Vlad_Empalador
Será en Octubre
Hazte socio/a
Inicia sesión
ENTREVISTA
Pablo Stefanoni, experto en extrema derecha: “Buenos Aires con Milei será la meca de figuras como Abascal”
- “La izquierda ha perdido la capacidad para elaborar proyectos alternativos”, dice el historiador argentino y autor de ‘¿La rebeldía se volvió de derechas?’
- — Milei entierra su promesa de combatir a la 'casta' argentina colocando a exministros de Macri en puestos clave
Pablo Stefanoni Sebastián Freire / Imagen cedida
Héctor Juanatey Ferreiro
8 de diciembre de 2023 22:23h
Actualizado el 09/12/2023 05:30h
3
“El Estado es el ******filo en el jardín de infantes con los nenes encadenados y bañados en vaselina”. El autor de esta frase es Javier Milei, autodenominado “general AnCap” –anarcocapitalista –, que viene de “Liberland, una tierra creada por el principio de apropiación originaria del hombre”. ¿La misión de este advenedizo general? “soltar a patadas en el ojo ciego a keynesianos y colectivistas me gusta la fruta”. Sea como fuere, Milei es el presidente electo de Argentina desde el pasado 19 de noviembre y estará al frente de ese “******filo en el jardín de infantes” a partir del próximo 10 de diciembre.
Milei enciende la motosierra para aplicar recortes sin precedentes a partir de diciembre
Pablo Stefanoni, periodista, historiador argentino y autor del sugestivo libro ¿La rebeldía se volvió de derechas? (Siglo XXI Editores) analiza desde Francia el escenario inédito que se abre en Argentina tras la llegada, por primera vez en su historia, de un outsider a la Casa Rosada.
¿Cuál ha sido la clave del éxito de Milei en las últimas elecciones?
El triunfo de Milei tiene varias explicaciones. En primer lugar, en Argentina había una mayoría que estaba dispuesta a votar más o menos cualquier cosa que fuera contra el peronismo, sobre todo en su versión kirchnerista. Se estaba viviendo un momento de hartazgo debido a la crisis económica –una crisis crónica, no puntual– que provocó que parte de la población estuviera dispuesta a dar una suerte de salto al vacío.
La derecha radical sabe captar el malestar de la sociedad mejor que la izquierda
Lo explicó bien la imagen que usó el expresidente Mauricio Macri para apoyar a Milei: “Vas en un auto a 100 kilómetros por hora, te vas a chocar contra el paredón y sabés que te matás, entonces te tirás del auto. ¿Vas a sobrevivir? Y qué sé yo, pero tenés una chance, ¿o no?”. Mucho voto a Milei fue justamente eso: una mezcla de hartazgo y esperanza. Supo captar ese clima recuperando una consigna de 2001, el “que se vayan todos”, utilizando mucho discurso contra “la casta política” y denunciando una imagen decadentista de Argentina, reivindicando el país del siglo XIX y el Gobierno de Carlos Menem, muy complicado pero de cierta estabilidad.
Después está el carisma personal de Milei, con ese lenguaje soez y una estética rockera que primero llegó al público juvenil y luego a sus padres y abuelos. Pero Milei también se benefició de la división de la derecha convencional, que venía de atravesar unas primarias muy duras entre halcones y palomas. En mitad de esa crisis aparece esta figura, desde la nada misma y desde los canales de televisión, con apenas dos años de presencia en el Parlamento, que impugnó todo y capturó el espíritu de rebelión electoral.
Pero Milei no es solo un fenómeno argentino: más allá de Donald Trump o Jair Bolsonaro, Geert Wilders ha ganado en Países Bajos, en Irlanda la extrema derecha comienza a movilizarse…
Hay una especie de vínculo entre lo local y lo global que es difícil de analizar. Milei es producto de una crisis económica y su discurso está adherido a ella, un discurso radical y anarcocapitalista. El elemento local que explica su éxito es la crisis, pero con muchas comillas.
Uno puede preguntarse por qué Milei y no otras personas, y ahí es donde entran los elementos globales. La derecha radical está sabiendo captar el malestar de la sociedad mejor que la izquierda, y no importa cuál sea la causa de ese malestar: la crisis en Argentina, la inmi gración en Irlanda o Francia, la amnistía en España… Asistimos también, además, a la crisis de las derechas tradicionales y al debilitamiento de los cordones democráticos, aunque ambas derechas siguen necesitándose. Lo hemos visto aquí con Macri y Bullrich votando a Milei.