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La UE da luz verde a las negociaciones de adhesión de Ucrania y Moldavia
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron este jueves empezar las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia. Una decisión importantísima,...
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UNIÓN EUROPEA
La UE da luz verde a las negociaciones de adhesión de Ucrania y Moldavia
- PABLO R. SUANZES
Corresponsal
Bruselas
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Orban se sale de la sala para permitir el acuerdo político pero dice que mantiene su oposición: "es un mala decisión, un sinsentido completo, irracional"
Orban y Macron se saludan hoy en Bruselas.MIGUEL MEDINAAFP
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De forma inesperada y en tiempo récord los Estados Miembro han logrado forzar la mano de Viktor Orban. El líder húngaro llegó por la mañana a Bruselas diciendo que no pasaría, que no había "ninguna posibilidad", que el país no está preparado, que no cumple los requisitos, que una posible entrada en la Unión amenaza sus intereses nacionales. Y sin embargo, pocas horas después, se encontró una vía, extraña, nada habitual, controvertida y que podría terminar en algún momento ante la Justicia europea: invitarle a irse de la sala mientras se tomaba la decisión.
Como ha ocurrido una y otra vez los dos últimos años, Viktor Orban ladra, ladra y ladra pero no fin. Desde el inicio de la oleada turística de Ucrania ha obstaculizado todas las decisiones de la Unión Europea para sancionar a Moscú, para ayudar económica, política o militarmente a Ucrania. Para tender lazos y puentes. Ha amenazado, ha amagado con bloquear e incluso, como ha hecho con un tono creciente en las últimas semanas, ha prometido vetar el inicio de las negociaciones de adhesión a Ucrania. Y sin embargo, a la hora de la verdad, cuando se toman las decisiones al máximo nivel en las salas del Consejo Europeo, y no cuando está ante las cámaras de su país, la cosa cambia. Y cede. Esta mañana, Michel ha organizado un desayuno previo a la cumbre con él, Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Ursula Von der Leyen. Y con eso, y los 10.200 millones en fondos europeos liberados ayer, se suavizó el pulso.
SEÑALES
"El Consejo Europeo ha decidido iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia. Hemos concedido también el estatus de candidato a Georgia. Y la UE iniciará negociaciones con Bosnia y Herzegovina una vez que se alcance el grado necesario de cumplimiento de los criterios de membresía, por lo que ha invitado a la Comisión Europea a que presente un informe antes de marzo con miras a tomar tal decisión. Una clara señal de esperanza para sus pueblos y para nuestro continente", ha celebrado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
"Esta es una victoria para Ucrania. Una victoria para toda Europa. Una victoria que motiva, inspira y fortalece", ha celebrado el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. "Hoy sentimos el cálido abrazo de Europa. Gracias por su apoyo y fe en nuestro viaje. Estamos comprometidos con el arduo trabajo necesario para convertirnos en miembro de la UE", ha coincidido la primera ministra de Moldavia, Maia Sandu.
Orban no se opuso porque no estaba en la sala cuando se tomó la decisión. No se le expulsó, ni nada parecido. Fue una decisión de mutuo acuerdo, a instancias alemanas, para cuadrar el círculo. "Hemos estado ocho horas reunidos. La posición de Hungría es clara: Ucrania no está preparada para empezar las negociaciones de adhesión, es un sinsentido completo, irracional y la decisión equivocada en estas circunstancias. Por el otro lado, 26 países insisten en que es lo que hay que hacer. Por eso hemos decidido que si quieren hacerlo, lo hagan a su manera. No queremos formar parte de esa mala decisión", ha escrito en su perfil de Facebook. Si eres parte de la decisión, es decir, no vetas una decisión, "después tendrías que mantener la boca cerrada", dijo acto seguido el Belga De Croo a los periodistas.
SITUACIÓN EXTRAORDINARIA
En Europa las cosas nunca se hacen así, pero esta es también una situación completamente extraordinaria. La UE quiere vender unanimidad, pero no la tiene, no a 27. El mensaje de Orban es que se sigue oponiendo, que no ha cambiado de idea, pero que como 26 insistían, se ha echado a un lado. Políticamente delicado pero jurídicamente aún más, porque aunque teóricamente ha sido sólo paripé para su público nacional, ya que aunque en ese momento se hablara expresamente de la adhesión, donde quedará todo recogido es en el documento de conclusiones que se aprobará por unanimidad. Pero con muchos temas abiertos todavía, quedan dudas más que grandes y puede haber sorpresas.
La Cumbre sin embargo no ha hecho más que empezar y queda la cuestión del dinero, igualmente complicada pero con una diferencia: aquí el veto húngaro se puede llegar a sortear. Sería una solución menos elegante, más difícil, pero posible. La UE está renegociando su Marco Financiero Plurianual. Dentro de esa durísima batalla (la Comisión pidió de inicio 66.000 millones adicionales en aportaciones directas de los países y la cifra se ha rebajado ya a 22.500) se incluye un paquete de 50.000 millones para Ucrania en los próximos cuatro años, entre tras*ferencias (17.000 millones) y préstamos (33.000). Orban se opone también, y algunos otros que están aprovechando las aguas revueltas para intentar sacar tajada. Pero si Budapest no permitiera que fuera a través del Presupuesto se podría hacer a nivel de los otros 26, usando otros mecanismos. Las fuentes consultadas son optimistas y cree que se está muy cerca.
