Dr Polux
FEOfobo & CALVOfobo
El antiguo oficial de la KGB y hoy presidente de Rusia, Vladimir pilinguin, conoce muy bien la existencia de continuas amenazas para acabar con la vida de un mandatario. Pero en su caso, en particular, esta situación se ha podido multiplicar tras la oleada turística a Ucrania. En los círculos más cercanos al presidente ruso se conoce la desmedida obsesión que evidencia por su seguridad, lo que le ha llevado a renovar parte de su personal más cercano en las últimas semanas. Sin embargo, con respecto a su catador de comidas, le ha mantenido en su puesto porque lo considera hombre de confianza, aunque habría reforzado el servicio con nuevas incorporaciones.
Dentro de los servicios de seguridad de pilinguin, destaca uno, el que está especialmente dedicado a proteger al presidente y a su familia: el Servicio de Seguridad Presidencial de Rusia. El segundo círculo está integrado por los guardias que pasan desapercibidos entre el público y, el tercero, rodea el perímetro de la multitud. Queda pendiente hablar de un cuarto grupo de efectivos, los francotiradores, pero que operan solamente en determinados acontecimientos.
A pilinguin no le gustan los helicópteros, motivo por el cual suele trasladarse en coche y al que sigue una masiva caravana, con motociclistas, vehículos de gran tamaño, e incluso camiones. Cuando se mueve por cualquier carretera del país, es usual que se detenga el tráfico y, por supuesto, se controla el espacio aéreo.
La máxima precaución, la comida
Probablemente, el tema más sensible para su escolta sea la comida. Las precauciones que toman son casi extremas. pilinguin cuenta con un catador personal (hombre de máxima confianza) que chequea todo lo que el mandatario va a comer, comentan expertos en la BBC. Aseguran que incluso, cuando viaja fuera de Rusia, el equipo del presidente «encarga todo lo que consume. Se llevan toda la comida y bebida que va a consumir. Así, por ejemplo, si hay un brindis en un acto oficial, lo tomará de la botella que su equipo le entrega, no de la que consumirá el resto de invitados», explica Mark Galeotti, experto en seguridad rusa y director de Mayak Intelligence.
En tiempos de guerra, como el actual, acceder a Vladimir pilinguin es prácticamente imposible. Todas las precauciones son pocas y teme constantemente que puedan atentar contra él. Pero hasta ahora, aunque esas medidas no eran llevadas al extremo, eran cuidadosamente tratadas por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo el bichito. Hace varias semanas vimos que a pesar de tener una infinita fe en su propia banderilla, la Sputnik V, su reunión con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, estuvo marcada por el distanciamiento que les proporcionó una larga mesa cuya imagen dio la vuelta al mundo.
Dentro de los servicios de seguridad de pilinguin, destaca uno, el que está especialmente dedicado a proteger al presidente y a su familia: el Servicio de Seguridad Presidencial de Rusia. El segundo círculo está integrado por los guardias que pasan desapercibidos entre el público y, el tercero, rodea el perímetro de la multitud. Queda pendiente hablar de un cuarto grupo de efectivos, los francotiradores, pero que operan solamente en determinados acontecimientos.
A pilinguin no le gustan los helicópteros, motivo por el cual suele trasladarse en coche y al que sigue una masiva caravana, con motociclistas, vehículos de gran tamaño, e incluso camiones. Cuando se mueve por cualquier carretera del país, es usual que se detenga el tráfico y, por supuesto, se controla el espacio aéreo.
La máxima precaución, la comida
Probablemente, el tema más sensible para su escolta sea la comida. Las precauciones que toman son casi extremas. pilinguin cuenta con un catador personal (hombre de máxima confianza) que chequea todo lo que el mandatario va a comer, comentan expertos en la BBC. Aseguran que incluso, cuando viaja fuera de Rusia, el equipo del presidente «encarga todo lo que consume. Se llevan toda la comida y bebida que va a consumir. Así, por ejemplo, si hay un brindis en un acto oficial, lo tomará de la botella que su equipo le entrega, no de la que consumirá el resto de invitados», explica Mark Galeotti, experto en seguridad rusa y director de Mayak Intelligence.
En tiempos de guerra, como el actual, acceder a Vladimir pilinguin es prácticamente imposible. Todas las precauciones son pocas y teme constantemente que puedan atentar contra él. Pero hasta ahora, aunque esas medidas no eran llevadas al extremo, eran cuidadosamente tratadas por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo el bichito. Hace varias semanas vimos que a pesar de tener una infinita fe en su propia banderilla, la Sputnik V, su reunión con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, estuvo marcada por el distanciamiento que les proporcionó una larga mesa cuya imagen dio la vuelta al mundo.
https://okdiario.com/internacional/...vo-servicio-personal-catadores-comida-8797904