Desde el momento en que se aceptó que un mujer era igual a un hombre, se rompieron las barreras. A partir de ese salto, fue más fácil admitir que un neցro es igual a un blanco.
La pregunta es... ¿La idea de que el hombre y la mujer no son iguales, y los blancos y neցros tampoco (lo que era el pensamiento universal antes de los años 50...) es realmente una apreciación equivocada y sin fundamento? O por el contrario... ¿es nuestra moderna cultura la que vive una disonancia cognitiva para no contradecir la ideología dominante en la postguerra europea?