Vlad_Empalador
Será en Octubre
El PSOE, pese al doble fracaso de sus mociones de censura, insiste en un acercamiento a Arrimadas y le pide marcar aún más distancias con el PP. Ofrece pactos que permitirían a Cs alcanzar el poder en varios ayuntamientos
Mañueco y Casado, este lunes en Valladolid tras frustrarse la moción del PSOE.Claudia Alba EUROPA PRESS
PREMIUM
La fotografía tras la batalla lleva al Gobierno, al ala socialista del mismo, a una conclusión: tender lazos con Inés Arrimadas, lanzarle un salvavidas en forma de colaboración, para evitar que el socio siempre pretendido por Moncloa, naufrague por completo. De ahí que ofrezcan diálogo y pactos que, sumando ambos fuerzas, puedan incluso entregarles ayuntamientos gobernados por el PP.
En el PSOE quieren aprovechar la debilidad política de Ciudadanos para retomar la estrategia de 2019 tras las elecciones autonómicas y municipales, donde el PSOE tendió la mano a los naranjas para gobernar y desplazar al PP. Unas alianzas que tuvieron su máximo reflejo en Castilla-La Mancha, donde los socialistas lograron el gobierno de 20 alcaldías al pactar con Ciudadanos.
Pese a firmar una coalición de Gobierno con Unidas Podemos, Pedro Sánchez siempre ha tenido en la retina a Ciudadanos. Un entendimiento con la formación naranja posibilita al presidente del Gobierno vender centralidad en un contexto político donde sus socios provienen de los extremos: Unidas Podemos, ERC, EH Bildu... De ahí que Moncloa priorizara pactar con ellos los Presupuestos -provocó un intenso choque con Pablo Iglesias a finales de agosto de 2020-, negociara con ellos las prórrogas de los estados de alarma y ahora lo sumara a su operación para diezmar el poder autonómico del PP.
Murcia y Castilla y León dejan magulladuras en el PSOE, pero provocan heridas graves en Ciudadanos: crisis interna, fuga de cargos, cambios en la cúpula de Arrimadas... En el sector socialista del Gobierno no gusta un escenario político con la formación naranja a la baja. Fuentes gubernamentales explican que la pretensión de Sánchez siempre ha sido mantener con vida a Ciudadanos -también a Unidas Podemos en sus peores momentos- para poder jugar a dos bandas, tener dos caminos para elegir pactos y negociaciones. Ahora, en el día a día, y de cara a las próximas elecciones generales.
En este sentido, y aunque en un sector del PSOE no gustó lo sucedido con Ciudadanos en Murcia -no se entendió que la cúpula naranja no controlara el partido-, los socialistas piden a Arrimadas que explicite su alejamiento del PP y le tienden la mano para futuros pactos y alianzas. Pero la condición es clara: abiertos a pactos siempre que se marque distancia con PP y, sobre todo, con Vox. En esta estrategia colabora Moncloa, que por boca de ministros como María Jesús Montero o José Luis Ábalos ha instado en los últimos días a Ciudadanos a tener «una voz más propia», «no dejarse humillar», tener «dignidad», «no tener miedo»...
La moción de censura de PSOE-Cs, presentada el 10 de marzo, fracasó el 18 de marzo. Por el camino, la división de Ciudadanos.Juan Carlos CavalEFE
Ábalos ayer fue explícito en esa propuesta de pacto que pueda conducir a Ciudadanos a gobernar ayuntamientos: «Les animo por dignidad propia a que rompan sus pactos de gobierno [con el PP] en ayuntamientos y comunidades. Nosotros pedimos votos, no los compramos. Ciudadanos no puede seguir apoyando a esta derecha extrema que trata de aniquilarlos. El PP no busca aliados, sino cómplices, clientes y vasallos», dijo tras la Ejecutiva Federal.
En Ciudadanos, en el marco del giro al centro que pilota Arrimadas, el entendimiento con el PSOE es una vía. De ahí que desde febrero de 2020 se reabriera un canal de comunicación con Moncloa -roto en la última etapa de Albert Rivera-, pero se rechaza ser «un parapeto para conseguir gobiernos sin que haya una justificación que demuestre que los pactos no funcionan».
