lo que diga el Papa en asuntos religiosos sea dogma o lo diga ex cathedra, sino que sin duda lo dice con más autoridad y conocimiento que nosotros, no digamos que Iñaki López.

Como conclusión al hilo de todo este debate podría establecerse que, como han ilustrado Iñaki López y muchos otros personajes que se han destacado en este debate aunque no hayan sido citados en este escrito, nuestro sistema educativo presenta lagunas de proporciones preocupantes tanto en historia como en cultura religiosa. Si no para otra cosa, unas pocas clases de religión, sin descartar que las hubiera recibido sin aprovechamiento alguno, le hubieran salvado a Iñaki López de haber hecho un ridículo espantoso. Podemos establecer como un dogma indiscutible bajo pena de acusación de herejía que saber quiénes eran Caín y Abel, o Noé y Matusalén, o qué significa que un Papa hable ex cathedra, no es sólo una cuestión de religión, sino de cultura general.

Menudo owned se han tragado algunos, y ahí siguen con la matraca