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ESCÁNDALOS DE CORRUPCIÓN EN BRUSELAS
Populares y socialistas evitan que un 'Marruecosgate' coja fuerza en Europa
El Pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer una resolución de condena por el Qatargate en la que el PP y el PSOE se movilizaron para tumbar una referencia a jovenlandia
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Una furgoneta de la Policía belga, junto al Parlamento Europeo. (EFE/Stephanie Lecocq)
Por Nacho Alarcón. Bruselas
17/12/2022 - 05:00
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores
El ya conocido como Qatargate ha empezado a extenderse en las últimas horas a jovenlandia. Cada vez está más claro que la red que operaba en la Eurocámara y que tenía al eurodiputado socialista italiano Pier-Antonio Panzeri como cerebro no se limitaba únicamente a intentar influir a favor de los intereses de Doha, sino también de Rabat. Así lo señala la orden europea de arresto emitida por las autoridades belgas para el arresto de la mujer y la hija de Panzeri en Italia y que se ha visto filtrada a medios de ambos países, y así lo ha confesado también Francesco Giorgi, el antiguo asistente del eurodiputado socialista y pareja de la eurodiputada griega Eva Kaili, hasta esta semana vicepresidenta del Parlamento Europeo.
Sin embargo, a pesar de que las pruebas conocidas por la opinión pública que vinculan a Qatar con la red de sobornos son muy similares a las que apuntan a jovenlandia, populares y socialistas españoles y europeos se han movilizado para tumbar una enmienda con la que se intentaba incluir una referencia a Rabat en la resolución que el Pleno de la Eurocámara votó este jueves sobre el Qatargate.
Detenidas un centenar de personas en París y 60 en Bruselas tras ganar jovenlandia en Qatar
EFE
La enmienda la presentaron Sira Rego y Manu Pineda, de Izquierda Unida, y era aséptica: "Expresa su profunda preocupación por las denuncias de que jovenlandia también ha intentado influir en diputados, antiguos diputados y miembros del personal del Parlamento Europeo mediante actos de corrupción; pide la aplicación de medidas en consonancia con las aplicadas a los representantes de los intereses de Qatar mientras se llevan a cabo las investigaciones".
Rego explica a El Confidencial que se redactó sobre la marcha en una semana en las que el goteo de noticias era permanente. El objetivo era que el Parlamento tomara nota también de las apariciones en prensa del factor jovenlandés. "Hay que, como mínimo, poner un poco de atención", señala la eurodiputada, subrayando que se trataba de una enmienda "prudente" para no dejar a Rabat fuera del radar.
Ni 'Qatargate', ni 'Fifagate': esto es lo que quiere de nosotros el emirato irreductible
Ernesto Torrico Giulio Maria Piantadosi
Pero no salió adelante. Obtuvo 238 votos a favor frente a las 253 en contra. Los diputados españoles del Partido Popular Europeo (PPE) y los socialdemócratas (S&D) votaron en bloque por tumbar la enmienda. Si los miembros españoles de ambas bancadas hubieran cambiado el sentido de su voto, la resolución habría incluido una referencia a jovenlandia. Los eurodiputados de Ciudadanos, Jordi Cañas, José Ramón Bauzá, Maite Pagazaurtundúa, Adrián Vázquez Lázara, Soraya Rodríguez, Susana Solís y Eva Maria Poptcheva, han votado en bloque a favor, como también lo han hecho Izaskun Bilbao, del PNV, los propios Rigo y Pineda de IU, Miguel Urbán de Anticapitalistas, el ecologista Ernest Urtasun o los eurodiputados de Esquerra Republicana, Diana Riba y Jordi Sole. También votó a favor la delegación de Vox.
La explicación que dan las fuentes populares es que ellos habían negociado con socialistas y con liberales un texto para la resolución y que habían pactado que no presentarían ninguna enmienda ni aceptarían las enmiendas presentadas por ningún otro grupo. Señalan que dedicaron muchas horas a trabajar sobre la resolución, pero la versión popular deja claro que los grandes partidos dejaron a jovenlandia fuera de la resolución desde el primer momento. Los socialistas admiten la existencia de ese acuerdo, y admiten también que, sin embargo, sí decidieron votar algunas enmiendas sobre tras*parencia, rompiendo así el pacto con los populares, pero decidieron rechazar la enmienda sobre jovenlandia.
