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«Si viaja a Argentina, ¿ha pensado en hacer una escala en Canarias?», han preguntado al Papa durante el vuelo de regreso desde Singapur. «Canarias… Me has leído el pensamiento. Estoy pensando en ir a las Canarias porque hay situación de migrantes que vienen del mar y querría estar cerca de los gobernantes y del pueblo de las Canarias, sí», ha respondido Francisco.
Además, respondiendo a las preguntas, el Papa ha avisado a Nicolás Maduro de que las «dictaduras no sirven y terminan mal, antes o después», y ha dicho que en las próximas elecciones presidenciales de EE.UU. los católicos deberán votar en conciencia para elegir «el mal menor».
El Papa no ha puesto fecha al viaje, pero es muy relevante que haya confirmado públicamente que tiene intención de visitar territorio español y que no sería sólo una escala técnica. Tampoco ha aclarado el nivel que quiere dar a la visita, si como viaje oficial o como encuentro personal con las poblaciones afectadas.
Desde el principio del Pontificado, la Casa Real y la Moncloa han tras*mitido al Vaticano su disponibilidad a recibir a Francisco en España cuando él quiera. En enero el Papa se reunió en el Vaticano con Fernando Clavijo, presidente de Canarias, quien le dio datos sobre las dimensiones de la tragedia y la frustración en las islas por la falta de ayuda, y le invitó oficialmente a verlo en persona. Desde entonces, ha recibido información casi en tiempo real a través de los obispos locales, de la comisión de migrantes de la conferencia episcopal y de ONG locales. La semana pasada, cuando volaba rumbo a Yakarta, confirmó a uno de los periodistas que «sigue de cerca» la llegada de migrantes a las islas.
La visita a Canarias se enmarcaría en los viajes que ha realizado a otros lugares icónicos del drama de las «migraciones forzadas» hacia Europa, como Lampedusa, donde viajó en julio de 2013, y a la isla griega de Lesbos, donde estuvo en 2016 y 2021. Ahora el epicentro de esta tragedia son las Canarias, donde según la agencia EFE han llegado más de 25.000 emigrantes en lo que va de año. Además, Francisco prefiere viajar a lugares donde no hayan estado sus predecesores, y en este caso sería la primera visita de un Papa al archipiélago.
Si el Vaticano confirma la propuesta del Papa, el gobierno de Canarias y los obispos, de acuerdo con La Moncloa, deberán hacer una propuesta de perfil de la visita e itinerario acorde con la sensibilidad el Pontífice. La agenda incluirá probablemente una parada en la isla de El Hierro, epicentro de la tragedia.
No tendrán fácil ponerse de acuerdo. Ya en el pasado, la falta de una propuesta unificada por parte de las diócesis desanimó a Francisco a viajar a España, a Santiago de Compostela en el Año Santo, o a Ávila en el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa.
El viaje podría anunciarse después del encuentro que previsiblemente mantendrá en Roma este trimestre con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Será la primera visita de Francisco a España, y la novena de un Papa al país. Juan Pablo II viajó a España en cinco ocasiones, y Benedicto en tres, la última de ellas en 2011 para la JMJ de Madrid. Si no fuera una visita de Estado, se baraja la posibilidad de que actúe como anfitriona la Princesa Leonor, como gesto de cordialidad con el obispo de Roma.
No se trata sólo de sus diferencias con Milei, que está lanzando políticas sociales en las antípodas de la doctrina social de la Iglesia, pues el Papa ha evitado viajar a Argentina, independientemente de los gobiernos que estuvieran en la Casa Rosada. Aparte de la situación política, a Francisco probablemente le frena la gran crispación social en la sociedad argentina y la oposición por parte de algunos sectores de la Iglesia.
Francisco se ha pronunciado con dureza y cautela sobre Venezuela, pues «no he seguido las noticias de estos días», en relación al exilio en España del presidente electo Edmundo González. «Pero el mensaje que doy a los gobernantes es dialogar y hacer la paz. Las dictaduras no sirven y terminan mal, antes o después. Que el gobierno y la gente haga de todo para encontrar un camino de paz», ha añadido. «Sobre Venezuela, no consigo dar una opinión política porque no tengo detalles», ha añadido remitiendo al «mensaje de los obispos».
