La Corruptocracia se alía, no vaya a ser que les hagan en serio la competencia, y el pueblo dé salida a su cabreo contra el latrocinio votando radicales.
El Govern critica la política de delación de pagapensiones de Vic | El Periódico de Catalunya | Sociedad
El Govern critica la política de delación de pagapensiones de Vic
1. • La Generalitat aboga por una regulación del padrón idéntica en toda Catalunya
2. • Varias entidades apuntan a un plan de CiU, ERC y PSC para frenar el auge de PxC
JUAN RUIZ SIERRA / MADRID
PERE PRATDESABAVIC
La política de delación de pagapensiones sin papeles que se hayan empadronado en Vic, recién aprobada por el ayuntamiento de la capital de Osona y tan criticada en los últimos días por policías, abogados, sindicatos y asociaciones de pagapensiones, tampoco ha sido bien acogida por la Generalitat. Fuentes de la Conselleria d’Acció Social prefirieron no calificar ayer la controvertida medida, pero afearon al consistorio que haya optado por esta modificación de forma
«unilateral». El Govern, continuaron las mismas fuentes, «respeta» las decisiones que puedan tomar los municipios dentro de sus competencias, pero considera que este tipo de cambios, de hacerse, deben llevarse a cabo en toda Catalunya.
De hecho, el pasado 26 de octubre se reunió la Taula de Ciutadania i Inmigració, en la que participaron las dos asociaciones de municipios catalanes y se pautaron unos criterios comunes de empadronamiento. Ahora Vic, al establecer que todos los pagapensiones en situación irregular que se hayan empadronado serán delatados ante la Policía Nacional si en tres meses no obtienen su permiso de residencia, se ha descolgado de lo que se pactó entonces.
EL MALESTAR / La decisión ha causado sorpresa e indignación tanto entre los colectivos que trabajan con la inmi gración como entre los grupos de la oposición (al margen del partido xenófobo Plataforma per Catalu-nya), que no han dudado en calificar la resolución de electoralista.
Por su parte, el equipo de gobierno, formado por CiU, ERC y PSC, se mantiene unido y niega cualquier intención política. Según el tripartito municipal, se trata solo de «poner un poco de orden» para cortar de raíz las posibles situaciones conflictivas que pudieran presentarse en el futuro. Además, según la argumentación del consistorio, se simplifican los trámites y se exime de cualquier responsabilidad al funcionario de turno, que hasta ahora tenía que basarse en su criterio para resolver algunos casos complejos.
LA INTEGRACIÓN / «Tenemos una gran responsabilidad con la integración de los pagapensiones –apuntó ayer Josep Maria Vila d’Abadal (CiU), el alcalde de Vic, una población en el que el porcentaje de extranjeros supera el 23%–. Queremos hacer las cosas bien hechas».
Su explicación no convence ni a las asociaciones ni a los partidos que no están en el gobierno local. Fuentes de ambos sectores apuntan que las verdaderas causas de la decisión tienen su fundamento en las próximas elecciones municipales y la necesidad de cortar el auge de la xenófoba Plataforma per Catalu-nya (PxC), que con cuatro concejales encabeza la oposición. En los pasados comicios, los tres grupos que forman el gobierno perdieron votos. La mayoría de ellos se dirigieron hacia PxC. Una forma de recuperar este espacio perdido sería acercarse al discurso de la Plataforma, basado única y exclusivamente en el control de la inmi gración
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«Si el alcalde fuera Josep Anglada [presidente de PxC] lo entendería, pero no en un gobierno que se hace llamar progresista. Será que quieren mostrarse más duros, ahora que vienen elecciones», apunta Jamel el Meziani, presidente del Centro Cultural Islámico de Vic. En una línea parecida se expresa Xavier Torna-
foch, portavoz de ICV-EUiA en el consistorio: «Son actuaciones propias de PxC. A la extrema derecha se la derrota siendo más inteligente que ella, no usando su discurso».
PETICIÓN DE RETIRADA / Los ecosocialistas califican la normativa de «impropia de un ayuntamiento democrático», ya que «criminaliza» a los pagapensiones y les recorta algunos de sus derechos fundamentales. ICV ha pedido la retirada inmediata de la propuesta y, en caso contrario, que ERC y PSC, las fuerzas de izquierda, abandonen el equipo de gobierno.
