Popeyes supera los 100 restaurantes en España y prevé llegar a 400 en 2028

Popeyes, la cadena de restauración especializada en pollo, ha inaugurado más de 100 locales en España en menos de cuatro años desde que aterrizara en nuestro país. Fue en noviembre de 2019 cuando simultáneamente abrieron sus dos primeros establecimientos en Madrid, uno en la calle Mayor y otro, en el centro comercial La Gavia.

Vitoria ha sido la ciudad elegida para abrir el local número 100, el primero en Álava. Con este restaurante, la cadena ya está presente en 15 Comunidades Autónomas, además de en Andorra, y su objetivo es seguir creciendo hasta alcanzar los 400 establecimientos en nuestro país para 2028. "Tenemos muchas zonas poco penetradas y mucha gente a la que aún no llegamos. Por eso, nuestras próximas aperturas se localizarán en zonas de Canarias, La Rioja o Cantabria, donde llegaremos en los próximos seis meses. También queremos enfocarnos en Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana, donde el público nos ha demostrado que la oportunidad de crecimiento es increíble", apunta Ignacio Sedano, director general de Popeyes.

Desde la marca confirman además que tienen 50 ubicaciones nuevas. “Ahora abrimos cuatro establecimientos de golpe en Madrid; y estrenamos Castellón, La Rioja, Santander, Algeciras y Santiago”.
Producto local y cocinado lento
Su modelo de negocio está basado en un concepto de comida rápida en la que, tal y como explica Sedano, “la calidad es la clave, a través de un producto fresco, sin congelar y un cocinado lento. Mantenemos la receta tradicional Louisiana, pero incluimos productos frescos de cercanía”. El pollo se marina durante 12 horas en una mezcla de especias cajún y los chefs rebozan cada pieza a mano en los restaurantes, lo que hace que sea jugoso por dentro y crujiente por fuera.

Esta apuesta por lo local en España se refleja en que el 75% de sus proveedores es de origen nacional. El pollo fresco procede de Castilla y León, Navarra y Cataluña; el aceite es de Jaén; la harina, de Huesca; los vegetales, de Murcia (al igual que las especias); y el pan, de Tarragona. Además, han adaptado su carta a los gustos y preferencias de los españoles, siendo nuestro mercado el único donde se puede pedir pollo a la plancha.

Esta combinación de elementos “ha convertido a España en el tercer país con mayor número de restaurantes en el mundo. Desde que llegamos hemos servido a más de 20 millones de clientes”, indica Ignacio Sedano. "Ahora lo principal es seguir enfocándonos en alcanzar a todos aquellos clientes potenciales que no nos conozcan aún. Nuestro plan es hacer llegar el mejor pollo a todos los rincones de la Península y convertirnos en la marca favorita del sector".

De momento, parece que lo están consiguiendo. Con más de 100 locales en nuestro país, la marca celebraba, a principios de mes, su crecimiento en España con un evento en el que los asistentes han podido conocer la calidad de su producto local en un mercado organizado junto a sus proveedores. Además, se organizó un reto culinario, The Fresh Chicken Challenge by Popeyes, en el que pusieron a prueba las habilidades en los fogones de famosos e influencers como Belén Esteban o Ceciarmy, entre otros

Anónimo222 dijo:

Pedimos para cenar hace unos meses por insistencia de una pareja de amigos que estaban que no cagaban con Popeye's y era fritanga grasienta, insípida, cara y sin gracia ninguna. No entiendo cómo puede estar con colas hasta en días de diario.

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Sobre todo van las nuevas generaciones porque es la "novedad", porque no se pueden permitir más que ir a esos lugares y porque lo usan para socializar.

Vas a un garito fastfood de esos y hay padres con criajos que están que no cagan con esos lugares por la publi, y grupos de chavalines con sus patinetes eléctricos o bicis.

En ellos lo entiendo, en alguien mayor... será que es muy complicado o lleva mucho tiempo comprar pechuga de calidad, empanarla y freirla en casa.

Me parece deprimente un adulto digno de llamarse así comiendo ahí de manera recurrente, más que nada porque ya debería saber como conseguir algo mejor de más calidad nutricional y sobre todo por los puñeteros anuncios de TV. Con betazos estrogenizados flipando porque su cutremierda vale solamente 3.95 euros. Es todo tan tercermundista y mediocre que me deprime.