¿Por que el ateismo es un producto europeo/cristiano?

Pues eso, ni neցros, ni jovenlandeses, ni chinos, ni turcochinos ni cagaplayas han desarrollado el concepto de ateismo. Solo los cristianos lo han hecho.
No es cierto.

Muchos chinos y cagaplayas son ateos, siguen filosofías tradicionales pero sin creer en Dios ni dedidad alguna.

En la Antigua Grecia, Roma, etc. Tambien.

Y entre los árabes en la Edad Media tambien habia ateos y tuvieron epocas de libertad.
 
Pues eso, ni neցros, ni jovenlandeses, ni chinos, ni turcochinos ni cagaplayas han desarrollado el concepto de ateismo. Solo los cristianos lo han hecho.

En la India había pensadores materialistas que negaban a los dioses.

En China también.

Los jovenlandeses prohíben el ateísmo por algo.
 
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En la India había corrientes materialistas que negaban a los dioses.

En China también.

Los jovenlandeses prohíben el ateísmo por algo.

Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī (en árabe أبو العلاء المعري Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī, nombre completo أبو العلاء أحمد بن عبد الله بن سليمان التنوخي المعري Abū al-ʿAlāʾ Aḥmad ibn ʿAbd Allāh ibn Sulaimān al-Tanūẖī al-Maʿarrī, Maʿarra, 973 - Maʿarra, 1058)[1] fue un filósofo y poeta árabe ciego,[2][3] controvertido racionalista en su tiempo por atacar los dogmas de la religión y rechazar que el islam tuviera el monopolio de la verdad.


Al-Maʿarri enseñaba que la religión era una «fábula inventada por los antiguos», inútil excepto para quienes explotan a las masas crédulas.[6]

No supongas que las declaraciones de los profetas son verdad: todas son inventos. Los hombres vivían cómodamente hasta que llegaron los profetas y arruinaron la vida de todos. Los libros sagrados son solo un conjunto de cuentos inútiles.[7]
Al-Maʿarri criticó muchos de los dogmas del Islam, como la Hajj, a lo que él llamaba "el viaje de un pagano".[8]

Rechazó la revelación divina.[9] Su credo era la filosofía y el ascetismo para lo cual la razón sirve de guía jovenlandesal y la virtud es la recompensa.[10]


Su escepticismo religioso y su antirreligiosidad se expresan en un poema en el que aparece la frase:

Los habitantes de la tierra se dividen en dos categorías: unos, inteligentes pero sin religión; otros, religiosos, pero sin inteligencia.
Al Ma'arri[12



Ateos ha habido en todas las grandes civilizaciones.
 
En la India había pensadores materialistas que negaban a los dioses.

En China también.

Los jovenlandeses prohíben el ateísmo por algo.

Algunas filosofias asiaticas eran ateas.

Filosofías asiáticas antiguas​

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En Asia, la vida contemplativa no centrada en la idea de los dioses comenzó en el siglo VI a. C. con el taoísmo (en China) y con el crecimiento del yainismo, el budismo y algunas corrientes ateas de la medicina áiurveda (en la India).

Aunque estos sistemas de creencias afirmaban una vía salvadora filosófica no centrada en el culto a dioses, la tradición popular en algunas de las ramas realizaba un culto a divinidades, llamadas a espíritus y otras tradiciones folclóricas. De hecho, el conjunto de escrituras más completo y antiguo, el Canon Pali acepta como reales a los seres divinos, los dioses védicos (en el Rig-veda) y otros dioses, el renacimiento, el paraíso y el infierno. Mientras que las deidades no son necesarias para el objetivo de la salvación en el budismo, lo cierto es que no se cuestionaban.

Yainismo​

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Aunque los yainas consideran su tradición como algo eterno, el yainismo puede datarse en los tiempos de Parshua (que vivió en el siglo IX a. C.), y más seguramente de Majavirá (religioso del siglo IV a. C. posiblemente contemporáneo de Buda Gautama). En el yainismo se cree que el mundo es eterno y carece de principio. No existe una divinidad personal, y todas las posibles divinidades ―las almas de los perfectos arjat (divinidades humanas), por ejemplo― no son emanación ni manifestación de ninguna divinidad apofática ni de ninguna unidad (el todo o absoluto), conceptos y realidades que son igualmente negadas y rechazadas en el yainismo junto con la de un dios creador.

Hinduismo​

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Dentro de las doctrinas astika (‘ortodoxas’) del hinduismo, tanto la escuela sankhia como la mimamsa no aceptan un dios creador.

Según su tradición, el texto principal de la escuela sankhia, el Sankhia-karika, fue escrito por Íshuara Krishná en el siglo IV, cuando se trataba de una escuela predominante. Los orígenes de la escuela son más antiguos y se han perdido en la leyenda. La escuela fue a la vez dualista y atea. Creían en una existencia dual de prakriti (‘naturaleza’) y Púrusha (‘varón’, espíritu) y no tiene lugar para Íshvara (‘el mejor dueño’, ‘el más grande controlador’, Dios)2 argumentando que la existencia de Íshvara no puede demostrarse y por lo tanto no puede admitirse que exista. La escuela era importante entre las doctrinas hinduistas en ese momento, pero comienza su decadencia en el siglo X, y sus últimos comentarios se datan en el siglo XVI.

El texto fundacional de la escuela mimamsa son los Purva-mimamsa-sutras de Yaimini (siglo III a. C. a siglo I a. C.). La escuela alcanzó su apogeo en el siglo VIII y durante un tiempo en la Edad Media tuvo una clara influencia en el pensamiento hinduista.

