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Mossad - NAFO
Tres argentinas fueron echadas por las autoridades de migraciones en el último mes. Desde el Gobierno aseguran que se trabaja para terminar con las restricciones de ingreso al país ibérico
El 20 de septiembre, la profesora salteña Gilda Di Fonzo fue detenida en el aeropuerto de Barajas y horas después le informaron que se había liberado la orden de deportación. El 10 de octubre, María Cecilia Tonón fue invitada a España por un catedrático de ese país y becada por el Ministerio de Educación. Sin embargo denunció que fue demorada en un sótano del aeropuerto de Madrid y "expulsada" sin fundamentos. Tan solo tres días después, Victoria Di Salvo, una empleada doméstica rosarina, intentó entrar a esa nación para visitar a su hija y fue retenida en el aeropuerto de Barajas.
El canciller Héctor Timerman reveló al respecto en su cuenta de twitter: “Trabajamos con España para terminar con las restricciones de ingreso. No creo justo aplicar aquí medidas que rechazamos por discriminatorias".
Estos tres casos acrecientan la preocupación del país por el maltrato proveniente de España. Además de la humillación sentida por estas tres mujeres, deben sumarse las pérdidas de tiempo y dinero debido a esta situación. Tampoco hay que olvidar las consecuencias provenientes de tal situación estresante.
Victoria Di Salvo, una empleada doméstica rosarina, intentó entrar a esa nación para visitar a su hija y fue retenida en el aeropuerto de Barajas. Deseaba quedarse tres meses, pero un empleado de Migraciones le dijo de muy mala manera "en ningún país del mundo le dan a una mucama tantos días de vacaciones".
Di salvo reveló que fueron "las 48 horas más patéticas" de su vida.
La mujer, casada y con tres hijos, aclaró que no tiene ninguna intención de emigrar de la Argentina, aunque cuando arribó al aeropuerto de Barajas fue detenida y "tratada como delincuente", en un viaje que según ella se pagó "ahorrando peso a peso, porque cuesta mucho".
La desconfianza de los empleados españoles fue tal, que no pudo evitar sentirse rebajada y desvalorizada, hasta discriminada. "¿Tiene pasaporte?, ¿pasaje de ida y vuelta? ¿Por qué viene tantos días? ¿Trabaja usted?", preguntó el funcionario, mientras que Di Salvo respondió: "Sí, en un sanatorio desde hace 18 años. Por eso me dan tantos meses de vacaciones".
Di Salvo pasó allí "dos días de angustia", se bañó y se secó "la única ropa interior que tenía con un secador de manos", al tiempo que le pidió a su hija, que reside en España, que llamara a su trabajo y al hotel reservado para que envíen mails con las pruebas de lo que decía.
"Me dijeron que vaya al Ministerio de Asuntos Exteriores en Buenos Aires y me dieron un papel con lo que debía viajar. Aún no entiendo en qué fallé", concluyó.
María Cecilia Tonón calificó de "bochornoso" el episodio en diálogo por Radio 10, y admitió que le provocó trastornos en su embarazo de tres meses, que perdió. "Fui demorada e incomunicada cuatro horas y despachada en el avión y ni siquiera me dieron a mí el pasaporte sino que se lo dieron al jefe de cabina”, comentó.
"Además del pasaporte de rigor, yo necesitaba una carta de presentación y era toda la documentación que presenté pero igualmente no me dejaron entrar", aseguró.
María Cecilia fue invitada a España por un catedrático de ese país y becada por el Ministerio de Educación. Sin embargo denunció que fue demorada en un sótano del aeropuerto de Madrid y "expulsada" sin fundamentos. "El jefe de la policía me dijo que yo podía hablar con la Embajada y quien decidía era la policía española", contó a C5N.
"Acá parece que un reconocimiento de una beca es un trastorno, ¿yo debería haber mentido y decir que era turista?", remarcó. "Faltaba que me lleven esposada, dos policía me devolvieron al avión", dijo Tonón.
"Además del pasaporte de rigor, yo necesitaba una carta de presentación y era toda la documentación que presenté pero igualmente no me dejaron entrar", comentó la profesora Tonón por C5N.
El 20 de septiembre fue el primero de los casos de este último tiempo. La profesora Gilda Di Fonzo, docente de la Universidad Nacional de Salta, viajó por una beca de estudios y cuando arribó a Barajas fue arrestada.
Al llegar a la salteña le pidieron la visa estudiantil que no era necesaria, y que por lo tanto no poseía.
Le pusieron un abogado gratuito que, luego de revisar los papeles, indicó que estaba todo en orden pero que ya se había emitido la orden de deportación, por lo tanto el regreso a la Argentina era obligatorio.
Junto con ella fue deportada una niña de 9 años que iba a ver a su progenitora que vive en España y le envió los pasajes, pero sólo pudieron tener contacto visual a través de un vidrio.
