KUTRONIO
Será en Octubre
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¿Puede ser que el caso Begoña le de votos al PSOE en vez de quitárselos? Desde luego eso es lo que cree el PSOE. Es por ello que, lejos de esconderla, la pasea en procesión, la lleva a los mítines y la cubre con aplausos y parabienes. ¿Y si el domingo el PSOE efectivamente obtiene un buen resultado ya sea tras o por haber jaleado a Begoña Gómez con su imputación por corrupción?
A un político no se le puede mandar el mensaje de que haga lo que haga se le va a apoyar, porque eso es sembrar el terreno para el abuso de poder y la corrupción. Si alguien le dice a un político que le apoyará aunque le arranque un ojo, su futuro es de tuerto. Luchar contra la corrupción, por otro lado, es exigir ejemplaridad a los tuyos, no a los de enfrente. Es decir, no hay riesgo de que los de enfrente exijan ejemplaridad a los tuyos, eso se da por supuesto, pero eres tú el que debe exigir ejemplaridad a los tuyos porque es tu apoyo el que teme perder tu representante. El partido que te representa no va a ser honrado por temor a perder el apoyo de los de enfrente, sino por temor a perder el tuyo. Sin ese temor, no tiene un motivo que le obligue a ser honrado. Por eso si a una persona le preocupa realmente la corrupción tiene que empezar por ser implacable con los suyos. Primero porque sólo la reprobación de los propios fuerza a los partidos a la honradez, y segundo porque si uno no exige ejemplaridad a los suyos malamente se la puede exigir después a los demás.
Las denuncias ante la justicia contra ti, por otra parte, claro que normalmente las ponen tus enemigos. Lo raro sería que fueran los tuyos los que pusieran las denuncias contra ti. Lo que tiene que hacer la justicia no es rechazar esas denuncias porque no son autodenuncias, o porque no las realiza un amigo, sino al margen del denunciante investigar lo que en ellas hay de verdad.
Si el PSOE ganara votos con la imputación de Begoña Gómez, estaríamos en un escenario en el que los socialistas podrían actuar con total impunidad. Ser corruptos o no les daría igual. Demostrarían tener sobre sus votantes el mismo dominio que los líderes de una secta. Es posible que algunas personas no necesiten el temor a ser reprochados para ser honradas, pero para todos los demás es bueno el santo temor al castigo. El mensaje de las urnas al PSOE si tiene un buen resultado es que puede hacer lo que quiera. No suele ser un mensaje que cuando lo recibe un gobierno cualquiera de lugar a cosas buenas.
Ya puestos, si se demuestra que un caso de posible corrupción o una imputación resulta que al PSOE le da votos en vez de quitárselos, lo que tendría que hacer Pedro Sánchez en el futuro cuando le vaya mal en las encuestas es hacer un directo atracando una farmacia, o propagar el bulo de que Begoña vende coches de segunda mano con los kilómetros afeitados. Si el electorado premia las sospechas de corrupción, se convertiría en un problema para el PSOE presentarse a unas elecciones sin algún caso de corrupción.
¿Queremos vivir en una sociedad surrealista o en una sana y normal? Pues al parecer esto el domingo es otro motivo de reflexión sobre el que también habrá que pensar y en su caso votar.
A un político no se le puede mandar el mensaje de que haga lo que haga se le va a apoyar, porque eso es sembrar el terreno para el abuso de poder y la corrupción. Si alguien le dice a un político que le apoyará aunque le arranque un ojo, su futuro es de tuerto. Luchar contra la corrupción, por otro lado, es exigir ejemplaridad a los tuyos, no a los de enfrente. Es decir, no hay riesgo de que los de enfrente exijan ejemplaridad a los tuyos, eso se da por supuesto, pero eres tú el que debe exigir ejemplaridad a los tuyos porque es tu apoyo el que teme perder tu representante. El partido que te representa no va a ser honrado por temor a perder el apoyo de los de enfrente, sino por temor a perder el tuyo. Sin ese temor, no tiene un motivo que le obligue a ser honrado. Por eso si a una persona le preocupa realmente la corrupción tiene que empezar por ser implacable con los suyos. Primero porque sólo la reprobación de los propios fuerza a los partidos a la honradez, y segundo porque si uno no exige ejemplaridad a los suyos malamente se la puede exigir después a los demás.
Las denuncias ante la justicia contra ti, por otra parte, claro que normalmente las ponen tus enemigos. Lo raro sería que fueran los tuyos los que pusieran las denuncias contra ti. Lo que tiene que hacer la justicia no es rechazar esas denuncias porque no son autodenuncias, o porque no las realiza un amigo, sino al margen del denunciante investigar lo que en ellas hay de verdad.
Si el PSOE ganara votos con la imputación de Begoña Gómez, estaríamos en un escenario en el que los socialistas podrían actuar con total impunidad. Ser corruptos o no les daría igual. Demostrarían tener sobre sus votantes el mismo dominio que los líderes de una secta. Es posible que algunas personas no necesiten el temor a ser reprochados para ser honradas, pero para todos los demás es bueno el santo temor al castigo. El mensaje de las urnas al PSOE si tiene un buen resultado es que puede hacer lo que quiera. No suele ser un mensaje que cuando lo recibe un gobierno cualquiera de lugar a cosas buenas.
Ya puestos, si se demuestra que un caso de posible corrupción o una imputación resulta que al PSOE le da votos en vez de quitárselos, lo que tendría que hacer Pedro Sánchez en el futuro cuando le vaya mal en las encuestas es hacer un directo atracando una farmacia, o propagar el bulo de que Begoña vende coches de segunda mano con los kilómetros afeitados. Si el electorado premia las sospechas de corrupción, se convertiría en un problema para el PSOE presentarse a unas elecciones sin algún caso de corrupción.
¿Queremos vivir en una sociedad surrealista o en una sana y normal? Pues al parecer esto el domingo es otro motivo de reflexión sobre el que también habrá que pensar y en su caso votar.