Todavía es pronto para medir en profundidad el efecto que sobre la Eurocámara tiene la aparición de Rabat en el escándalo. Ha sido una semana muy difícil en el Parlamento Europeo, en la que no ha habido debates en profundidad, pero la primera oportunidad de tratar a jovenlandia de la misma manera que a Qatar se ha rechazado.
La influencia jovenlandés
No hacen falta bolsas de dinero y grandes regalos para extender de forma efectiva tu influencia. Las autoridades belgas creen que Panzeri sí recibió importantes regalos y que su relación especial con Abderrahim Atmoun, embajador en Polonia, era clave en la trama. Que había alguien, llamado "el gigante", que era un contacto del eurodiputado italiano, que estuvo activo entre 2005 y 2019, y que una vez fuera de la institución, Rabat podía canalizar pagos hacia su socio a través de la ONG que había creado, Fight Impunity ("Lucha contra la Impunidad"). Pero la influencia jovenlandés en la institución es más profunda.
El lobby es legal en las instituciones europeas, siempre que se cumplan con una serie de registros y requisitos. Y el lobby alauí es conocido por todo el mundo en Bruselas. Rabat se juega mucho en la capital comunitaria, como demuestra la presión que ejerce sobre la cuestión del acuerdo pesquero UE-jovenlandia, que ha sido tumbado por la justicia europea, precisamente haciendo referencia al otro asunto más sensible para el reino de Mohamed VI: el Sáhara Occidental.
Eurodiputados españoles del Partido Popular y de los socialistas han defendido históricamente una relación especial con jovenlandia y han estado en algunas ocasiones en primera fila de esa defensa férrea. Hasta el punto de que los grupos que a lo largo de los años han intentado sacar adelante resoluciones críticas con el reino alauí se han encontrado con un muro. Y muchos de ellos destacan el lado socialista, ya que los votos de los socialdemócratas eran suficientes en muchas ocasiones para poder avanzar en textos críticos. Las historias de bloqueos, broncas y sospechas son habituales desde hace años.
Ya a lo largo de la semana, Ana Gomes, antigua eurodiputada socialista portuguesa, apuntaba a la conexión entre Panzeri y jovenlandia. "No solamente Qatar. jovenlandia también debe haber estado financiando a Panzeri y sus amigos desde hace tiempo en el Parlamento Europeo para frustrar resoluciones sobre el Sáhara Occidental y los derechos humanos en jovenlandia. No puedo ni contar las peleas que tuvimos sobre estos asuntos", escribía esta semana en redes sociales.
Urbán, uno de los eurodiputados que ha votado a favor de la enmienda, ha explicado en los últimos días que la noticia de la implicación jovenlandés en la trama de Panzeri no ha sido una sorpresa. "Es un comentario generalizado que, durante las sesiones plenarias, la embajada jovenlandés tiene prácticamente una oficina permanente en el bar de eurodiputados", publicaba en Twitter.
La resolución sobre el uso de menores en la frontera jovenlandés con Ceuta ha sido uno de los pocos casos en los que ha sido posible sacar adelante un texto crítico con Rabat en los últimos años en la Eurocámara y sus impulsores estuvieron sometidos a mucha presión por parte de otros negociadores.
La influencia va bastante más allá de los españoles. Por ejemplo, Frédérique Ries, vicepresidenta de los liberales, ha llegado a estar en un cargo no remunerado en una ONG de defensa de jovenlandia, aunque ella asegura que desconocía la financiación alauí, y también aparece como administradora de la Euromeda Foundation, una fundación ahora inactiva, pero que fue cofundada hace unos años por un antiguo ministro jovenlandés, Mohamed Cheikh Biadillah. Ries ha votado en contra de esta enmienda que incluía a jovenlandia en la resolución.
El portal EUObserver apunta a que la fundación se instaló en una oficina cerca de la Eurocámara que era de la consultora Hill & Knowlton. Rabat era el principal cliente de esta consultora y su director ejecutivo de estrategia, Alain Berger, fue también secretario general de la fundación Euromeda. Una compleja telaraña con la que el reino alauí asegura su presencia y su influencia en distintas capas del ecosistema europeo. Para terminar de completar el cuadro general, el presidente era Gilles Pargneaux, eurodiputado francés hasta 2019, que lideraba también el llamado "grupo de amistad" con jovenlandia.