Sobre la guerra en Medio Oriente entre Hamás e Israel, ha lamentado que «por desgracia no veo que se estén haciendo pasos para la paz». «Cuando se ven cuerpos de niños asesinados o que por presunción de que haya allí algunos guerrilleros, se bombardea una escuela, es terrible esto», ha apuntado. «Quien gane la guerra encontrará una derrota, la guerra siempre y sin excepción es una derrota. Es importante todo lo que se haga por la paz y estoy muy agradecido lo que hace el rey Hussein de Jordania para conseguirla». Y preguntado sobre los abusos ha dicho que se «alegra cuando estos casos salen a la luz». «Hay que condenar estos casos, hablar claro, no esconderlos».
«Las dos posiciones están contra la vida, expulsar a migrantes y asesinar a niños», ha respondido Francisco, que ha añadido que «de esto hay que hablar claro, sin peros».
El Papa ha dicho que «expulsar a los migrantes, no darles capacidad para trabajar, no darles acogida, es un pecado grave contra la vida y la gente. La migración es un derecho, un derecho que aparece en la Biblia». «Sobre el aborto, la Ciencia dice que al mes de la concepción ya están todos los órganos de un ser humano. Abortar es asesinar a un ser humano. Guste o no guste esta palabra, es asesinar», ha subrayado.
«Y entonces, ¿qué deben hacer los católicos?», ha insistido la periodista. «En la jovenlandesal política, en general, se dice que no votar es un mal. Se debe votar. Y se debe elegir el mal menor. ¿Quién es el mal menor? No lo sé. ¿La señora o el señor?», ha continuado en referencia a Kamala Harris o Donald Trump. «Que cada uno elija en conciencia», ha concluido. «No soy estadounidense y no votaré allí», ha dicho también con una pizca de ironía.
Además, respondiendo a las preguntas, el Papa ha avisado a Nicolás Maduro de que las «dictaduras no sirven y terminan mal, antes o después», y ha dicho que en las próximas elecciones presidenciales de EE.UU. los católicos deberán votar en conciencia para elegir «el mal menor».
El Papa no ha puesto fecha al viaje, pero es muy relevante que haya confirmado públicamente que tiene intención de visitar territorio español y que no sería sólo una escala técnica. Tampoco ha aclarado el nivel que quiere dar a la visita, si como viaje oficial o como encuentro personal con las poblaciones afectadas.
Desde el principio del Pontificado, la Casa Real y la Moncloa han tras*mitido al Vaticano su disponibilidad a recibir a Francisco en España cuando él quiera. En enero el Papa se reunió en el Vaticano con Fernando Clavijo, presidente de Canarias, quien le dio datos sobre las dimensiones de la tragedia y la frustración en las islas por la falta de ayuda, y le invitó oficialmente a verlo en persona. Desde entonces, ha recibido información casi en tiempo real a través de los obispos locales, de la comisión de migrantes de la conferencia episcopal y de ONG locales. La semana pasada, cuando volaba rumbo a Yakarta, confirmó a uno de los periodistas que «sigue de cerca» la llegada de migrantes a las islas.
La visita a Canarias se enmarcaría en los viajes que ha realizado a otros lugares icónicos del drama de las «migraciones forzadas» hacia Europa, como Lampedusa, donde viajó en julio de 2013, y a la isla griega de Lesbos, donde estuvo en 2016 y 2021. Ahora el epicentro de esta tragedia son las Canarias, donde según la agencia EFE han llegado más de 25.000 emigrantes en lo que va de año. Además, Francisco prefiere viajar a lugares donde no hayan estado sus predecesores, y en este caso sería la primera visita de un Papa al archipiélago.
Si el Vaticano confirma la propuesta del Papa, el gobierno de Canarias y los obispos, de acuerdo con La Moncloa, deberán hacer una propuesta de perfil de la visita e itinerario acorde con la sensibilidad el Pontífice. La agenda incluirá probablemente una parada en la isla de El Hierro, epicentro de la tragedia.
No tendrán fácil ponerse de acuerdo. Ya en el pasado, la falta de una propuesta unificada por parte de las diócesis desanimó a Francisco a viajar a España, a Santiago de Compostela en el Año Santo, o a Ávila en el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa.
El viaje podría anunciarse después del encuentro que previsiblemente mantendrá en Roma este trimestre con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Será la primera visita de Francisco a España, y la novena de un Papa al país. Juan Pablo II viajó a España en cinco ocasiones, y Benedicto en tres, la última de ellas en 2011 para la JMJ de Madrid. Si no fuera una visita de Estado, se baraja la posibilidad de que actúe como anfitriona la Princesa Leonor, como gesto de cordialidad con el obispo de Roma.
