Hombre Blanco Hetero
Madmaxista
El ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha relatado de forma figurada cómo, cuando era vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Asuntos Sociales y Agenda 2030, propuso al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, infiltrar a policías en el PP para que se «amen» a políticos como «Ayuso, Feijóo, Casado, Cospedal y Margallo» porque «estos corruptos de cosa cantan La Traviata en la cama».
Iglesias revela este «secreto» en su podcast para, inmediatamente después de arremeter durante dos minutos contra los políticos del Partido Popular acusándoles de lascivos y de drojadictos, aclarar que esa conversación con el ministro del Interior realmente nunca se produjo, sino que lo que buscaba con esta simulación era mostrar lo que se ha hecho con «colectivos sociales de izquierdas», en referencia al policía que estuvo tres años infiltrado en el movimiento anarquista de Cataluña y mantuvo relaciones con activistas para asistir a asambleas del movimiento anticapitalista.
«Les voy a contar un secreto», arranca Iglesias, «cuando estaba en el Gobierno hice al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, una propuesta». «Teniendo en cuenta la inmensidad de asuntos delictivos que afectaban al Partido Popular y teniendo en cuenta también la cantidad de antiguos ministros, cargos públicos y dirigentes del PP que habían acabado en la guandoca, propuse a Fernando lo siguiente ‘Fernando, ¿por qué no infiltramos a agentes de la Policía en el PP?’», agrega.
«‘Pocas organizaciones políticas han cometido tantos delitos como el PP en España, debemos infiltrarlos, ministro, tenemos que obtener información, cueste lo que cueste, incluso si hay que forzar un poquito la ley’», explica que le dijo, supuestamente, a Marlaska en esa conversación ficticia.
«‘Te propongo infiltrar hombres y mujeres de la Policía y la Guardia Civil que consigan tener relaciones sensuales con los jefes del PP, entre tú y yo, sabiendo como es la derecha, eso no puede ser tan difícil’», continúa.
«‘En la cama, estos corruptos de cosa van a cantar La Traviata, y si nuestra gente les ofrece drojas ya, ni te cuento, que los del PP son unos viciosos, Fernando’», prosigue, antes de añadir que hacían que «unos cuantos agentes» se hicieran pasar por «peperos de toda la vida» y engañaran a «Pablo Casado, a Feijóo, a Cospedal, a Ayuso, a Margallo para que amen con ellos seguro que les van a contar».
Cosas que, añade, «nos van a resultar útiles para defender la democracia y el Estado de Derecho». En este punto simula una presunta réplica negativa de Marlaska para, a renglón seguido, insistir «‘venga, no me vengas con que es un poco fuerte engañar a dirigentes políticos para que tengan sesso, qué es eso de que va a ser un abuso sensual, ministro, venga Fernando, jorobar, no te pongas tiquismiquis, tenemos agentes entrenados para eso y para mucho más, estamos defendiendo la democracia y el Estado de Derecho, no me vengas con que si la democracia, con que si la libertad sensual… la democracia se defiende también en las cloacas, jorobar, ya lo decía Felipe González’».
Al terminar este relato, Iglesias lanza, con una sonrisa, que espera «que no haga falta» que aclare que no propuso eso a Marlaska, pero, a su juicio, eso es lo que «básicamente» se ha hecho con «colectivos sociales de izquierdas». Por tanto, pide al Ministerio del Interior que aclare «si tenía conocimiento» del agente infiltrado y reconoce que le gustaría «saber qué opinan Carmen alopécico y las feministas del PSOE de que un policía engañe a mujeres para que tengan sesso con él con la cobertura de un ministerio suyo, todo, todo presuntamente».
Iglesias revela este «secreto» en su podcast para, inmediatamente después de arremeter durante dos minutos contra los políticos del Partido Popular acusándoles de lascivos y de drojadictos, aclarar que esa conversación con el ministro del Interior realmente nunca se produjo, sino que lo que buscaba con esta simulación era mostrar lo que se ha hecho con «colectivos sociales de izquierdas», en referencia al policía que estuvo tres años infiltrado en el movimiento anarquista de Cataluña y mantuvo relaciones con activistas para asistir a asambleas del movimiento anticapitalista.
«Les voy a contar un secreto», arranca Iglesias, «cuando estaba en el Gobierno hice al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, una propuesta». «Teniendo en cuenta la inmensidad de asuntos delictivos que afectaban al Partido Popular y teniendo en cuenta también la cantidad de antiguos ministros, cargos públicos y dirigentes del PP que habían acabado en la guandoca, propuse a Fernando lo siguiente ‘Fernando, ¿por qué no infiltramos a agentes de la Policía en el PP?’», agrega.
«‘Pocas organizaciones políticas han cometido tantos delitos como el PP en España, debemos infiltrarlos, ministro, tenemos que obtener información, cueste lo que cueste, incluso si hay que forzar un poquito la ley’», explica que le dijo, supuestamente, a Marlaska en esa conversación ficticia.
«‘Te propongo infiltrar hombres y mujeres de la Policía y la Guardia Civil que consigan tener relaciones sensuales con los jefes del PP, entre tú y yo, sabiendo como es la derecha, eso no puede ser tan difícil’», continúa.
«‘En la cama, estos corruptos de cosa van a cantar La Traviata, y si nuestra gente les ofrece drojas ya, ni te cuento, que los del PP son unos viciosos, Fernando’», prosigue, antes de añadir que hacían que «unos cuantos agentes» se hicieran pasar por «peperos de toda la vida» y engañaran a «Pablo Casado, a Feijóo, a Cospedal, a Ayuso, a Margallo para que amen con ellos seguro que les van a contar».
Cosas que, añade, «nos van a resultar útiles para defender la democracia y el Estado de Derecho». En este punto simula una presunta réplica negativa de Marlaska para, a renglón seguido, insistir «‘venga, no me vengas con que es un poco fuerte engañar a dirigentes políticos para que tengan sesso, qué es eso de que va a ser un abuso sensual, ministro, venga Fernando, jorobar, no te pongas tiquismiquis, tenemos agentes entrenados para eso y para mucho más, estamos defendiendo la democracia y el Estado de Derecho, no me vengas con que si la democracia, con que si la libertad sensual… la democracia se defiende también en las cloacas, jorobar, ya lo decía Felipe González’».
Al terminar este relato, Iglesias lanza, con una sonrisa, que espera «que no haga falta» que aclare que no propuso eso a Marlaska, pero, a su juicio, eso es lo que «básicamente» se ha hecho con «colectivos sociales de izquierdas». Por tanto, pide al Ministerio del Interior que aclare «si tenía conocimiento» del agente infiltrado y reconoce que le gustaría «saber qué opinan Carmen alopécico y las feministas del PSOE de que un policía engañe a mujeres para que tengan sesso con él con la cobertura de un ministerio suyo, todo, todo presuntamente».
https://www.mediterraneodigital.com/espana/pablo-iglesias-amar