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EDITORIAL: 'Vic agita la olla de la inmi gración' | El Periódico de Catalunya | Opinión
EDITORIAL: 'Vic agita la olla de la inmi gración'
La opinión del diario se expresa solo en los editoriales. Los artículos exponen posturas personales.
La decisión del Ayuntamiento de Vic de exigir el permiso de residencia para empadronarse ha sido presentada por sus mentores como un intento de «poner orden» en la inmi gración, simplificar los trámites y eximir a los funcionarios de tomar decisiones caso por caso, y, finalmente, como un ejercicio de responsabilidad para facilitar la integración de los pagapensiones.
Estas buenas intenciones, sin embargo, se compadecen mal con los perjuicios que la medida puede ocasionar a las personas concretas a las que, en teoría, se quiere proteger. El principal, la pérdida por parte de los no admitidos de derechos básicos y fundamentales como el acceso a la sanidad y a la escolarización, que a nadie se pueden negar. Hasta ahora, para ejercerlos únicamente había que estar empadronado y para ello bastaba, como ocurre en el resto de municipios españoles, con la presentación de un documento de identidad.
La decisión unilateral del Ayuntamiento de Vic de cambiar los criterios viola un acuerdo del pasado mes de octubre de las dos asociaciones de municipios catalanes y peca además de ineficacia por varias razones. En primer lugar, porque la policía, a la que se pretende delatar al viajero sin papeles, ya ha manifestado que no va a perseguir a los denunciados por ese único motivo y, en segundo, porque, como han puesto de relieve algunos partidos y sindicatos, solo se conseguirá que los pagapensiones se empadronen en otro municipio cercano.
Vic tiene un 23% de población extranjera, dato que ha abonado la expansión del partido xenófobo Plataforma per Catalunya (PxC), que en las últimas elecciones pasó de uno a cuatro conceja- les, los mismos que el PSC, empatando en el segundo puesto, tras los ocho regidores de CiU. El alcalde, de CiU, gobierna con el PSC y con ERC (dos concejales).
Dados estos antecedentes, muchos interpretan la medida como una manera de frenar el crecimiento de PxC en las municipales del año próximo. Pero, ¿para detener la xenofobia hay que aproximarse a sus ideas y sus métodos? ¿Pueden partidos de gobierno como CiU, el PSC o ERC suscribir afirmaciones del líder de PxC, Josep Anglada, como la de que «las personas ilegales (sic) no tienen derecho a asistencia médica, social o escolar»? Los dirigentes nacionales de esos partidos deberían aclarar la situación, porque una cosa es controlar la inmi gración y otra muy distinta restringir los derechos de las personas.
El laboratorio mestizo de Vic | El Periódico de Catalunya | Sociedad
El laboratorio mestizo de Vic
1. • La capital de Osona, cuyo ayuntamiento ha decidido delatar a los ‘sin papeles’ cuando vayan a empadronarse, debate a diario sobre el flujo masivo de pagapensiones que ha cambiado la ciudad
Es, cada martes y sábado, uno de los mercados más multiculturales de España. Lugar idóneo para captar imágenes del fenómeno de la inmi gración. Pero al mismo tiempo, el ajetreo matinal en la plaza Major de Vic (Osona) es un espejismo. Allí, todo el mundo se mezcla, pero no convive. Solo a la hora de comprar o vender. Y no siempre sin tensiones. Un matrimonio joven quiere acelgas. «Un euro por manojo», dice el vendedor. Ella, pañuelo en la cabeza, quiere saber el precio por kilo. No hay manera de que se entiendan. La pareja se va, el vendedor se queda, todos con caras de incomprensión, enfado y desprecio mutuo.
A Vic le está costando asimilar el boom migratorio. Hace tres años, el ayuntamiento constituyó el Consellde la Ciutadania para facilitar la convivencia, aunque murió en el 2009, convirtiéndose en el Consell de la Ciutat. Permanece el plan para la convivencia y un denominado circuito de acogida con un ***eto editado en nueve idiomas. Ahora, el consistorio –dirigido por CiU, PSC y ERC– acaba de dar un paso más polémico: delatar a la policía a los sin papeles que se empadronen y no legalicen su situación en tres meses.
