Porfirio_Vegano
Madmaxista
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O sea que por una enfermedad "no relacionada con el trasplante"... ¿Tampoco con el tratamiento inmunosupresor que facilita el desarrollo de enfermedades?
Los mismos que nos venden los trasplantes como un milagro de la ciencia, nos intentan vender ahora el fracaso como si fuera algo imprevisible. ¿No saben que alterar el sistema inmunológico nos deja sin defensas frente a todo tipo de enfermedades?
Por otra parte, este tal Cavadas ha realizado experimentos con animales, pero obviamente los animales no reaccionaron como los enfermos y los resultados obtenidos con ellos no solamente fueron inútiles, sino que además están en la base de estos errores que pagan los pacientes, porque ni Cavadas ni sus compañeros son responsables de los fracasos; son solo responsables de los éxitos, con el aplauso de los creyentes de la medicina moderna.
Amputan las piernas al primer trasplantado doble del mundo
La operación la llevó a cabo el doctor Cavadas hace dos años | Otro de los trasplantados por este cirujano ha muerto este martes
Sanidad | 11/06/2013 - 16:30h | Última actualización: 11/06/2013 - 20:21h
Amputan las piernas al primer trasplantado doble del mundo
Madrid/Valencia. (dpa).- El primer paciente del mundo al que se le implantaron las dos piernas de forma simultánea -una operación que llevó a cabo el doctor Pedro Cavadas hace dos años- ha perdido las extremidades: los médicos se las tuvieron que amputar a causa de una enfermedad que no tiene relación con la operación a la que se sometió hace dos años en España.
Este martes también se ha sabido que otro de los trasplantados por el doctor Cavanas -el paciente al que se le hizo el primer trasplante de cara- ha fallecido. La fin, al parecer, tampoco tiene nada que ver con la operación que se le hizo para regenerarle el rostro.
La noticia de la amputación al primer paciente que se le implantaron las dos piernas la ha difundido este martes el Hospital La Fe de Valencia, que explicaron que la enfermedad que sufre el paciente, que no ha sido revelada, le obligó a dejar de tomar la medicación inmunosupresora que necesitaba desde que, en julio de 2011, le implantaron las dos piernas.
El protocolo marca que en casos semejantes al paciente hay que extraerle el órgano trasplantado si no es vital "para poder proporcionar tratamiento sobre la enfermedad que es la que presenta mayor gravedad y urgencia", indicaron las mismas fuentes. Los fármacos inmunosupresores dificultaban el proceso.
El paciente es un joven que sufrió la amputación de las dos piernas por encima de la rodilla a causa de un accidente. Su identidad, según marca la ley española, no puede ser revelada.
Su caso saltó a los titulares de todo el mundo hace dos años, cuando el cirujano español Pedro Cavadas, una referencia internacional en trasplantes, le implantó las dos piernas en una operación de cerca de diez horas en la que participó medio centenar de personas en el Hospital La Fe de Valencia, en el este de España.
El joven estaba hasta entonces "relegado a una silla de ruedas" y sus posibilidades de caminar "eran cero" porque no toleraba prótesis, según explicó Cavadas en su día, y el trasplante abrió la puerta a que volviera a caminar.
Se tardó casi un año en encontrar un donante de las piernas que ahora le han tenido que amputar al paciente.
Esto es lo que opinaba Pietro Croce, Profesor Emérito de Patología:
Los problemas técnicos relacionados con los trasplantes son fácilmente superables para cualquier cirujano que haya adquirido pericia con las técnicas tradicionales. La organización causa mayores problemas que las cuestiones técnicas: los trasplantes tienen que llevarse a cabo con un mayor número de ayudantes y en quirófanos más espaciosos que cuenten con un equipo adecuado. Sin embargo, existe un problema todavía más importante: el rechazo.
El problema del rechazo no puede resolverse utilizando animales, porque sus sistemas inmunológicos difieren radicalmente de los de los seres humanos. Por tanto, estudiar el problema del rechazo con animales
solamente contribuye a desperdiciar energías, inteligencia y dinero en una forma de investigación que tiene muy pocas posibilidades de obtener información útil, y menos aun resultados concluyentes. Corremos incluso el riesgo de obtener una información que puede parecer útil pero que al examinarla detenidamente resulta que nos aleja más de nuestro objetivo y complica los problemas existentes.
Esto último es algo típico del carácter pseudocientífico de la medicina moderna, que crea continuamente nuevos problemas que nos alejan de la realidad. No obstante, esta situación crea nuevos puestos de trabajo (y nuevos beneficios) para una legión de “especialistas”, y éste es el único aspecto aparentemente positivo de todo el proceso absurdo y derrochador
que se presenta ante nosotros disfrazado de “ciencia”. Sin embargo, tiene su base exclusivamente en los inestables cimientos de la experimentación
animal.
