Neo Cohn
Himbersor
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Los oranianos afirman que la ciudad es un proyecto cultural, no racial. Según los argumentos, solo los afrikaners pueden vivir y trabajar allí para preservar la cultura afrikaner.
La realidad, sin embargo, es una ciudad inquietante y completamente blanca, llena de viejas banderas y monumentos del apartheid para los arquitectos de la segregación. Si bien no hay reglas que impidan que las personas negras visiten, los que viven cerca temen que se encuentren con violencia.
Inquiretante dice este perroflauta. Inquietantes son los asesinatos de granjeros por los neցros, macho cabríoazo.
La ciudad se ha enfrentado a numerosos llamados para que se rompa a lo largo de los años, con el destacado autor y defensor Tembeka Ngcukaitobi argumentando que su existencia viola el desmantelamiento exitoso de Sudáfrica de la segregación racial. "Orania", dice, "representa francamente hostilidad a la idea de un país único, unido y no racial".
El neցro quiere parasitar, como es natural.
Después de tres décadas como un remanso tranquilo, Orania está en auge. Su población, actualmente alrededor de 1.700, se ha duplicado en los últimos siete años. El censo más reciente estima un crecimiento de más del 10% al año, superando a las ciudades rurales más comparables y más, proporcionalmente, que las ciudades más grandes de Sudáfrica.
Claro.
Ni un solo ladrillo ha sido colocado por un trabajador neցro. A la inversa de la situación habitual en Sudáfrica, todo el trabajo mal remunerado en Orania, desde guardar los jardines de la ciudad hasta empacar los estantes en sus tiendas de comestibles, es realizado por afrikaners blancos. Es un número creciente de trabajadores pobres, cuyo arrendamiento es a menudo menos seguro y que alquilan o dependen de los subsidios del banco cooperativo de Orania, que están en gran parte detrás de la creciente población de la ciudad.
Con un par!
'Una recusación a Sudáfrica': la ciudad de Orania, solo para blancos, está en auge