Profesor.Poopsnagle
P V R A S A N G R E ™
Hacía tiempo que no iba, poque cada vez me gusta menos, y porque los precios son de chiste.
Pero es que tenía un vale con un sustancial descuento para hacer la compra, y además tenía que renovar la tarjeta. Y ciertamente, la pescadería y la carnicería son bastante buenas.
Pues cuando he llegado, coincidiendo con que llueve, a todos los amaperros no se les ha ocurrido otra cosa que ir a pasear al chucho al Hipercor. Que no hay charcos.
El primero lo he visto en la Parafarmacia. Que es donde venden todas las cremas e ungüentos que se ponen las charos en la cara. Aunque sabiendo que están acostumbradas a echarse "de todo" por el rostro, quizá los aportes fisiológicos de can no les resulten tan repulsivos. Pero a mí sí, jorobar. Qué puñetero ardor de estomago. Me parecía inexplicable y he puesto cara de .
Así que he mirado hacia el resto del comercio y ¡el horror! ¡Perros por todos lados!
Qué desfase. Decenas y decenas de chuchos. He visto a menos perros en algunos parques, que hoy en el Corte Inglés.
En la ropa, la gente acariciando a su perro y luego toqueteando la ropa que después te llevas tú al probador. Donde también van con el perro.
En Electrónica todo el mundo va a tocarlo todo. No sin antes haber tocado a su mascota. Las tablets y los teléfonos, marcados por grasilla de dedo, de quien seguro que también se lo mete por el ojo ciego a Thor.
Así que ya todo empieza a ser sospechoso de estar muy lechón. ¿Los pasillos? ¿la cafetería? ¿el Starbucks? ¿Cojo las escaleras para que me muerda un perro, o entraré al ascensor y me encontraré un elemento?
Y el acabose es los que están empaquetando la comida en las cajas, junto a personas que esperan con su perro. ¡Pero me gusta la fruta! Seguro que luego seríais de los que usabais alfombras con hidroalcohólico para desinfectaros los zapatos en la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Así que he hecho un gurruño con el descuento. Y he pasado de renovar la tarjeta. No voy a comercios tan incivilizados y poco higiénicos. Ya me echarán de menos. O no.
Pero es que tenía un vale con un sustancial descuento para hacer la compra, y además tenía que renovar la tarjeta. Y ciertamente, la pescadería y la carnicería son bastante buenas.
Pues cuando he llegado, coincidiendo con que llueve, a todos los amaperros no se les ha ocurrido otra cosa que ir a pasear al chucho al Hipercor. Que no hay charcos.
El primero lo he visto en la Parafarmacia. Que es donde venden todas las cremas e ungüentos que se ponen las charos en la cara. Aunque sabiendo que están acostumbradas a echarse "de todo" por el rostro, quizá los aportes fisiológicos de can no les resulten tan repulsivos. Pero a mí sí, jorobar. Qué puñetero ardor de estomago. Me parecía inexplicable y he puesto cara de .
Así que he mirado hacia el resto del comercio y ¡el horror! ¡Perros por todos lados!
Qué desfase. Decenas y decenas de chuchos. He visto a menos perros en algunos parques, que hoy en el Corte Inglés.
En la ropa, la gente acariciando a su perro y luego toqueteando la ropa que después te llevas tú al probador. Donde también van con el perro.
En Electrónica todo el mundo va a tocarlo todo. No sin antes haber tocado a su mascota. Las tablets y los teléfonos, marcados por grasilla de dedo, de quien seguro que también se lo mete por el ojo ciego a Thor.
Así que ya todo empieza a ser sospechoso de estar muy lechón. ¿Los pasillos? ¿la cafetería? ¿el Starbucks? ¿Cojo las escaleras para que me muerda un perro, o entraré al ascensor y me encontraré un elemento?
Y el acabose es los que están empaquetando la comida en las cajas, junto a personas que esperan con su perro. ¡Pero me gusta la fruta! Seguro que luego seríais de los que usabais alfombras con hidroalcohólico para desinfectaros los zapatos en la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Así que he hecho un gurruño con el descuento. Y he pasado de renovar la tarjeta. No voy a comercios tan incivilizados y poco higiénicos. Ya me echarán de menos. O no.