Lo expuso ayer Arrimadas, tras fracasar la moción de censura impulsada por el PSOE en Castilla y León: «El Gobierno de Castilla y León funciona, está cumpliendo el pacto PP-Ciudadanos y realiza una gestión responsable y eficaz. La moción de censura del PSOE estaba fuera de lugar y la hemos rechazado». Cargos de Ciudadanos se precipitaron este lunes a exhibir lo sucedido en Castilla y León como muestra de que no existe ni participan en complot alguno de Moncloa para romper todos los gobiernos naranjas con el PP.
Ayuso convoca elecciones por el riesgo de que Cs lanzase su censura, como hizo en Murcia horas antes. Un efecto colateral con final el 4-M.Jaime García
La formación, eso sí, al igual que sucedió en Murcia, está dispuesta a tomar medidas en aquellos lugares donde su socio no cumpla el pacto de gobierno o afloren prácticas corruptas, así como un entendimiento en el Congreso en medidas que coincidan con su posicionamiento o ideario. De hecho, este jueves se celebra la moción de censura en el Ayuntamiento de Murcia, impulsada por PSOE y Ciudadanos contra el PP, que aquí sí esperan que salga adelante, con Alcaldía para los socialistas. Para ello necesitan contar con el apoyo de Podemos.
Esa apuesta del PSOE por un entendimiento con Ciudadanos para presentarse al electorado con un cartel de centralidad y moderación tiene otro ejemplo en Ángel Gabilondo, candidato socialista a la Comunidad de Madrid. Frente a la lógica que se presupone de repetir, si dan los números, el pacto que sustenta el Gobierno de España, Gabilondo dejó claro este lunes que su disposición es a pactar con Ciudadanos y con Más Madrid antes que con Iglesias. «Con este Pablo Iglesias, no», dijo ayer. Luego, claro, las urnas dictarán sentencia y pueden variar posiciones.
Estos acercamientos a Ciudadanos siempre son vistos con recelos por Podemos, y explican el empeño y la implicación personal de Iglesias para dejar a la formación de Arrimadas al margen de la gobernabilidad.
Mañueco y Casado, este lunes en Valladolid tras frustrarse la moción del PSOE.Claudia Alba EUROPA PRESS
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- RAÚL PIÑA
@_raulpina_
Madrid
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- Coalición. El PSOE pide a Ciudadanos romper "por dignidad" todos sus pactos de gobierno con el PP
- Castilla y León. La moción de censura del PSOE descarrila tras no lograr romper el grupo de Ciudadanos
La fotografía tras la batalla lleva al Gobierno, al ala socialista del mismo, a una conclusión: tender lazos con Inés Arrimadas, lanzarle un salvavidas en forma de colaboración, para evitar que el socio siempre pretendido por Moncloa, naufrague por completo. De ahí que ofrezcan diálogo y pactos que, sumando ambos fuerzas, puedan incluso entregarles ayuntamientos gobernados por el PP.
En el PSOE quieren aprovechar la debilidad política de Ciudadanos para retomar la estrategia de 2019 tras las elecciones autonómicas y municipales, donde el PSOE tendió la mano a los naranjas para gobernar y desplazar al PP. Unas alianzas que tuvieron su máximo reflejo en Castilla-La Mancha, donde los socialistas lograron el gobierno de 20 alcaldías al pactar con Ciudadanos.
Pese a firmar una coalición de Gobierno con Unidas Podemos, Pedro Sánchez siempre ha tenido en la retina a Ciudadanos. Un entendimiento con la formación naranja posibilita al presidente del Gobierno vender centralidad en un contexto político donde sus socios provienen de los extremos: Unidas Podemos, ERC, EH Bildu... De ahí que Moncloa priorizara pactar con ellos los Presupuestos -provocó un intenso choque con Pablo Iglesias a finales de agosto de 2020-, negociara con ellos las prórrogas de los estados de alarma y ahora lo sumara a su operación para diezmar el poder autonómico del PP.