Aumenta la preocupación por las deportaciones desde España - Infobae.com
Crédito Foto: Gentileza: SIN MORDAZA | NOTICIAS SANTA FE - Clarín.com
El 20 de septiembre, la profesora salteña Gilda Di Fonzo fue detenida en el aeropuerto de Barajas y horas después le informaron que se había liberado la orden de deportación. El 10 de octubre, María Cecilia Tonón fue invitada a España por un catedrático de ese país y becada por el Ministerio de Educación. Sin embargo denunció que fue demorada en un sótano del aeropuerto de Madrid y "expulsada" sin fundamentos. Tan solo tres días después, Victoria Di Salvo, una empleada doméstica rosarina, intentó entrar a esa nación para visitar a su hija y fue retenida en el aeropuerto de Barajas.
El canciller Héctor Timerman reveló al respecto en su cuenta de twitter: “Trabajamos con España para terminar con las restricciones de ingreso. No creo justo aplicar aquí medidas que rechazamos por discriminatorias".
Estos tres casos acrecientan la preocupación del país por el maltrato proveniente de España. Además de la humillación sentida por estas tres mujeres, deben sumarse las pérdidas de tiempo y dinero debido a esta situación. Tampoco hay que olvidar las consecuencias provenientes de tal situación estresante.
Victoria Di Salvo, una empleada doméstica rosarina, intentó entrar a esa nación para visitar a su hija y fue retenida en el aeropuerto de Barajas. Deseaba quedarse tres meses, pero un empleado de Migraciones le dijo de muy mala manera "en ningún país del mundo le dan a una mucama tantos días de vacaciones".
Di salvo reveló que fueron "las 48 horas más patéticas" de su vida.
La mujer, casada y con tres hijos, aclaró que no tiene ninguna intención de emigrar de la Argentina, aunque cuando arribó al aeropuerto de Barajas fue detenida y "tratada como delincuente", en un viaje que según ella se pagó "ahorrando peso a peso, porque cuesta mucho".
La desconfianza de los empleados españoles fue tal, que no pudo evitar sentirse rebajada y desvalorizada, hasta discriminada. "¿Tiene pasaporte?, ¿pasaje de ida y vuelta? ¿Por qué viene tantos días? ¿Trabaja usted?", preguntó el funcionario, mientras que Di Salvo respondió: "Sí, en un sanatorio desde hace 18 años. Por eso me dan tantos meses de vacaciones".
Di Salvo pasó allí "dos días de angustia", se bañó y se secó "la única ropa interior que tenía con un secador de manos", al tiempo que le pidió a su hija, que reside en España, que llamara a su trabajo y al hotel reservado para que envíen mails con las pruebas de lo que decía.
"Me dijeron que vaya al Ministerio de Asuntos Exteriores en Buenos Aires y me dieron un papel con lo que debía viajar. Aún no entiendo en qué fallé", concluyó.
María Cecilia Tonón calificó de "bochornoso" el episodio en diálogo por Radio 10, y admitió que le provocó trastornos en su embarazo de tres meses, que perdió. "Fui demorada e incomunicada cuatro horas y despachada en el avión y ni siquiera me dieron a mí el pasaporte sino que se lo dieron al jefe de cabina”, comentó.
"Además del pasaporte de rigor, yo necesitaba una carta de presentación y era toda la documentación que presenté pero igualmente no me dejaron entrar", aseguró.
María Cecilia fue invitada a España por un catedrático de ese país y becada por el Ministerio de Educación. Sin embargo denunció que fue demorada en un sótano del aeropuerto de Madrid y "expulsada" sin fundamentos. "El jefe de la policía me dijo que yo podía hablar con la Embajada y quien decidía era la policía española", contó a C5N.
"Acá parece que un reconocimiento de una beca es un trastorno, ¿yo debería haber mentido y decir que era turista?", remarcó. "Faltaba que me lleven esposada, dos policía me devolvieron al avión", dijo Tonón.
"Además del pasaporte de rigor, yo necesitaba una carta de presentación y era toda la documentación que presenté pero igualmente no me dejaron entrar", comentó la profesora Tonón por C5N.
El 20 de septiembre fue el primero de los casos de este último tiempo. La profesora Gilda Di Fonzo, docente de la Universidad Nacional de Salta, viajó por una beca de estudios y cuando arribó a Barajas fue arrestada.
Al llegar a la salteña le pidieron la visa estudiantil que no era necesaria, y que por lo tanto no poseía.
Le pusieron un abogado gratuito que, luego de revisar los papeles, indicó que estaba todo en orden pero que ya se había emitido la orden de deportación, por lo tanto el regreso a la Argentina era obligatorio.
Junto con ella fue deportada una niña de 9 años que iba a ver a su progenitora que vive en España y le envió los pasajes, pero sólo pudieron tener contacto visual a través de un vidrio.
Aumenta la preocupación por las deportaciones desde España - Infobae.com