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Una furgoneta de la Policía belga, junto al Parlamento Europeo. (EFE/Stephanie Lecocq)
Por Nacho Alarcón. Bruselas
17/12/2022 - 05:00
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores
El ya conocido como Qatargate ha empezado a extenderse en las últimas horas a jovenlandia. Cada vez está más claro que la red que operaba en la Eurocámara y que tenía al eurodiputado socialista italiano Pier-Antonio Panzeri como cerebro no se limitaba únicamente a intentar influir a favor de los intereses de Doha, sino también de Rabat. Así lo señala la orden europea de arresto emitida por las autoridades belgas para el arresto de la mujer y la hija de Panzeri en Italia y que se ha visto filtrada a medios de ambos países, y así lo ha confesado también Francesco Giorgi, el antiguo asistente del eurodiputado socialista y pareja de la eurodiputada griega Eva Kaili, hasta esta semana vicepresidenta del Parlamento Europeo.
Sin embargo, a pesar de que las pruebas conocidas por la opinión pública que vinculan a Qatar con la red de sobornos son muy similares a las que apuntan a jovenlandia, populares y socialistas españoles y europeos se han movilizado para tumbar una enmienda con la que se intentaba incluir una referencia a Rabat en la resolución que el Pleno de la Eurocámara votó este jueves sobre el Qatargate.
Detenidas un centenar de personas en París y 60 en Bruselas tras ganar jovenlandia en Qatar
EFE
La enmienda la presentaron Sira Rego y Manu Pineda, de Izquierda Unida, y era aséptica: "Expresa su profunda preocupación por las denuncias de que jovenlandia también ha intentado influir en diputados, antiguos diputados y miembros del personal del Parlamento Europeo mediante actos de corrupción; pide la aplicación de medidas en consonancia con las aplicadas a los representantes de los intereses de Qatar mientras se llevan a cabo las investigaciones".
Rego explica a El Confidencial que se redactó sobre la marcha en una semana en las que el goteo de noticias era permanente. El objetivo era que el Parlamento tomara nota también de las apariciones en prensa del factor jovenlandés. "Hay que, como mínimo, poner un poco de atención", señala la eurodiputada, subrayando que se trataba de una enmienda "prudente" para no dejar a Rabat fuera del radar.
Ni 'Qatargate', ni 'Fifagate': esto es lo que quiere de nosotros el emirato irreductible
Ernesto Torrico Giulio Maria Piantadosi
Pero no salió adelante. Obtuvo 238 votos a favor frente a las 253 en contra. Los diputados españoles del Partido Popular Europeo (PPE) y los socialdemócratas (S&D) votaron en bloque por tumbar la enmienda. Si los miembros españoles de ambas bancadas hubieran cambiado el sentido de su voto, la resolución habría incluido una referencia a jovenlandia. Los eurodiputados de Ciudadanos, Jordi Cañas, José Ramón Bauzá, Maite Pagazaurtundúa, Adrián Vázquez Lázara, Soraya Rodríguez, Susana Solís y Eva Maria Poptcheva, han votado en bloque a favor, como también lo han hecho Izaskun Bilbao, del PNV, los propios Rigo y Pineda de IU, Miguel Urbán de Anticapitalistas, el ecologista Ernest Urtasun o los eurodiputados de Esquerra Republicana, Diana Riba y Jordi Sole. También votó a favor la delegación de Vox.
La explicación que dan las fuentes populares es que ellos habían negociado con socialistas y con liberales un texto para la resolución y que habían pactado que no presentarían ninguna enmienda ni aceptarían las enmiendas presentadas por ningún otro grupo. Señalan que dedicaron muchas horas a trabajar sobre la resolución, pero la versión popular deja claro que los grandes partidos dejaron a jovenlandia fuera de la resolución desde el primer momento. Los socialistas admiten la existencia de ese acuerdo, y admiten también que, sin embargo, sí decidieron votar algunas enmiendas sobre tras*parencia, rompiendo así el pacto con los populares, pero decidieron rechazar la enmienda sobre jovenlandia.
