Ando buscando piso y la verdad que el panorama en el 90% de la obra nueva, más allá del precio, es desesperante.
Pisos de 3 habitaciones en 80 metros cuadrados útiles, cuando hace 30 o 40 años la obra nueva de similares características venía con 90-100 metros cuadrados útiles por norma general (no era raro verlos de 105 o 110 tampoco), y los de 80 eran mirados con desprecio y vistos como micropisos.
Hoy en día es desesperante. Cocinas ridículas, ocasionalmente fusionadas con el salón para dar una falsa sensación de más espacio. Baños que parecen zulos, sin capacidad de almacenamiento y casi ni de maniobra, y eso que ya ninguno trae bañera. Habitaciones donde metes una cama y ya te has comido todo el espacio, ocasionalmente con armarios empotrados de un tamaño ridículo. De hueco para lavadora o una terraza amplia ya ni hablamos, como mucho aspiras a un pequeño tendedero... Lo único que se salva, y no siempre, son los salones. Hasta los garajes vienen a veces con unas plazas que dan vergüenza ajena, que a poco que tengas algo más que un Citroën C3 ya tienes que aparcar con mil ojos para no rozar con nada.
Que se haga esto en lugares como Barcelona, que tienes el espacio acotado por el crecimiento de una ciudad que está enclavada entre las montañas y el mar, pues bueno, no es sano ni la mejor alternativa, pero puede llegar a ser comprensible. Pero que se esté haciendo en ciudades de la meseta con espacio para aburrir, es delictivo.
¿Hasta qué punto nos van a empobrecer?
Pisos de 3 habitaciones en 80 metros cuadrados útiles, cuando hace 30 o 40 años la obra nueva de similares características venía con 90-100 metros cuadrados útiles por norma general (no era raro verlos de 105 o 110 tampoco), y los de 80 eran mirados con desprecio y vistos como micropisos.
Hoy en día es desesperante. Cocinas ridículas, ocasionalmente fusionadas con el salón para dar una falsa sensación de más espacio. Baños que parecen zulos, sin capacidad de almacenamiento y casi ni de maniobra, y eso que ya ninguno trae bañera. Habitaciones donde metes una cama y ya te has comido todo el espacio, ocasionalmente con armarios empotrados de un tamaño ridículo. De hueco para lavadora o una terraza amplia ya ni hablamos, como mucho aspiras a un pequeño tendedero... Lo único que se salva, y no siempre, son los salones. Hasta los garajes vienen a veces con unas plazas que dan vergüenza ajena, que a poco que tengas algo más que un Citroën C3 ya tienes que aparcar con mil ojos para no rozar con nada.
Que se haga esto en lugares como Barcelona, que tienes el espacio acotado por el crecimiento de una ciudad que está enclavada entre las montañas y el mar, pues bueno, no es sano ni la mejor alternativa, pero puede llegar a ser comprensible. Pero que se esté haciendo en ciudades de la meseta con espacio para aburrir, es delictivo.
¿Hasta qué punto nos van a empobrecer?