dispositivo policial
La 'operación Resaca', en busca de alcohol de garrafón, llega a la provincia de Málaga
Son ya 15.000 las botellas decomisadas, según adelanta hoy SUR y ha confirmado el concejal de Seguridad Julio Andrade
07.02.12 - 16:18 -
JUAN CANO | MÁLAGA
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El alcohol de garrafón es una posibilidad que siempre planea en las noches de marcha de los jóvenes. Pero parece que se ha confirmado que en Málaga es algo más que una sospecha. La Policía Local ha puesto en marcha un dispositivo especial contra el alcohol adulterado bautizado como 'operación Resaca' y que ya ha dado sus primeros frutos, puesto que en solo unos días se han decomisado 15.000 botellas de contrabando. Por este motivo, desde el pasado viernes, agentes de paisano peinan discotecas y bazares en busca de botellas falsificadas, según adelanta hoy SUR en su edición impresa y ha confirmado el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, Julio Andrade.
Hasta el momento, los policías se han pasado por quince tiendas regentados por asiáticos y en trece de ellos han hallado licores –en todos los casos se trata de pocas unidades– que presentaban irregularidades en el etiquetado, en el número de lote o en el precinto fiscal. Asimismo, han inspeccionado una sala de fiestas de la capital, donde se han inmovilizado unas 200 botellas.
El concejal de Seguridad, Julio Andrade, confirmó a este periódico que la campaña se extenderá a todos los locales que hayan sido clientes de las empresas distribuidoras donde se han encontrado partidas sospechosas, por lo que consideró que aún se está en un momento incipiente de la investigación. «Estamos siguiendo la cadena por arriba y por abajo; nuestro principal objetivo es proteger al consumidor», informó el edil, quien aseguró que hay una línea de trabajo con «ramificaciones» que pueden conducir a otros municipios.
En cualquier caso, el balance de la ‘operación Resaca’ ya es sorprendente. En los tres días que lleva en fase de explotación, se han hallado más de 15.000 botellas de ron, ginebra, whisky y otra clase de licores con distintas anomalías. Las últimas 3.000 fueron localizadas ayer por la mañana en las naves de dos empresas distribuidoras malagueñas.
Las pesquisas se mueven en dos niveles diferentes. «Al principio detectamos irregularidades administrativas, pero ahora hemos empezado a encontrar botellas que, según todos los indicios, corresponden a falsificaciones de marcas comerciales», explicó Andrade.
Precinto despegado
De las 15.000 unidades inmovilizadas, 7.000 están en el primer nivel. Básicamente, presentan dos tipos de anomalías. Por un lado, el precinto del impuesto especial, que se retira al abrirla, no estaba colocado correctamente. Los agentes ya han podido cotejar algunas de ellas y han comprobado que pertenecen a otra clase de licores o de marcas diferentes.
Por otro, los policías se dieron cuenta de que tenían una etiqueta puesta sobre el número de lote. Al quitarla, observaron que estos dígitos habían sido borrados o raspados, lo que impide saber su fecha de caducidad o su trazabilidad. Al eliminar este registro, no se puede saber dónde se ha fabricado y quién lo ha distribuido a nivel nacional.
Para la Policía Local, estos indicios sugieren que puede tratarse de alcohol de contrabando, también conocido como paralelo, que al no pagar impuestos se vende a un precio inferior al de la marca. De ahí que en la operación se haya integrado también a funcionarios de la Agencia Tributaria (AEAT), que participaron en la inspección de las naves.
Las otras 8.000 botellas representan el segundo nivel de la investigación. Los agentes se han percatado de que las etiquetas de estas unidades aparentemente son falsificadas. De hecho, un perito enviado por una marca se ha desplazado a Málaga para comprobar in situ las partidas intervenidas y ha ratificado que el etiquetado no se corresponde con el original de la firma. Según las fuentes consultadas, este hallazgo abre la puerta a una nueva hipótesis: se trataría de alcohol de garrafón, importado o no, que se comercializa con una apariencia de legalidad.
Para comprobar este extremo, se han recogido muestras de todas las botellas inmovilizadas. Julio Andrade precisó que están siendo analizadas en los laboratorios del consistorio para descubrir si es alcohol adulterado o de distribución paralela.
El concejal de Seguridad pidió la colaboración de los establecimientos y las distribuidoras porque, añadió, «ellos también pueden ser víctimas y haber sido engañados». El presidente de la Asociación de Bares y Establecimientos Musicales (Abemus), Jaime Durán, indicó que, aunque no tiene constancia de la operación, está a disposición de los agentes. «Que la policía llegue hasta donde tenga que llegar», sentenció.