Parece una medida para acercarse al elector descontento, abrumado por tantos extranjeros a su alrededor. Extranjeros a los que no conoce, ni quiere conocer. Porque el mercado engaña. Los vecinos de Vic, sean catalanes, andaluces, etnianos, marroquís, ghaneses, rumanos, rusos, polacos, nigerianos o chinos, se encuentran ahí para hacer negocios a buenos precios. Nada más. Una pareja ghanesa le compra un abrigo a un jovenlandés. Apenas hablan. Los ghaneses llevan dos años en Vic. «Es duro», dice ella, en inglés. No hablan casi castellano, ni catalán. En Osona se concentran el 40% de todos los ghaneses de Catalunya y por su tonalidad de piel forman lo que se llama una inmi gración muy visible.
Mohamed Dali es un experimentado vendedor originario de Nador (jovenlandia). Llegó en 1967 a Barcelona. Está nacionalizado español. Acaba de vender un chaleco a dos señoras muy catalanas. «Él es diferente a la mayoría», dicen luego las dos. «Habla catalán, está integrado». ¿Y esa mayoría, los demás pagapensiones? «Pues pensamos como mucha gente de aquí: mientras no los tengas en tu rellano, no pasa nada».
Ideas xenófobas
En Vic pasan muchas cosas. Es un laboratorio idóneo para estudiar el fenómeno de la inmi gración masiva, el repentino choque de culturas, la tras*formación tremenda de una ciudad media, de 39.000 habitantes, que
en 1991 apenas tenía el 1% de residentes extranjeros. En 1999, los pagapensiones solo se habían incrementado hasta el 4%. A partir de ahí todo fue muy rápido: el 10% en el 2001, el 18% en el 2004 y el 23% en el 2008. Una tierra de cultivo donde crecen con fuerza palpable los postulados xenófobos, sin tapujos, de la Plataforma per Catalunya (PxC) del vicense Josep Anglada, que en las últimas elecciones municipales (2007) consiguió ser el segundo partido tras CiU, con el 18,5% de los votos y cuatro concejales.
«Llegará un día en que Anglada ganará. La gente está cada vez más desilusionada con las autoridades. Aunque con más pagapensiones con derecho a voto, como yo, se le podría frenar», apunta Dali, quien apenas ha tenido experiencias desagradables en Vic. «Hay de todo, como en todos los sitios. Tampoco me gustan todos los marroquís. Solo hay una receta: integrarse, hablar catalán». Pero, añade, hay que darle tiempo al viajero, no acosarlo ni marginarlo: «Es como un gato: si lo tiras contra una pared, se revuelve, se pone violento».
Violencia hay en Vic, como en todos los sitios.
Hace tres semanas murió un joven joven de una puñalada tras haber entrado en un bar de clientela suramericana; tres ecuatorianos y dos colombianos fueron detenidos.
El colectivo joven –mayoritario, con el 40% de los extranjeros del municipio– lamenta que apenas se habló de esa fin. «
Si la víctima hubiese sido un catalán, aún estarían todos indignados», dicen.ç
Indignación y encanto
Rosa, la dels bolets, una popular vendedora del mercado, tras*pira indignación por todos sus poros. Rosa es «muy de Vic». Y muy radical, con una opinión que halla bastantes ecos. «Tengo tres vecinos neցros en la escalera que son un encanto, pero...» El pero es la vecina polaca que se casó con un vendedor de cupones y ahora vive en Polonia, cobrando alguna pensión, sigue Rosa. El pero son los pagapensiones que «nos quitan el trabajo», sube el tono Rosa. El pero, agrega aún, es el miedo a «cruzar de noche el barrio del Remei», la zona neurálgica de la inmi gración. Para colmo de esta vendedora, los foráneos no compran setas; a menos que sean turistas. Nada nuevo.
Pero compran muchas otras cosas, subraya Mohamed Dali: «Pescado, verduras; más que los lugare-ños. Todos nos necesitamos mutuamente». Tan solo falta que también se entiendan