Todavía es pronto para medir en profundidad el efecto que sobre la Eurocámara tiene la aparición de Rabat en el escándalo. Ha sido una semana muy difícil en el Parlamento Europeo, en la que no ha habido debates en profundidad, pero la primera oportunidad de tratar a jovenlandia de la misma manera que a Qatar se ha rechazado.
La influencia jovenlandés
No hacen falta bolsas de dinero y grandes regalos para extender de forma efectiva tu influencia. Las autoridades belgas creen que Panzeri sí recibió importantes regalos y que su relación especial con Abderrahim Atmoun, embajador en Polonia, era clave en la trama. Que había alguien, llamado "el gigante", que era un contacto del eurodiputado italiano, que estuvo activo entre 2005 y 2019, y que una vez fuera de la institución, Rabat podía canalizar pagos hacia su socio a través de la ONG que había creado, Fight Impunity ("Lucha contra la Impunidad"). Pero la influencia jovenlandés en la institución es más profunda.
El lobby es legal en las instituciones europeas, siempre que se cumplan con una serie de registros y requisitos. Y el lobby alauí es conocido por todo el mundo en Bruselas. Rabat se juega mucho en la capital comunitaria, como demuestra la presión que ejerce sobre la cuestión del acuerdo pesquero UE-jovenlandia, que ha sido tumbado por la justicia europea, precisamente haciendo referencia al otro asunto más sensible para el reino de Mohamed VI: el Sáhara Occidental.
Eurodiputados españoles del Partido Popular y de los socialistas han defendido históricamente una relación especial con jovenlandia y han estado en algunas ocasiones en primera fila de esa defensa férrea. Hasta el punto de que los grupos que a lo largo de los años han intentado sacar adelante resoluciones críticas con el reino alauí se han encontrado con un muro. Y muchos de ellos destacan el lado socialista, ya que los votos de los socialdemócratas eran suficientes en muchas ocasiones para poder avanzar en textos críticos. Las historias de bloqueos, broncas y sospechas son habituales desde hace años.
Ya a lo largo de la semana, Ana Gomes, antigua eurodiputada socialista portuguesa, apuntaba a la conexión entre Panzeri y jovenlandia. "No solamente Qatar. jovenlandia también debe haber estado financiando a Panzeri y sus amigos desde hace tiempo en el Parlamento Europeo para frustrar resoluciones sobre el Sáhara Occidental y los derechos humanos en jovenlandia. No puedo ni contar las peleas que tuvimos sobre estos asuntos", escribía esta semana en redes sociales.
Urbán, uno de los eurodiputados que ha votado a favor de la enmienda, ha explicado en los últimos días que la noticia de la implicación jovenlandés en la trama de Panzeri no ha sido una sorpresa. "Es un comentario generalizado que, durante las sesiones plenarias, la embajada jovenlandés tiene prácticamente una oficina permanente en el bar de eurodiputados", publicaba en Twitter.
La resolución sobre el uso de menores en la frontera jovenlandés con Ceuta ha sido uno de los pocos casos en los que ha sido posible sacar adelante un texto crítico con Rabat en los últimos años en la Eurocámara y sus impulsores estuvieron sometidos a mucha presión por parte de otros negociadores.
La influencia va bastante más allá de los españoles. Por ejemplo, Frédérique Ries, vicepresidenta de los liberales, ha llegado a estar en un cargo no remunerado en una ONG de defensa de jovenlandia, aunque ella asegura que desconocía la financiación alauí, y también aparece como administradora de la Euromeda Foundation, una fundación ahora inactiva, pero que fue cofundada hace unos años por un antiguo ministro jovenlandés, Mohamed Cheikh Biadillah. Ries ha votado en contra de esta enmienda que incluía a jovenlandia en la resolución.
El portal EUObserver apunta a que la fundación se instaló en una oficina cerca de la Eurocámara que era de la consultora Hill & Knowlton. Rabat era el principal cliente de esta consultora y su director ejecutivo de estrategia, Alain Berger, fue también secretario general de la fundación Euromeda. Una compleja telaraña con la que el reino alauí asegura su presencia y su influencia en distintas capas del ecosistema europeo. Para terminar de completar el cuadro general, el presidente era Gilles Pargneaux, eurodiputado francés hasta 2019, que lideraba también el llamado "grupo de amistad" con jovenlandia.
Populares y socialistas evitan que un 'Marruecosgate' coja fuerza en Europa