¿Ha contribuido la experimentación animal al éxito de la cirugía de trasplantes, aunque solamente sea desde el punto de vista técnico? ¿Ha allanado el camino que conducía a los trasplantes con humanos? ¿Ha evitado el sacrificio de víctimas humanas?
Se han creado cátedras de cirugía experimental de trasplantes. Los nuevos profesores son con frecuencia antiguos ayudantes de cirugía que aceptan los cargos como un modo de permenecer en la universidad. Por supuesto, estas figuras secundarias de la profesión médico-quirúrgica
nunca admitirán que sus tareas son inútiles. Además, el prestigio de las cátedras universitarias todavía tiene mucha influencia en la opinión pública y en los políticos, y difunde la (falsa) idea de que una metodología
falsa es indispensable.
El primer trasplante de corazón lo realizó el cirujano Christiaan Barnard
a finales de los años sesenta del siglo xx en Sudáfrica. Antes de eso había realizado numerosos trasplantes con animales. ¿Cuáles fueron las verdaderas consecuencias de sus prácticas con animales? Todos sus primeros pacientes trasplantados murieron en unas pocas semanas o en unos pocos meses después de la cirugía. Por tanto, la técnica que hoy hace posible que un número creciente de cirujanos realicen trasplantes de corazón se desarrolló gracias al sacrificio de los primeros pacientes trasplantados,
y no gracias a los experimentos efectuados con animales. Este dato lo confirma el ejemplo de la Universidad de California, donde se estudió la técnica de trasplante de corazón con 400 perros por un periodo de nueve años. Cuando la técnica fue probada finalmente en seres humanos,
los dos primeros pacientes murieron a causa de complicaciones que no se habían producido nunca con los perros. (…)
Phillip Blaiberg, el segundo paciente que recibió un trasplante de Christiaan Barnard, se negó a dar su consentimiento para recibir un segundo trasplante y prefirió morir cuando se le comunicó que estaba al borde de la fin a causa del rechazo del corazón que había recibido.
Hoy sabemos que hay un riesgo que amenaza a quienes aceptan someterse a un trasplante. El paciente tiene un riesgo de padecer cáncer 100 veces mayor de lo normal, a causa de los medicamentos inmunosupresores
que se le administran para evitar el rechazo. En el caso de los tumores reticuloendoteliales, el riesgo es 350 veces mayor en los pacientes que reciben tratamiento inmunosupresor para trasplantes renales. Por tanto, el rechazo no es el único problema. También existe el riesgo de enfermar de cáncer. Sin embargo, los medios de comunicación ocultan esta realidad.
Los mismos que nos venden los trasplantes como un milagro de la ciencia, nos intentan vender ahora el fracaso como si fuera algo imprevisible. ¿No saben que alterar el sistema inmunológico nos deja sin defensas frente a todo tipo de enfermedades?
Por otra parte, este tal Cavadas ha realizado experimentos con animales, pero obviamente los animales no reaccionaron como los enfermos y los resultados obtenidos con ellos no solamente fueron inútiles, sino que además están en la base de estos errores que pagan los pacientes, porque ni Cavadas ni sus compañeros son responsables de los fracasos; son solo responsables de los éxitos, con el aplauso de los creyentes de la medicina moderna.
Amputan las piernas al primer trasplantado doble del mundo
La operación la llevó a cabo el doctor Cavadas hace dos años | Otro de los trasplantados por este cirujano ha muerto este martes
Sanidad | 11/06/2013 - 16:30h | Última actualización: 11/06/2013 - 20:21h
Amputan las piernas al primer trasplantado doble del mundo
Madrid/Valencia. (dpa).- El primer paciente del mundo al que se le implantaron las dos piernas de forma simultánea -una operación que llevó a cabo el doctor Pedro Cavadas hace dos años- ha perdido las extremidades: los médicos se las tuvieron que amputar a causa de una enfermedad que no tiene relación con la operación a la que se sometió hace dos años en España.
Este martes también se ha sabido que otro de los trasplantados por el doctor Cavanas -el paciente al que se le hizo el primer trasplante de cara- ha fallecido. La fin, al parecer, tampoco tiene nada que ver con la operación que se le hizo para regenerarle el rostro.
La noticia de la amputación al primer paciente que se le implantaron las dos piernas la ha difundido este martes el Hospital La Fe de Valencia, que explicaron que la enfermedad que sufre el paciente, que no ha sido revelada, le obligó a dejar de tomar la medicación inmunosupresora que necesitaba desde que, en julio de 2011, le implantaron las dos piernas.
El protocolo marca que en casos semejantes al paciente hay que extraerle el órgano trasplantado si no es vital "para poder proporcionar tratamiento sobre la enfermedad que es la que presenta mayor gravedad y urgencia", indicaron las mismas fuentes. Los fármacos inmunosupresores dificultaban el proceso.
