Padre obligó al forzador de su hija de seis años, Oleg Sviridov, de 32 años, a cavar su propia tumba, donde fue encontrado el cadáver, pero no será acusado de asesinato por las autoridades de Rusia
Un padre que obligó a su amigo pedófilo a cavar su propia tumba después de violar a su hija de seis años, no será acusado de asesinato.
El padre, identificado por algunas fuentes como Viacheslav Matrósov, fue acusado de apiolar por venganza a Oleg Sviridov, después de descubrir imágenes gráficas en su teléfono móvil de él abusando sexualmente de su hija.
En imágenes desgarradoras, se escuchó a la hija, quien ahora tiene ocho años, suplicar: “Oleg, es suficiente, no puedo soportarlo más. Quiero ir a casa”.
Se sospechaba que el hombre de 34 años mató a tortas a Sviridov, de 32 años, en un bosque ruso, después de obligarlo a cavar su propia tumba.
Originalmente se enfrentó a una investigación por asesinato, pero ahora se le ha dicho que esto ha sido descartado, dicen fuentes cercanas al caso.
En una decisión histórica, en cambio, enfrentará un enjuiciamiento por incitar a Sviridov a quitarse la vida, lo que conlleva una sentencia menor que el asesinato.
El ex trabajador de la fábrica de motores de cohetes siempre ha negado el asesinato y está “complacido” de que no enfrentará el cargo de apiolar deliberadamente a Sviridov.
Tampoco se le exigirá usar una placa electrónica mientras espera el juicio este año.
Fuentes cercanas al caso dijeron que la evidencia forense detallada mostró que el padre no había apuñalado a Sviridov en un bosque, donde el cuerpo del hombre muerto fue encontrado más tarde en un improvisado entierro.
Hay afirmaciones de que Sviridov recibió un ultimátum para ir a la policía y confesar haber abusado sexualmente de la niña, o enfrentar la ira del padre.
laopinion.com
Un padre que obligó a su amigo pedófilo a cavar su propia tumba después de violar a su hija de seis años, no será acusado de asesinato.
El padre, identificado por algunas fuentes como Viacheslav Matrósov, fue acusado de apiolar por venganza a Oleg Sviridov, después de descubrir imágenes gráficas en su teléfono móvil de él abusando sexualmente de su hija.
En imágenes desgarradoras, se escuchó a la hija, quien ahora tiene ocho años, suplicar: “Oleg, es suficiente, no puedo soportarlo más. Quiero ir a casa”.
Se sospechaba que el hombre de 34 años mató a tortas a Sviridov, de 32 años, en un bosque ruso, después de obligarlo a cavar su propia tumba.
Originalmente se enfrentó a una investigación por asesinato, pero ahora se le ha dicho que esto ha sido descartado, dicen fuentes cercanas al caso.
En una decisión histórica, en cambio, enfrentará un enjuiciamiento por incitar a Sviridov a quitarse la vida, lo que conlleva una sentencia menor que el asesinato.
El ex trabajador de la fábrica de motores de cohetes siempre ha negado el asesinato y está “complacido” de que no enfrentará el cargo de apiolar deliberadamente a Sviridov.
Tampoco se le exigirá usar una placa electrónica mientras espera el juicio este año.
Fuentes cercanas al caso dijeron que la evidencia forense detallada mostró que el padre no había apuñalado a Sviridov en un bosque, donde el cuerpo del hombre muerto fue encontrado más tarde en un improvisado entierro.
Hay afirmaciones de que Sviridov recibió un ultimátum para ir a la policía y confesar haber abusado sexualmente de la niña, o enfrentar la ira del padre.
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Padre obligó al forzador de su hija de seis años, Oleg Sviridov, de 32 años, a cavar su propia tumba, donde fue encontrado el cadáver, pero no será acusado de asesinato por las autoridades de Rusia
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