La escuela mimamsa responde a sus preguntas primarias sobre la naturaleza del dharma según una interpretación estrecha de los Vedas (textos del [[II milenio a. C.]]) Sus principios fundamentales eran el ritualismo (ortopraxis), el antiascetismo y antimisticismo. Los primeros mimamsakas creían en un adrishta (‘invisible’) que resulta de la práctica de karmas (‘trabajos’) y no veían la necesidad de un Íshvara (‘señor’, Dios) en su sistema. La doctrina mimamsa todavía continúa en algunas ramificaciones de las escuelas de pensamiento hinduista actual.

Taoísmo​

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El pensamiento filosófico taoísta surge en la antigua China aproximadamente en el siglo IV a. C., de la mano del sabio Lao-Tsé, quien planteaba una línea de pensamiento contemplativa y retrospectiva sobre la base de la observación de los fenómenos cosmológicos que lo llevaron a desarrollar una concepción metafísica naturalista.

Si bien Lao-Tsé no era un materialista absoluto, su metafísica partía de la idea de que un orden natural cosmodinámico había originado la materia en consecuencia de los cambios cíclicos y mutacionales de la energía, la cual en sí misma es inmaterial pero puede materializarse y adoptar formas, tal como todo en la naturaleza lo hace mediante la sucesión dialéctica del Yin y Yang. Siendo la Energía (chi) el motor universal de la constante fluidez del cambio, puede entenderse a la energía como la forma en que se manifiesta el Tao, que según esta concepción taoísta, es el Tao el concepto que representa el origen y Caos primordial de toda la existencia, siendo así el elemento abstracto de la fuente primordial generadora de la naturaleza y la existencia, tanto en su significado cosmológico y físico como en sus argumentos filosóficos, ideológicos y metafísicos.

De esta forma, el taoísmo plantea un origen abstracto e inmaterial acerca de la cosmogonía al partir desde el Tao, y una constante metafísica y energética a la que llama chi, pero todos estos elementos metafísicos no son considerados sobrenaturales ya que se los entiende como la propia forma de la naturaleza en su esencia más pura, y de la cual se conformó la materia física por sus propias tras*formaciones naturales, y no por la intervención de alguna deidad ni de ninguna otra personificación teísta, motivo por el cual el taoísmo se muestra en contra de la lealtad al mandato del cielo que autoproclamaban los monarcas chinos para justificar su derecho divino de gobernar.

Pese a que el taoísmo original de Lao-Tsé, Chuang-Tsé, y de sus continuadores, era una forma de pensamiento filosófico antiteísta, los posteriores líderes religiosos de la antigua China volcaron elementos taoístas a la religión tradicional china, siendo ese sincretismo el que masivamente se difundió como la forma de taoísmo religioso, el cual presenta creencias animistas y teístas donde los creyentes rinden culto a distintas divinidades y espíritus, los cuales corresponden a la tradición folclórica y no a los postulados taoístas de los iniciadores de esta filosofía.

Budismo​

La filosofía moderna considera que los elementos sobrenaturales de la tradición budista son añadidos posteriores. En realidad tal opinión ya apareció al inicio del siglo XVIII en Japón entre los eruditos de la escuela Kaitokudō (懐徳堂), que defendían una versión atea del budismo y que consideraban que los elementos sobrenaturales de los antiguos textos budistas procedían del sintoísmo, hinduismo, taoísmo y confucianismo y eran exageraciones ficticias.

Nakamoto Tominaga (1715-1746) concluyó que entre la vasta colección de escritura majaiana, sólo la parte del Agama-sutra pertenecía realmente a Buda. Esta opinión es apoyada por los estudios modernos, que identifican el Dhammapada, los dos últimos capítulos del Sutra-nipata en el Tripitaka pali y la parte correspondiente al Agama-sutra en el Tripitaka en sánscrito, así como algunos pequeños fragmentos en otras escrituras como los escritos más antiguos. Este punto de vista, denominado «daijō hibussetsu» (大乗非仏説, teoría del majaiana no budista), es responsable de la controversia actual en el budismo japonés.

Chárvaka​

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La escuela filosófica materialista y antirreligiosa Chárvaka o Lokayata, se origina en la India con los Barjaspatia-sutra, escritos atribuidos a un Brijaspati ateo, que posiblemente es otro personaje distinto al mítico sabio Brijaspati, ya que Dhishan, el discípulo del Brihaspati ateo, considera a los autores de los textos védicos un grupo de estafadores3 (cerca del siglo VI a. C., en la era precristiana), y es la escuela filosófica más explícitamente atea de la región. La escuela creció a partir del escepticismo general existente en el período Mauria.

Ya en el siglo VI a. C., los budistas citaban a Ajita-kesakambalin en las escrituras pali donde se debatía y se enseñaba que «con la desaparición del cuerpo, el sabio y el necio son aniquilados, destruidos. Ninguno de ellos existe tras la fin».4

La filosofía Chárvaka es hoy conocida principalmente por sus oponentes astika y budistas. El mismo objetivo de un charvaka, de acuerdo a sus fuentes, es tener una vida próspera, feliz y productiva en este mundo. El Tattua-upaplava-simja de Yaiarashi Bhatta (siglo VIII a. C.) se cita como texto superviviente de esta escuela que se cree desaparecida en el siglo XV.
 
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