Osakidetza actualiza las tarifas que aplica a mutuas y aseguradoras privadas por el uso de sus servicios e instalaciones
Viernes, 12 de enero 2024, 01:24 | Actualizado 08:52h.
La sanidad es cara. También la pública, esa que se costea con el dinero de los impuestos. De media, una estancia diaria en un hospital vasco cuesta 1.278 euros. Y en una UCI, las unidades de críticos, la factura se eleva a casi 2.000, en concreto 1.933 euros. A esas cifras habría que sumar cada servicio médico que fuese necesario. Por ejemplo, un trasplante de corazón o de pulmón roza los 140.000 euros. Y traer un bebé al mundo, casi 2.000, si no hay complicaciones.
Iñigo Fernández de Lucio
Son las tarifas actualizadas de Osakidetza, que se han incrementado en torno a un 3,5% respecto al año anterior. Es básicamente, lo que cuesta tratarnos. Y también lo que se les cobra a las mutuas que remiten al hospital a trabajadores por dolencias relacionadas con su oficio, así como a las aseguradoras que cubren accidentes deportivos, laborales o de tráfico, y a otros colectivos ajenos al Servicio Vasco de Salud. Los pacientes de territorios o países sin convenio con Euskadi también están obligados a abonar lo que cuestan sus tratamientos.
El Departamento de Salud tiene cuantificadas todas las operaciones, consultas y servicios que ofrece Osakidetza. Incluso los más habituales, como las consultas telefónicas. Una llamada con el médico de cabecera cuesta 32 euros y una cita presencial, 65. Si la visita es a un especialista, el coste se eleva hasta los 238 euros por la primera consulta. Las siguientes tienen un precio de 119 euros. Y el mero hecho de ser atendido en Urgencias está valorado en 257 euros.
248.916 hospitalizaciones
Las cifras permiten hacerse una idea de lo que costaron las 19 millones de consultas en Atención Primaria y de médico de familia que Osakidetza registró en 2022. En cuanto a las hospitalizaciones, las que cuestan 1.278 euros cada una, se realizaron 248.916 aquel curso, un 5% más que el anterior. La estancia media fue de algo más de 4,5 días.
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Iñigo Fernández de Lucio
Entre las operaciones más comunes, la intervención de cataratas tiene un coste estimado de 4.764 euros, aunque puede llegar a superar los 20.000. Una hernia se puede operar desde 6.258 euros; sustituir una articulación de rodilla por una prótesis cuesta, como mínimo, 9.461 euros (y 28.304 como máximo); poner una válvula en el corazón, entre 23.854 euros y 67.393; colocar un marcapasos vale entre 9.885 y 31.130 euros... Otros servicios comunes como un TAC valen 183 euros, una colonoscopia con sedación 612, igual que una resonancia.
Las cantidades parecen hasta pequeñas si se comparan con las operaciones más costosas que realizan los profesionales de Osakidetza. La más cara es la oxigenación de membrana extracorpórea de un neonato: más de 175.000 euros. Aquí también se sitúan los trasplantes de corazón o pulmón (139.551 euros), de médula ósea (131.558), de intestino (116.706) o de páncreas (87.221).
Por otro lado se sitúan los servicios de emergencia. Por ejemplo, sacar una ambulancia medicalizada vale 978 euros si el trayecto es inferior a 100 kilómetros. A partir de esa cifra, el coste se eleva en 2,99 euros por kilómetro. Una ambulancia de soporte vital básico, en cambio, tiene un coste de 329 euros. Un paciente que requiera del helicóptero medicalizado, como sucede con montañeros que sufren caídas, tendría que abonar 8.211 euros por el servicio, de no ser por el sistema público.
Las cifras de los servicios ofrecidos por Osakidetza, en general, se han más que duplicado en los últimos doce años. A ello contribuyen los avances tecnológicos y unos facultativos cada vez más especializados.
Viernes, 12 de enero 2024, 01:24 | Actualizado 08:52h.
La sanidad es cara. También la pública, esa que se costea con el dinero de los impuestos. De media, una estancia diaria en un hospital vasco cuesta 1.278 euros. Y en una UCI, las unidades de críticos, la factura se eleva a casi 2.000, en concreto 1.933 euros. A esas cifras habría que sumar cada servicio médico que fuese necesario. Por ejemplo, un trasplante de corazón o de pulmón roza los 140.000 euros. Y traer un bebé al mundo, casi 2.000, si no hay complicaciones.
Iñigo Fernández de Lucio
Son las tarifas actualizadas de Osakidetza, que se han incrementado en torno a un 3,5% respecto al año anterior. Es básicamente, lo que cuesta tratarnos. Y también lo que se les cobra a las mutuas que remiten al hospital a trabajadores por dolencias relacionadas con su oficio, así como a las aseguradoras que cubren accidentes deportivos, laborales o de tráfico, y a otros colectivos ajenos al Servicio Vasco de Salud. Los pacientes de territorios o países sin convenio con Euskadi también están obligados a abonar lo que cuestan sus tratamientos.
El Departamento de Salud tiene cuantificadas todas las operaciones, consultas y servicios que ofrece Osakidetza. Incluso los más habituales, como las consultas telefónicas. Una llamada con el médico de cabecera cuesta 32 euros y una cita presencial, 65. Si la visita es a un especialista, el coste se eleva hasta los 238 euros por la primera consulta. Las siguientes tienen un precio de 119 euros. Y el mero hecho de ser atendido en Urgencias está valorado en 257 euros.
248.916 hospitalizaciones
Las cifras permiten hacerse una idea de lo que costaron las 19 millones de consultas en Atención Primaria y de médico de familia que Osakidetza registró en 2022. En cuanto a las hospitalizaciones, las que cuestan 1.278 euros cada una, se realizaron 248.916 aquel curso, un 5% más que el anterior. La estancia media fue de algo más de 4,5 días.
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Iñigo Fernández de Lucio
Entre las operaciones más comunes, la intervención de cataratas tiene un coste estimado de 4.764 euros, aunque puede llegar a superar los 20.000. Una hernia se puede operar desde 6.258 euros; sustituir una articulación de rodilla por una prótesis cuesta, como mínimo, 9.461 euros (y 28.304 como máximo); poner una válvula en el corazón, entre 23.854 euros y 67.393; colocar un marcapasos vale entre 9.885 y 31.130 euros... Otros servicios comunes como un TAC valen 183 euros, una colonoscopia con sedación 612, igual que una resonancia.
Las cantidades parecen hasta pequeñas si se comparan con las operaciones más costosas que realizan los profesionales de Osakidetza. La más cara es la oxigenación de membrana extracorpórea de un neonato: más de 175.000 euros. Aquí también se sitúan los trasplantes de corazón o pulmón (139.551 euros), de médula ósea (131.558), de intestino (116.706) o de páncreas (87.221).
Por otro lado se sitúan los servicios de emergencia. Por ejemplo, sacar una ambulancia medicalizada vale 978 euros si el trayecto es inferior a 100 kilómetros. A partir de esa cifra, el coste se eleva en 2,99 euros por kilómetro. Una ambulancia de soporte vital básico, en cambio, tiene un coste de 329 euros. Un paciente que requiera del helicóptero medicalizado, como sucede con montañeros que sufren caídas, tendría que abonar 8.211 euros por el servicio, de no ser por el sistema público.
Las cifras de los servicios ofrecidos por Osakidetza, en general, se han más que duplicado en los últimos doce años. A ello contribuyen los avances tecnológicos y unos facultativos cada vez más especializados.