"Por qué es importante tocar la punta de los pies con las manos"

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Por qué es importante tocar la punta de los pies con las manos | Zen | EL MUNDO

Por qué es importante tocar la punta de los pies con las manos

GEMA GARCÍA MARCOS
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6 nov. 2017 10:19

El atleta Chema Martínez intenta llegar a tocar al suelo con las manos. JOSÉ S. GUTIÉRREZ
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"Ahí estáis... ¡cada día más cerca! Queridos dedos de los pies, que durante tanto tiempo he contemplado desde la distancia, preparaos porque estoy a punto de tocaros con vuestros colegas de las manos", proclama Chema Martínez. A los 46 años, alejado ya de la elite profesional pero tan a "a puñetero tope como siempre", el atleta se ha fijado un nuevo reto en su trepidante vida deportiva mejorar su flexibilidad: "Confieso que, durante esos 18 años que competí en alto nivel, no estiraba demasiado.

Creo que, en parte, porque prefería ponerme en manos del fisio o utilizar otros medios de recuperación como las inmersiones en agua fría. Además, en mi modalidad -fondo- el acortamiento de los músculos no es tan malo. Sin embargo, ahora, tras entrenar o competir, tengo que dedicar un tiempo a hacer estiramientos porque cada vez acuso más esa rigidez en mis músculos y articulaciones".

El corredor madrileño ha encontrado en el yoga el balón de oxígeno que necesita tras meterse uno de esos palizones diarios que tanta satisfacción -y sufrimiento- le siguen reportando. "Para mí, por mi edad y mi nivel de actividad física, resulta básico potenciar la flexibilidad al máximo. Tras el ejercicio, es fundamental dar al cuerpo esta oportunidad de oro para volver a la normalidad. Hacer yoga me cuesta muchísimo, por mi excesiva rigidez, pero me hace sentir muy bien, más ligero e incluso he mejorado mi postura corporal gracias a él", confiesa.Yogui y corredora, Ana Casadevante sostiene que "no hace falta ser flexible para hacer yoga, sino que su práctica con regularidad nos ayuda a serlo. Se trata de admitir las propias limitaciones y ejercitar el cuerpo desde el cariño, no forzarlo o intentar domarlo".

BENEFICIOS

¿Qué se consigue al mejorar la elasticidad de nuestros músculos a través de esta disciplina? "Enviar más sangre a las articulaciones, tanto a las no utilizadas durante el ejercicio como a las dañadas por la sobrecarga; tomar conciencia de nuestra postura e incrementar nuestra capacidad pulmonar", responde Casadevante.

Gracias a todos estos efectos benefactores, resulta más sencillo "prevenir lesiones, acelerar la recuperación muscular tras la práctica de deporte, reducir las pulsaciones y el número de respiraciones por minuto y, por extensión, mejorar la función de nuestros órganos internos (sistema digestivo, respiratorio, endocrino...)". En el caso concreto de los 'runners', la finalidad principal de ganar flexibilidad es potenciar y alargar la zancada.

"Para ello hay que trabajar, sobre todo, las caderas y la parte posterior de las piernas", asegura. Pero, volviendo al nuevo reto de Chema Martínez... ¿realmente es tan importante llegar a tocarse la punta de los pies con los dedos de las manos como nos decían en el colegio cuando éramos pequeños? Parece ser que sí, pero no por el mero hecho en sí de conseguirlo -y posar para la fotografía-, sino porque denota un estado de forma determinado. Según han puesto de relieve varios estudios, entre ellos el elaborado en 2015 por Masato Nishiwaki, Haruka Yonemura, Kazumichi Kurobe y Naoyuki Matsumoto -publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos y dado a conocer por la BBC-, no ser capaz de hacerlo podría ser el síntoma de una rigidez arterial en personas de mediana edad, lo cual no quiere decir necesariamente que exista un riesgo real de llegar a padecer un problema cardíaco.

Grandes olvidados en nuestros entrenamientos por esa manida de excusa de la falta de tiempo, los estiramientos deberían formar parte de nuestras rutinas diarias ya que, tan importante o más que quemar grasa o lucir un cuerpo fuerte, es que nuestros músculos estén lo suficientemente flexibles para poder responder a la actividad del día a día. Sólo de esa forma, lograremos ejecutar con una mayor solvencia movimientos tan cotidianos como levantarnos de la cama, recoger un objeto que se nos ha caído del suelo o estirarnos para subir nuestro equipaje en el maletero de un avión. Según la 'Guía de Educación Física para una Vida Saludable y Activa' canadiense, es recomendable realizar trabajos específicos de flexibilidad un mínimo de cuatro días a la semana y nunca deberían de obviarse tras un entrenamiento. La duración de cada sesión dependería de la disponibilidad y la motivación de cada uno pero, en cualquier caso, no resulta conveniente que sea inferior a cinco minutos.

Cada postura ha de mantenerse unos 20 segundos -sin que llegue a resultar dolorosa en ningún momento- y repetirse en tres ocasiones (con 20 segundos de descanso entre una repetición y otra). En el citado documento de buenas prácticas, los expertos aconsejan estirar escuchando los mensajes de nuestro cuerpo, sin forzarlo, ni someterle a un estrés innecesario. Cada grupo muscular requiere una dedicación especial para alcanzar los máximos beneficios posibles y lo más indicado es estirarlos en caliente, tras una actividad cardiovascular.

En este mismo aspecto incide el Colegio Americano de Medicina del Deporte que señala la importancia de "llevar a cabo un calentamiento adecuado para aumentar la temperatura corporal antes de realizar una sesión de estiramientos", explica Eduardo Fernández Ozcorta, coordinador de Escuela Deporte (Grupo Dogesport). Fernández Ozcorta también recuerda la polémica suscitada en torno a los beneficios reales del denominado 'stretching': "Independientemente de la controversia, cualquier forma de ejercicio que se practique dentro de unos márgenes saludables siempre será positivo". Queridos dedos de los pies, preparaos, porque Chema Martínez y los lectores de ZEN estamos dispuestos, a partir de hoy, a saludaros cada día con la yema de vuestros colegas de la mano. ¡Namaste!
 
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