Parlatroit: Los supermercados de Parla ponen alarmas antirrobo a las garrafas de aceite

Algunos comercios han decidido poner alarmas a las botellas y garrafas de aceite ante el aumento de los robos en diferentes comunidades autónomas. Y es que los precios que está alcanzando este producto lo han convertido en «oro líquido», o así empiezan a denominarlo entre los saqueadores. En estos momentos, su precio ronda ya los casi diez euros por litro en algunos supermercados y esto ha provocado que se convierta en uno de los principales objetivos.

Hace tan sólo una semana, el municipio de Teba (Málaga) de 3.800 habitantes vivió el hurto de unos 7.000 litros de este producto tras forzar la entrada de la almazara Terraverne y llevarse varios palés repletos de garrafas llegando a activar la máquina de envasado para llevarse más cantidad; algo que afectó de forma directa a la compañía según explicó después su director general, Andrés García: «Nos han hecho un destrozo importante».

Laura Larrubia, trabajadora de la Almazara Terraverne, afirmó entonces que «los litros que se han llevado estaban valorados en unos 50.000 euros». Y no es el primer caso del año. Hace tan sólo dos meses, un hombre fue detenido por robar unos 19.000 litros de una empresa de Luque (Córdoba).



Medidas drásticas
La primera medida que se tomó una vez Ucrania, uno de nuestros principales importadores de aceite y maíz, fue atacada por Rusia, fue estudiar la posible limitación de la venta a una botella o garrafa por persona, medida ilegal que no llegó a aplicarse. Ahora, los supermercados están imponiendo ahora medidas mucho más drásticas. En redes sociales han empezado a circular fotografías de personas que, al ir a comprar este producto, se encuentran con alarmas muy similares a las que se incorporan en las botellas de alcohol. Y es que al desabastecimiento, como es lógico, se está sumando su encarecimiento.

Son los propios supermercados y distribuidores los que han llamado a la calma descartando un desabastecimiento a corto plazo. Y es que a la guerra de Ucrania se han sumado las malas cosechas por el calor y la sequía, provocada por las altas temperaturas y la escasa cantidad de lluvia