ATARAXIO
Madmaxista
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Pinocho, los perros, los robots y la inteligencia artificial
somos la última ( la única ) generación que ha tenido perros y gatos en vez de hijos. En pocos años, los robots con inteligencia artificial reemplazarán no solo a las mascotas, sino también a los amigos, los hijos y las parejas.
Es más seremos nosotros las mascotas de los robots pues dirigirán nuestras vidas y nuestras decisiones.
Los perros de mis abuelos dormían en el pajar, comían sobras y bebían agua de la lluvia en los charcos.
No concebían que entrasen en la casa y ni en las peores pesadillas que subiesen a la cama !!!
los gatos no tenían ni nombre, de hecho los recuerdo huidizos y no se dejaban tocar. Pululaban por alrededor comiendo ratones, parían, las crías se las comían los astutas y había un equilibrio natural entre ratones, gatos y astutas.
Nadie imaginaba que los perros acabarían reemplazando a los hijos y que toda la vida girase en torno a ellos.
El autor de Pinocho, Carlo Collodi, fue miembro de la Orden Masónica, institución que guarda y estudia las antiguas tradiciones herméticas atribuidas a Hermes Trimegisto, a la Gnosis, al Qabbalah, etc. Tampoco se le pasaba por la cabeza que un hombre soltero y sin hijos, tratase a un perro como tal, por eso inventó a Pinocho.
Collodi escribió «Las aventuras de Pinocho» que fue publicado en 1882, bajo un ambiente convulsionado en la reunificación italiana que también estuvo dirigida por otro masón, José Garibaldi.
Está claro que hay un complot para impedir que los occidentales tengan hijos, no solo con agresivas terapias de aversión en las niñas a su propia naturaleza como hembras de la especie humana, para esterilizarlas, sino enfocando la maternidad a cualquier otra cosa excepto los propios hijos.
somos la última ( la única ) generación que ha tenido perros y gatos en vez de hijos. En pocos años, los robots con inteligencia artificial reemplazarán no solo a las mascotas, sino también a los amigos, los hijos y las parejas.
Es más seremos nosotros las mascotas de los robots pues dirigirán nuestras vidas y nuestras decisiones.
Los perros de mis abuelos dormían en el pajar, comían sobras y bebían agua de la lluvia en los charcos.
No concebían que entrasen en la casa y ni en las peores pesadillas que subiesen a la cama !!!
los gatos no tenían ni nombre, de hecho los recuerdo huidizos y no se dejaban tocar. Pululaban por alrededor comiendo ratones, parían, las crías se las comían los astutas y había un equilibrio natural entre ratones, gatos y astutas.
Nadie imaginaba que los perros acabarían reemplazando a los hijos y que toda la vida girase en torno a ellos.
El autor de Pinocho, Carlo Collodi, fue miembro de la Orden Masónica, institución que guarda y estudia las antiguas tradiciones herméticas atribuidas a Hermes Trimegisto, a la Gnosis, al Qabbalah, etc. Tampoco se le pasaba por la cabeza que un hombre soltero y sin hijos, tratase a un perro como tal, por eso inventó a Pinocho.
Collodi escribió «Las aventuras de Pinocho» que fue publicado en 1882, bajo un ambiente convulsionado en la reunificación italiana que también estuvo dirigida por otro masón, José Garibaldi.
Está claro que hay un complot para impedir que los occidentales tengan hijos, no solo con agresivas terapias de aversión en las niñas a su propia naturaleza como hembras de la especie humana, para esterilizarlas, sino enfocando la maternidad a cualquier otra cosa excepto los propios hijos.