PP y VOX suman mayoría absoluta. (97+80=177 escaños)

La crisis comienza a pasar factura a Pedro Sánchez. La inflación desbocada, las protestas masivas en la calle y la enorme conflictividad en sectores clave como el tras*porte o la alimentación se traducen ya en una pérdida de apoyos del primer partido del Gobierno, que en solo dos semanas ha perdido 11 escaños y 485.000 electores, hasta situarse en los 102 diputados, 18 menos que en 2019. Aunque el PSOE volvería a ser el más votado si se celebraran hoy las elecciones generales, la última encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial augura una victoria clara del bloque de la derecha, con 177 representantes, 97 para el PP y 80 para Vox. Los márgenes entre los tres partidos, sin embargo, se han estrechado hasta el extremo, separados por menos de cuatro puntos porcentuales en intención de voto.
Así se benefician los partidos del reparto territorial
El sondeo, realizado entre el 14 y el 25 de marzo, recoge un periodo especialmente complicado para los socialistas. La huelga de los camioneros, la protesta del mundo rural en Madrid o el giro inesperado sobre el Sáhara han castigado con dureza las expectativas electorales del PSOE. Su principal problema es que, a diferencia de otras oleadas del Observatorio Electoral, en esta ocasión sus pérdidas no benefician a sus socios. Todo lo asumen los partidos de la derecha y los nacionalistas, con un retroceso de la izquierda que hace imposible cualquier suma o cábala ante una hipotética investidura. Las más de 1.300 entrevistas, no obstante, se cerraron antes del Consejo Europeo del pasado viernes o del anuncio de las medidas extraordinarias por parte del Ejecutivo, con actuaciones como la ayuda de 20 céntimos para el combustible o la subida del ingreso mínimo vital, entre otras.
El contexto actual hace más mella en el PSOE que en Unidas Podemos. Si hace dos semanas los socialistas cogían algo de aire ante la ambigüedad de sus socios por la guerra de Ucrania, acercándose a su marca de las elecciones de 2019, ahora viven un nuevo retroceso, perdiendo parte del terreno ganado. El 25,5% supone su segundo peor dato de la serie. Unidas Podemos prácticamente calca el último resultado y sube una décima, hasta el 10,1%, con un diputado más (25).

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El escenario político ha cambiado notablemente. PSOE, PP y Vox están al borde de un empate a tres. El partido de Sánchez solo aventaja a los populares (23,6%) en 1,9 puntos. Y estos, a su vez, apenas sacan el 1,6% a los de Santiago Abascal (22). "Cualquier pequeña oscilación en las próximas oleadas puede invertir el orden de las posiciones en el podio", declara Ignacio Varela, director del Observatorio Electoral.
La derecha crece
El PP empieza a ver un halo de luz al final del túnel tras cerca de un mes de caída por el conflicto entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. A menos de una semana para que Alberto Núñez Feijóo sea confirmado oficialmente como nuevo presidente, el partido ha avanzado del 22,2% de hace dos semanas al 23,6%, logrando 340.000 votantes y seis escaños más. Sin embargo, aunque sigue por encima de los 89 representantes que obtuvo Casado en 2019, el resultado de este sondeo no termina de satisfacer sus expectativas electorales. Por un lado, porque sigue lejos de su techo en el Observatorio Electoral, del pasado 27 de octubre, cuando llegó al 28% de los apoyos y 120 diputados. Pero sobre todo porque la amenaza del sorpaso de Vox es cada vez más plausible.
Vox cuenta con los votantes más fieles
Especialmente significativos son los cerca de 600.000 votantes que el PP pierde en el intercambio directo con los de Abascal, cuyo ascenso no cesa. "Mientras el PP no recupere terreno en esa frontera, es improbable que despegue para ganar las elecciones con cierta claridad", añade Ignacio Varela. El único alivio en Génova es que la descomposición de Ciudadanos les otorga un colchón extra, al recibir más de 750.000 electores de los naranjas.
Santiago Abascal, en cambio, mantiene su velocidad de crucero, ganando cinco escaños y 315.000 votos respecto de la última encuesta. Los votantes de Vox, de hecho, son los más fieles de entre todos los partidos: casi el 90% de los que lo apoyaron hace dos años y medio se inclina por repetir papeleta. Justo detrás aparece el PSOE, que cuenta con una tasa del 71%, pero ha perdido un 30% de sus apoyos desde entonces, contando tanto a los que cambian de formación como a los que se decantan por la indecisión o la abstención. La clasificación la completan el PP (68,5%), Más País (65,6%) y Unidas Podemos (61%), con Ciudadanos como farolillo rojo. Oleada tras oleada, los naranjas dan un paso más hacia su defunción e Inés Arrimadas solo retiene al 15% de sus electores de noviembre de 2019.

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La distancia entre los bloques no ha parado de crecer. La derecha (PP, Vox y Ciudadanos), que aglutina el 47,6% de los votos, alcanza su mejor marca en el Observatorio Electoral, mientras que la izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más País) toca su suelo hasta la fecha, con el 37,1%. En solo dos semanas, paralelas al creciente hartazgo social por la acumulación de crisis, los márgenes prácticamente se han duplicado, pasando de los 5,8 puntos del 16 de marzo a los 10,5 de ahora.
La buena salud de la derecha se reconoce en casi todas las comunidades. Con la única excepción de las históricamente nacionalistas, no hay una sola circunscripción en España en la que el bloque de la izquierda supere a sus rivales en intención de voto. En términos individuales, el primer partido del Gobierno es el más votado en 14 territorios, mientras que los populares lo son en 21 y Vox en 10. Según esta encuesta, ERC y PNV ganarían en tres, respectivamente, y Teruel Existe, en una. PSOE y PP se mantienen todavía a la cabeza, beneficiados por la distribución de los escaños.

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Esta tendencia desemboca en una clara victoria de la derecha, que con 177 escaños no tendría ningún problema ante una futura investidura. El Gobierno de coalición de PP y Vox, no obstante, tampoco se presenta como una cuestión sencilla con estos números, habida cuenta de que tanto Alberto Núñez Feijóo como Santiago Abascal estarían en una situación casi idéntica, muy distinta a la del PSOE y Unidas Podemos actualmente. El partido ultraconservador estaría en condiciones de exigir una alianza paritaria, al aportar el 48% de los votos y el 45% de los diputados. Un extremo inasumible para los populares. Otra opción, aunque mucho más remota, es que el dirigente gallego y Sánchez pactaran que gobierne el más votado, como ya se ha planteado internamente para aislar a los extremos a izquierda y derecha.
Después de varias encuestas al alza, el espacio nacionalista sufre una merma, con un descenso de EH-Bildu y JxCAT, aunque todavía es pronto para considerarlo una tendencia o sacar conclusiones. De lo que ya no hay duda es de que Ciudadanos va camino de convertirse en una fuerza extraparlamentaria. Los de Arrimadas se mantienen en el 2% a nivel nacional, con una estimación de voto del 2,6% en Madrid. Su medio millón de electores no bastaría para obtener representación.

Se supone que PP+VOX no es posible con Feijoo. O eso ha dicho.

Otra cosa es que cuando se vea a un pacto de ser presidente él o de darle la presidencia a Sánchez cambie la cosa, ya veremos...