El paciente es un joven que sufrió la amputación de las dos piernas por encima de la rodilla a causa de un accidente. Su identidad, según marca la ley española, no puede ser revelada.
Su caso saltó a los titulares de todo el mundo hace dos años, cuando el cirujano español Pedro Cavadas, una referencia internacional en trasplantes, le implantó las dos piernas en una operación de cerca de diez horas en la que participó medio centenar de personas en el Hospital La Fe de Valencia, en el este de España.
El joven estaba hasta entonces "relegado a una silla de ruedas" y sus posibilidades de caminar "eran cero" porque no toleraba prótesis, según explicó Cavadas en su día, y el trasplante abrió la puerta a que volviera a caminar.
Se tardó casi un año en encontrar un donante de las piernas que ahora le han tenido que amputar al paciente.
Esto es lo que opinaba Pietro Croce, Profesor Emérito de Patología:
Los problemas técnicos relacionados con los trasplantes son fácilmente superables para cualquier cirujano que haya adquirido pericia con las técnicas tradicionales. La organización causa mayores problemas que las cuestiones técnicas: los trasplantes tienen que llevarse a cabo con un mayor número de ayudantes y en quirófanos más espaciosos que cuenten con un equipo adecuado. Sin embargo, existe un problema todavía más importante: el rechazo.
El problema del rechazo no puede resolverse utilizando animales, porque sus sistemas inmunológicos difieren radicalmente de los de los seres humanos. Por tanto, estudiar el problema del rechazo con animales
solamente contribuye a desperdiciar energías, inteligencia y dinero en una forma de investigación que tiene muy pocas posibilidades de obtener información útil, y menos aun resultados concluyentes. Corremos incluso el riesgo de obtener una información que puede parecer útil pero que al examinarla detenidamente resulta que nos aleja más de nuestro objetivo y complica los problemas existentes.
Esto último es algo típico del carácter pseudocientífico de la medicina moderna, que crea continuamente nuevos problemas que nos alejan de la realidad. No obstante, esta situación crea nuevos puestos de trabajo (y nuevos beneficios) para una legión de “especialistas”, y éste es el único aspecto aparentemente positivo de todo el proceso absurdo y derrochador
que se presenta ante nosotros disfrazado de “ciencia”. Sin embargo, tiene su base exclusivamente en los inestables cimientos de la experimentación
animal.
¿Ha contribuido la experimentación animal al éxito de la cirugía de trasplantes, aunque solamente sea desde el punto de vista técnico? ¿Ha allanado el camino que conducía a los trasplantes con humanos? ¿Ha evitado el sacrificio de víctimas humanas?
Se han creado cátedras de cirugía experimental de trasplantes. Los nuevos profesores son con frecuencia antiguos ayudantes de cirugía que aceptan los cargos como un modo de permenecer en la universidad. Por supuesto, estas figuras secundarias de la profesión médico-quirúrgica
nunca admitirán que sus tareas son inútiles. Además, el prestigio de las cátedras universitarias todavía tiene mucha influencia en la opinión pública y en los políticos, y difunde la (falsa) idea de que una metodología
falsa es indispensable.
El primer trasplante de corazón lo realizó el cirujano Christiaan Barnard
a finales de los años sesenta del siglo xx en Sudáfrica. Antes de eso había realizado numerosos trasplantes con animales. ¿Cuáles fueron las verdaderas consecuencias de sus prácticas con animales? Todos sus primeros pacientes trasplantados murieron en unas pocas semanas o en unos pocos meses después de la cirugía. Por tanto, la técnica que hoy hace posible que un número creciente de cirujanos realicen trasplantes de corazón se desarrolló gracias al sacrificio de los primeros pacientes trasplantados,
y no gracias a los experimentos efectuados con animales. Este dato lo confirma el ejemplo de la Universidad de California, donde se estudió la técnica de trasplante de corazón con 400 perros por un periodo de nueve años. Cuando la técnica fue probada finalmente en seres humanos,
los dos primeros pacientes murieron a causa de complicaciones que no se habían producido nunca con los perros. (…)
Phillip Blaiberg, el segundo paciente que recibió un trasplante de Christiaan Barnard, se negó a dar su consentimiento para recibir un segundo trasplante y prefirió morir cuando se le comunicó que estaba al borde de la fin a causa del rechazo del corazón que había recibido.
Hoy sabemos que hay un riesgo que amenaza a quienes aceptan someterse a un trasplante. El paciente tiene un riesgo de padecer cáncer 100 veces mayor de lo normal, a causa de los medicamentos inmunosupresores
que se le administran para evitar el rechazo. En el caso de los tumores reticuloendoteliales, el riesgo es 350 veces mayor en los pacientes que reciben tratamiento inmunosupresor para trasplantes renales. Por tanto, el rechazo no es el único problema. También existe el riesgo de enfermar de cáncer. Sin embargo, los medios de comunicación ocultan esta realidad.
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