Viaje a Argentina: «No está decidido»
Ha sido el único viaje que el Papa ha confirmado durante la rueda de prensa de este viernes, la primera que realiza desde hace un año. Refiriéndose a un posible viaje a Argentina, que se había especulado que podría realizar ya en noviembre, ha aclarado que «no está decidido». «Querría ir, es mi pueblo. Pero no se ha decidido. Hay varias cosas que deben resolverse antes», ha explicado sin entrar en detalles.No se trata sólo de sus diferencias con Milei, que está lanzando políticas sociales en las antípodas de la doctrina social de la Iglesia, pues el Papa ha evitado viajar a Argentina, independientemente de los gobiernos que estuvieran en la Casa Rosada. Aparte de la situación política, a Francisco probablemente le frena la gran crispación social en la sociedad argentina y la oposición por parte de algunos sectores de la Iglesia.
Tampoco en Notre Dame
También el Papa ha asegurado que «no iré a París» para la reapertura de la catedral de Notre Dame, prevista para el próximo 8 de diciembre, y que «querría viajar a China, un gran país que admiro y respeto, una cultura milenaria, una capacidad de diálogo, de entenderse entre ellos, que va más allá de los diferentes sistemas democráticos que ha tenido». A finales de septiembre volverá a subirse al avión para ir a Luxemburgo y Bélgica, con motivo de los 600 años de la Universidad de Lovaina.Francisco se ha pronunciado con dureza y cautela sobre Venezuela, pues «no he seguido las noticias de estos días», en relación al exilio en España del presidente electo Edmundo González. «Pero el mensaje que doy a los gobernantes es dialogar y hacer la paz. Las dictaduras no sirven y terminan mal, antes o después. Que el gobierno y la gente haga de todo para encontrar un camino de paz», ha añadido. «Sobre Venezuela, no consigo dar una opinión política porque no tengo detalles», ha añadido remitiendo al «mensaje de los obispos».
Sobre la guerra en Medio Oriente entre Hamás e Israel, ha lamentado que «por desgracia no veo que se estén haciendo pasos para la paz». «Cuando se ven cuerpos de niños asesinados o que por presunción de que haya allí algunos guerrilleros, se bombardea una escuela, es terrible esto», ha apuntado. «Quien gane la guerra encontrará una derrota, la guerra siempre y sin excepción es una derrota. Es importante todo lo que se haga por la paz y estoy muy agradecido lo que hace el rey Hussein de Jordania para conseguirla». Y preguntado sobre los abusos ha dicho que se «alegra cuando estos casos salen a la luz». «Hay que condenar estos casos, hablar claro, no esconderlos».
El mal menor entre Trump y Kamala
La crisis migratoria ha aparecido también cuando han preguntado al Papa qué debe hacer un católico de EE.UU., que debe decidir entre un candidato que quiere deportar a millones de emigrantes y otra que promete medidas a favor del aborto. Éste fue una de las cuestiones del debate presidencial del pasado martes, y una cuestión de gran relevancia en la campaña por la Casa Blanca.«Las dos posiciones están contra la vida, expulsar a migrantes y asesinar a niños», ha respondido Francisco, que ha añadido que «de esto hay que hablar claro, sin peros».
El Papa ha dicho que «expulsar a los migrantes, no darles capacidad para trabajar, no darles acogida, es un pecado grave contra la vida y la gente. La migración es un derecho, un derecho que aparece en la Biblia». «Sobre el aborto, la Ciencia dice que al mes de la concepción ya están todos los órganos de un ser humano. Abortar es asesinar a un ser humano. Guste o no guste esta palabra, es asesinar», ha subrayado.
«Y entonces, ¿qué deben hacer los católicos?», ha insistido la periodista. «En la jovenlandesal política, en general, se dice que no votar es un mal. Se debe votar. Y se debe elegir el mal menor. ¿Quién es el mal menor? No lo sé. ¿La señora o el señor?», ha continuado en referencia a Kamala Harris o Donald Trump. «Que cada uno elija en conciencia», ha concluido. «No soy estadounidense y no votaré allí», ha dicho también con una pizca de ironía.
Papa Francisco: «Quiero ir a Canarias para estar cerca de este pueblo en la crisis migratoria»
Durante el regreso de Singapur anuncia un viaje a España sin poner fecha y asegura sobre Maduro y Venezuela que «las dictaduras no sirven y terminan mal antes o después»
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