Plan Bolonia o las nuevas camadas de zombis. Ahora ya desde chiquetitos

Detrás de la LOU y el Plan de Bolonia, se esconde el siguiente potencial vacío legal: El conocimiento del Diplomado y/o Licenciado como propiedad intelectual corporativa. La Persona Jurídica del individuo graduado podría ser algo parecido a un robot patentado. La educación del individuo podría ser un privilegio de propiedad intelectual corporativa, adquirido a cambio de dos tipos de deuda, una económica y otra intelectual. El Graduado, una vez ejerciendo su profesión, incluso como autónomo, aparte de tener que devolver con interés el becapréstamo sus propias IDEAS de por vida serán propiedad intelectual de Las Corporaciones retroactivamente. Hemos bajado la guardia durante tanto tiempo que hemos llegado a tal altura de perversión que es imposible parar El Plan de Bolonia sin profundizar en anteriores radicalizaciones de la sociedad Europea.

Desde el Tratado de Roma de 1957, del que nació la Comunidad Económica Europea (CEE), el Tratado de Maastricht o de la Unión Europea de 1992, hasta el Tratado de Lisboa de 2007, que sustituyó a la fallida Constitución para Europa de 2004 (en esencia casi una copia de la Constitución Weimar de Alemania de 1919 que estableció el sistema de bienestar que en 1933 se convirtió en la Alemania nancy de Hitler).

Los acuerdos y sus consecuencias han sido cada vez más radicales y hoy nos enfrentamos al Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) dictado por la Organización Mundial de Comercio (OMC) que impone la privatización de todos los servicios públicos de Europa. La OMC, no los Ciudadanos Europeos, se juntó a los países europeos bajo una sola bandera. Y no es la bandera de la Libertad o la Igualdad, sino la de la “Corporatividad”. La Unión Europea fue ideada por el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En ningún momento ha sido su objetivo el comercio justo o el reparto equitativo de la riqueza, o siquiera el capitalismo, sino una economía global planificada y centralizada por la élite corporativa.Demos

por 4 euros y poco puedes registrar cualquier trabajo original tuyo en el registro de la propiedad intelectual antes de entregarlo.

Si crees que has heccho un buen trabajo, susceptible de plagio, lo registras y pones el numero de registro en la portada. Si te plagian, tienes base legal para meterles un puro de los buenos.