No tienen por qué. Simplemente pueden hacerlo y algunos lo hacen. Tú eliges si ello te molesta o no. En estos momentos estás eligiendo sentirte mal, lo cual es contraproducente.
Tu problema parte de que 1) exiges a los demás cómo han de comportarse, lo cual es irracional, pues no tienes poder para obligarlos a cumplir tus demandas, y por lo tanto 2) si no se comportan como deseas que lo hagan te sientes mal, ofendido, cabreado, indignado.
En mi caso, nunca me cabreo ni ofendo. Como resultado de mi filosofía, ni siquiera me indigné cuando mi país fue invadido y atacado por una potencia extranjera. Estaba dispuesto a ir a la guerra con todo para contribuir a detenerlos, y lo hice, pero no los odiaba. Odiaba lo que estaban haciendo.