Se llama Bernardino León Gross, 45 años, es un tipo culto y bien parecido que actualmente ocupa la secretaría general de la Presidencia del Gobierno, es decir, maneja la agenda de Rodríguez Zapatero, pero en el entorno de La Moncloa todo el mundo se refiere a él como Bernarlíos. Suyos fueron patinazos tan sonoros como el de la cumbre de Davos, Suiza, donde ZP perdió los papeles, o las no menos famosas fotos de las hijas de ZP con el matrimonio Obama en la Casa Blanca. Su última hazaña ha consistido en filtrar unas supuestas vacaciones del presidente de los USA en Marbella que nunca tendrán lugar. Un lince.
Hace un par de meses y con el sigilo propio de estos casos, la embajada norteamericana en Madrid empezó a trabajar en los preparativos necesarios para cubrir un viaje a la Costa del Sol de Michelle Obama y sus hijas, “existiendo la posibilidad, si bien remota, de que en algún momento de ese viaje el propio presidente norteamericano pudiera aparecer también por Marbella”, en frase de una fuente cercana a La Moncloa.
Así estaban las cosas, con el Gobierno español a la expectativa y la visita de la señora Obama en secreto, hasta que “el gran Bernarlíos decide entrar en acción y comienza a zascandilear con su mejor estilo”. En efecto, León Gross concibe la idea de darle a la supuesta visita del matrimonio Obama una dimensión de Estado, “y mete por medio a la Casa del Rey y, naturalmente, al propio presidente del Gobierno español”, cuando el desplazamiento del político norteamericano era una completa incógnita, una posibilidad que, en todo caso, tendría que haber sido anunciada por la Casa Blanca.
Don Bernardino hizo algo más, que fue filtrar la noticia a una periodista de un diario madrileño con la que mantiene una buena amistad, periodista que, naturalmente, se ocupó de contarlo de inmediato en la web del periódico como es su obligación. El lío que la filtración ocasionó en Moncloa anteayer domingo por la tarde/noche fue fenomenal, con intervención del propio Zapatero. Toda la prensa española reclamaba información al respecto, y La Moncloa poco podía decir salvo guardar silencio. Y maldecir a Bernarlíos en privado.
La ‘conjunción planetaria’ de La Sexta
A primera hora de la noche, la propia Casa Blanca emitió un comunicado desmintiendo que el presidente tuviera en su agenda planes para viajar a España. La indiscreción de León ha frustrado de plano la posibilidad, lejana, de que Barack Obama luciera palmito por Marbella, algo que sin duda le hubiera venido de perillas a Zapatero. Oído en La Sexta el domingo por la noche: “La visita de Obama a España es una muestra de las excelentes relaciones que unen al Gobierno norteamericano con el de Rodríguez Zapatero”. ¡Cachis…!
Parece que el cabreo de los norteamericanos a cuenta de la filtración es notable. Sigue en pie, a pesar de todo, la visita a Marbella de Michelle Obama y de una de sus hijas, dispuestas ambas a pasar unos días junto a un grupo de amigos en el Hotel Villa Padierna, un resort de cinco estrellas gestionado por la cadena estadounidense Ritz-Carlton, que trabaja habitualmente en los desplazamientos del inquilino de la Casa Blanca. Parece que desde hace días el equipo de seguridad de la presidencia USA está en Marbella supervisando las instalaciones, ya reservadas, donde se alojará parte de la familia Obama y resto de comitiva del 4 al 8 de agosto.
