El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
El primer ministro, Viktor Orbán, ha denunciado en Estrasburgo que la inmi gración y las amenazas a la seguridad están empujando al espacio Schengen hacia la «desintegración»: «La crisis migratoria, que se ha intensificado desde 2015, unida a graves riesgos de seguridad, ponen ahora en peligro la existencia del espacio Schengen».
En su discurso, ha reiterado que es esencial proteger las fronteras exteriores de la UE —«Europa lleva años bajo presión migratoria, especialmente en sus fronteras exteriores, y la Unión debe defenderlas», ha dicho— y ha criticado el sistema de asilo de la UE, que «no funciona»: «La inmi gración ilegal masiva ha aumentado el antisemitismo y la violencia contra las mujeres en Europa». Y ha abogado por la inclusión de Bulgaria y Rumanía en el espacio Schengen antes de finales de año.
Su intervención ha girado sobre las prioridades de la presidencia rotatoria de Hungría del Consejo de la UE. «La Presidencia actuará como un mediador honesto y buscará una colaboración constructiva con todos los Estados miembros e instituciones», ha manifestado. «En 2011 nos enfrentamos a las consecuencias de la crisis financiera, la Primavera Árabe e incluso el desastre de Fukushima… pero la situación hoy es mucho más grave, tal vez más que nunca en la historia de la Unión», ha advertido.
Orbán ha reiterado que el crecimiento económico de la UE «ha ido constantemente a la zaga del crecimiento de Estados Unidos y China durante las dos últimas décadas»: «Nuestra productividad crece más lentamente que la de nuestros competidores y nuestra cuota del comercio mundial se está reduciendo».
También ha recordado que las empresas europeas se enfrentan a costes energéticos significativamente más altos en comparación con los de Estados Unidos y ha expresado su preocupación por el Pacto Verde Europeo, apoyado por populares y socialistas, afirmando que la desindustrialización ha provocado pérdidas de empleos en toda Europa.
En su discurso, ha reiterado que es esencial proteger las fronteras exteriores de la UE —«Europa lleva años bajo presión migratoria, especialmente en sus fronteras exteriores, y la Unión debe defenderlas», ha dicho— y ha criticado el sistema de asilo de la UE, que «no funciona»: «La inmi gración ilegal masiva ha aumentado el antisemitismo y la violencia contra las mujeres en Europa». Y ha abogado por la inclusión de Bulgaria y Rumanía en el espacio Schengen antes de finales de año.
Su intervención ha girado sobre las prioridades de la presidencia rotatoria de Hungría del Consejo de la UE. «La Presidencia actuará como un mediador honesto y buscará una colaboración constructiva con todos los Estados miembros e instituciones», ha manifestado. «En 2011 nos enfrentamos a las consecuencias de la crisis financiera, la Primavera Árabe e incluso el desastre de Fukushima… pero la situación hoy es mucho más grave, tal vez más que nunca en la historia de la Unión», ha advertido.
Orbán ha reiterado que el crecimiento económico de la UE «ha ido constantemente a la zaga del crecimiento de Estados Unidos y China durante las dos últimas décadas»: «Nuestra productividad crece más lentamente que la de nuestros competidores y nuestra cuota del comercio mundial se está reduciendo».
También ha recordado que las empresas europeas se enfrentan a costes energéticos significativamente más altos en comparación con los de Estados Unidos y ha expresado su preocupación por el Pacto Verde Europeo, apoyado por populares y socialistas, afirmando que la desindustrialización ha provocado pérdidas de empleos en toda Europa.
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