Murcia y Castilla y León dejan magulladuras en el PSOE, pero provocan heridas graves en Ciudadanos: crisis interna, fuga de cargos, cambios en la cúpula de Arrimadas... En el sector socialista del Gobierno no gusta un escenario político con la formación naranja a la baja. Fuentes gubernamentales explican que la pretensión de Sánchez siempre ha sido mantener con vida a Ciudadanos -también a Unidas Podemos en sus peores momentos- para poder jugar a dos bandas, tener dos caminos para elegir pactos y negociaciones. Ahora, en el día a día, y de cara a las próximas elecciones generales.
En este sentido, y aunque en un sector del PSOE no gustó lo sucedido con Ciudadanos en Murcia -no se entendió que la cúpula naranja no controlara el partido-, los socialistas piden a Arrimadas que explicite su alejamiento del PP y le tienden la mano para futuros pactos y alianzas. Pero la condición es clara: abiertos a pactos siempre que se marque distancia con PP y, sobre todo, con Vox. En esta estrategia colabora Moncloa, que por boca de ministros como María Jesús Montero o José Luis Ábalos ha instado en los últimos días a Ciudadanos a tener «una voz más propia», «no dejarse humillar», tener «dignidad», «no tener miedo»...
La moción de censura de PSOE-Cs, presentada el 10 de marzo, fracasó el 18 de marzo. Por el camino, la división de Ciudadanos.Juan Carlos CavalEFE
Ábalos ayer fue explícito en esa propuesta de pacto que pueda conducir a Ciudadanos a gobernar ayuntamientos: «Les animo por dignidad propia a que rompan sus pactos de gobierno [con el PP] en ayuntamientos y comunidades. Nosotros pedimos votos, no los compramos. Ciudadanos no puede seguir apoyando a esta derecha extrema que trata de aniquilarlos. El PP no busca aliados, sino cómplices, clientes y vasallos», dijo tras la Ejecutiva Federal.
En Ciudadanos, en el marco del giro al centro que pilota Arrimadas, el entendimiento con el PSOE es una vía. De ahí que desde febrero de 2020 se reabriera un canal de comunicación con Moncloa -roto en la última etapa de Albert Rivera-, pero se rechaza ser «un parapeto para conseguir gobiernos sin que haya una justificación que demuestre que los pactos no funcionan».
Lo expuso ayer Arrimadas, tras fracasar la moción de censura impulsada por el PSOE en Castilla y León: «El Gobierno de Castilla y León funciona, está cumpliendo el pacto PP-Ciudadanos y realiza una gestión responsable y eficaz. La moción de censura del PSOE estaba fuera de lugar y la hemos rechazado». Cargos de Ciudadanos se precipitaron este lunes a exhibir lo sucedido en Castilla y León como muestra de que no existe ni participan en complot alguno de Moncloa para romper todos los gobiernos naranjas con el PP.
Ayuso convoca elecciones por el riesgo de que Cs lanzase su censura, como hizo en Murcia horas antes. Un efecto colateral con final el 4-M.Jaime García
La formación, eso sí, al igual que sucedió en Murcia, está dispuesta a tomar medidas en aquellos lugares donde su socio no cumpla el pacto de gobierno o afloren prácticas corruptas, así como un entendimiento en el Congreso en medidas que coincidan con su posicionamiento o ideario. De hecho, este jueves se celebra la moción de censura en el Ayuntamiento de Murcia, impulsada por PSOE y Ciudadanos contra el PP, que aquí sí esperan que salga adelante, con Alcaldía para los socialistas. Para ello necesitan contar con el apoyo de Podemos.
Esa apuesta del PSOE por un entendimiento con Ciudadanos para presentarse al electorado con un cartel de centralidad y moderación tiene otro ejemplo en Ángel Gabilondo, candidato socialista a la Comunidad de Madrid. Frente a la lógica que se presupone de repetir, si dan los números, el pacto que sustenta el Gobierno de España, Gabilondo dejó claro este lunes que su disposición es a pactar con Ciudadanos y con Más Madrid antes que con Iglesias. «Con este Pablo Iglesias, no», dijo ayer. Luego, claro, las urnas dictarán sentencia y pueden variar posiciones.
Estos acercamientos a Ciudadanos siempre son vistos con recelos por Podemos, y explican el empeño y la implicación personal de Iglesias para dejar a la formación de Arrimadas al margen de la gobernabilidad.
