Publicitan en sus redes sociales la campaña promovida por una asociación vinculada a los socialistas alemanes para que los supermercados no las vendan.
Cuando parecía que la polémica de Doñana había pasado a un segundo plano, el mismísimo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta Teresa Ribera han sorprendido a propios y extraños al publicitar, y por tanto alentar, el boicot a las fresas de Huelva. A pesar de que los andaluces les han dejado claro en las urnas de qué lado están con la polémica ley de regadíos del PP que el PSOE se encargó de manipular a las puertas del 28M, ambos se han hecho eco en sus respectivas redes sociales de la campaña emprendida enAlemania para ni vender ni comprar este producto a fin de no contribuir a la desecación del Parque Natural.
La primera en hacerlo fue la ministra de tras*ición Ecológica. "Alerta entre los consumidores alemanes que amenazan con un boicot a las fresas españolas -advertía en su cuenta de Twitter. Es imprescindible despejar YA cualquier duda: Juanma Moreno debe retirar de inmediato la ley de regadíos que amenaza Doñana".
Apenas unas horas después, era el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que tomaba el relevo. "El negacionismo arruina nuestro medioambiente y corre el riesgo de arruinar las economías locales. Salvemos Doñana", escribía en la misma red social, haciéndose eco de la noticia publicada en eldiario.es sobre la campaña iniciada en Alemania.
Profundamente indignado, Juanma Moreno, no tardaba en reaccionar: "La manipulación se les ha ido de las manos. Hablar mal de Andalucía y sus agricultores en Europa tiene estas consecuencias. Están jugando con el pan de miles de familias. Doñana se salva con más compromiso y menos demagogia. ¡Ya está bien!".
Una campaña politizada
La campaña en cuestión está promovida por la asociación alemana Campact y tiene como objetivo exigir a las grandes cadenas de supermercados que dejen de vender fresas procedentes de España para no contribuir a la desecación. "Doñana se está secando, pero la industria de la fresa extrae aún más agua de pozos ilegales en el Parque Nacional. Gran parte de la fresa española se vende a Alemania. ¡Firme ya y exija que Edeka, Lidl y compañía dejen de vender fresas secas!", defiende. Por ahora, ya ha conseguido el apoyo de 150.000 ciudadanos.
Se da la circunstancia de que esta asociación no es una asociación apolítica precisamente, sino que está muy ligada al socialismo alemán. En su propia web, se define como "un movimiento de base que reúne a más de 2,5 millones de personas para luchar por la política progresista" y entre las campañas de las que presume se encuentra la financiación de candidatos del SPD, el partido socialista alemán, para evitar que miembros de la CDU (integrada en el Partido Popular Europeo) fueran elegidos por los votantes de sus demarcaciones.
Varapalo electoral en Huelva
Curiosamente, el boicot se produce tras la debacle de los socialistas el pasado 28M y a las puertas de unaselecciones generales que se augruan complicadas para los de Pedro Sánchez. Desde el sector, temen que el Gobierno quiera así utilizar de nuevo Doñana como reclamo electoral. Sin embargo, si algo ha quedado claro es que hasta ahora la estrategia no les ha salido como esperaban.
Al margen de los pésimos resultados en las distintas provincias andaluzas,los socialistas han perdido la Diputación de Huelva, clave en la polémica que vuelve a estar sobre la mesa. Allí, el PP ha conseguido mayoría absoluta tras una burda campaña de manipulación a propósito de una ley de regadíos que incluso ha sido apoyada por los alcaldes socialistas de la zona.
Cuando parecía que la polémica de Doñana había pasado a un segundo plano, el mismísimo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta Teresa Ribera han sorprendido a propios y extraños al publicitar, y por tanto alentar, el boicot a las fresas de Huelva. A pesar de que los andaluces les han dejado claro en las urnas de qué lado están con la polémica ley de regadíos del PP que el PSOE se encargó de manipular a las puertas del 28M, ambos se han hecho eco en sus respectivas redes sociales de la campaña emprendida enAlemania para ni vender ni comprar este producto a fin de no contribuir a la desecación del Parque Natural.
La primera en hacerlo fue la ministra de tras*ición Ecológica. "Alerta entre los consumidores alemanes que amenazan con un boicot a las fresas españolas -advertía en su cuenta de Twitter. Es imprescindible despejar YA cualquier duda: Juanma Moreno debe retirar de inmediato la ley de regadíos que amenaza Doñana".
Apenas unas horas después, era el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que tomaba el relevo. "El negacionismo arruina nuestro medioambiente y corre el riesgo de arruinar las economías locales. Salvemos Doñana", escribía en la misma red social, haciéndose eco de la noticia publicada en eldiario.es sobre la campaña iniciada en Alemania.
Profundamente indignado, Juanma Moreno, no tardaba en reaccionar: "La manipulación se les ha ido de las manos. Hablar mal de Andalucía y sus agricultores en Europa tiene estas consecuencias. Están jugando con el pan de miles de familias. Doñana se salva con más compromiso y menos demagogia. ¡Ya está bien!".
Una campaña politizada
La campaña en cuestión está promovida por la asociación alemana Campact y tiene como objetivo exigir a las grandes cadenas de supermercados que dejen de vender fresas procedentes de España para no contribuir a la desecación. "Doñana se está secando, pero la industria de la fresa extrae aún más agua de pozos ilegales en el Parque Nacional. Gran parte de la fresa española se vende a Alemania. ¡Firme ya y exija que Edeka, Lidl y compañía dejen de vender fresas secas!", defiende. Por ahora, ya ha conseguido el apoyo de 150.000 ciudadanos.
Se da la circunstancia de que esta asociación no es una asociación apolítica precisamente, sino que está muy ligada al socialismo alemán. En su propia web, se define como "un movimiento de base que reúne a más de 2,5 millones de personas para luchar por la política progresista" y entre las campañas de las que presume se encuentra la financiación de candidatos del SPD, el partido socialista alemán, para evitar que miembros de la CDU (integrada en el Partido Popular Europeo) fueran elegidos por los votantes de sus demarcaciones.
Varapalo electoral en Huelva
Curiosamente, el boicot se produce tras la debacle de los socialistas el pasado 28M y a las puertas de unaselecciones generales que se augruan complicadas para los de Pedro Sánchez. Desde el sector, temen que el Gobierno quiera así utilizar de nuevo Doñana como reclamo electoral. Sin embargo, si algo ha quedado claro es que hasta ahora la estrategia no les ha salido como esperaban.
Al margen de los pésimos resultados en las distintas provincias andaluzas,los socialistas han perdido la Diputación de Huelva, clave en la polémica que vuelve a estar sobre la mesa. Allí, el PP ha conseguido mayoría absoluta tras una burda campaña de manipulación a propósito de una ley de regadíos que incluso ha sido apoyada por los alcaldes socialistas de la zona.
