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Lonchafinista
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Por qué hay chicas que son fans de los asesinos en serie
De Charles Manson a Miguel Carcaño, recibieron cartas y propuestas de amor estando en la guandoca. Este curioso fenómeno fan se conoce como 'hibristofilia'
Por
Ada Nuño
19/11/2022 - 05:00
Enamoradas del malo. En la teoría quizá daría para escribir varias novelas románticas, pero en la práctica suena escalofriante. Muchas personas quedaron absolutamente consternadas cuando hace unos años se filtró que Miguel Carcaño, el presunto malo de Marta del Castillo, recibía "cartas de amor y regalos" en la guandoca. Según los expertos, las redes sociales han aumentado esta extraña romantización del malo.
De hecho, el caso de Carcaño no es aislado. Charles Manson también recibía cartas de amor y propuestas de matrimonio en la guandoca, y algunas personas se tatuaron los rostros de los dos asesinos de Columbine poco después de la matanza. En Estados Unidos, de hecho, las amantes de los asesinos en serie son conocidas como 'killer groupis', y han visto un repunte reciente con la serie de Netflix basada en Jeffrey Dahmer. No es raro encontrar en Twitter perfiles de personas dedicados al malo, con vídeos 'homenaje' bastante perturbadores. Incluso, algunas personas han comenzado a alzar la voz indicando que para evitar la romantización de estas figuras se deberían contratar actores "menos guapos" que los interpreten.
Mucho se ha teorizado al respecto, teniendo en cuenta que cada cierto tiempo surgen noticias acerca del 'nuevo preso más guapo del mundo', como Jeremy Meeks, que pasó de ser arrestado a convertirse en modelo. De hecho, muchos psicólogos han calificado estas conductas con nombres curiosos como hibristofilia o síndrome de Bonny y Clyde.
Muchos psicólogos han calificado estas conductas con nombres curiosos como hibristofilia o síndrome de Bonny y Clyde
"¿Son simplemente chicas sencillas que han confundido los conceptos de 'chico malo' y 'celebridad' de una manera patológica?", se preguntaba hace poco el psiquiatra Robert King en un artículo publicado en 'Psychology Today'. "La respuesta es más compleja de lo que parece a primera vista. De hecho, hay dos tipos diferentes de estas hibristófilas: las primeras son, por decirlo de una manera sencilla, algo así como fanáticas de One Direction. Las segundas, sin embargo, eran mucho más turbias: tenían una extraña obsesión por el dolor y el miedo de las víctimas y no querían (como las primeras) que el objeto de su fetiche se reformase, sino que deseaban unirse a él".
A pesar de ello, poseen una serie de rasgos comunes como el sentirse atraídas por estas figuras debido a su poder y su capacidad de subvertir las normas, además de tener un extraño concepto desdichado y oscuro de lo que es el romanticismo, quizá influidas por las películas y novelas de ese estilo. También hay un cierto interés por la fama que pueda reportar la relación e incluso para algunas personas que en el pasado tuvieron relaciones turbulentas o tóxicas, es una manera de perpetuar ese tipo de relaciones.
Dos tipos de asesinos
Sorprendentemente, varios estudios también han analizado el fenómeno de los asesinatos en masa llevados a cabo casi exclusivamente por protagonistas masculinos. De nuevo, este tipo de caracteres se dividen en dos clases: los más jóvenes tienen antecedentes de enfermedades mentales, suelen negarse a ir al instituto y carecen de relaciones, lo que les conlleva un sentimiento de frustración (especialmente con las mujeres). Los segundos eran más peculiares, pues solían tener trabajo, no tenían problemas de salud mental, pero estaban a punto de perderlo todo, sumidos en una espiral descendente.
¿Son fantasías sin mayor peligro más allá del morbo o realmente estas mujeres buscan, en algún momento, reunirse con los objetos de su deseo?
¿Son fantasías sin mayor peligro más allá del morbo o realmente estas mujeres buscan, en algún momento, reunirse con los objetos de su deseo? Es difícil predecirlo, pues se trata sin duda de un tema complejo y difícil de comprender para aquellas personas que no sienten este tipo de atracción. Pero, sin duda, es una muestra de la atracción por el riesgo y si se sigue estudiando más a fondo dará muchas respuestas acerca de determinados comportamientos sociales.
