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Madmaxista
Los conejos tienen propiedades únicas como alimento y para el comercio, por distintas razones:
producen una carne muy nutritiva, con poca grasa y poco colesterol, abundante en proteínas
y con algunas vitaminas y minerales;
como son herbívoros, no compiten con las personas por los alimentos y se adaptan con
facilidad a distintos medios;
los costos de inversión y mano de obra son pocos y los miembros más vulnerables de las
familias pueden ocuparse de cuidarlos;
es fácil tras*portarlos y comercializarlos como alimentos, por su piel o pelo;
son muy productivos, tienen periodos de gestación y lactancia breves (dan hasta 40 crías al
año, en comparación con 0.8 del ganado vacuno y 1.4 del ovino).
Antiguos prejuicio contra el consumo de carne de conejo
Pero el libro señala que la difusión de la cunicultura se topa con muchos obstáculos. Destaca la
necesidad de impartir capacitación en técnicas de cunicultura, así como para el control de las
enfermedades de la especie. Quizá la limitación más grande, sin embargo, para la difusión de esta
actividad sean los viejos prejuicios contra la carne de conejo. Un estudio de la FAO realizado en 64
países en desarrollo reveló que el 30 por ciento de las personas entrevistadas consideraban que
motivos sociales, religiosos o de otros tipos desalentarían la cunicultura.
"Es mucho más fácil fomentar el consumo de carne de conejo donde la población ya está habituada
a ingerir distintos tipos de carnes, como la que se obtiene de la cacería", se explica en el libro. "Esto
se aplicaría en general en el África subsahariana. Los pueblos que tienen dietas monótonas
4
aceptarán con mayor dificultad este nuevo producto. Sin embargo, el ejemplo de México, con su
dieta tradicional de maíz y porotos, muestra que una campaña bien organizada puede dar buenos
resultados para fomentar cambios necesarios en los hábitos alimentarios".
La FAO ha apoyado y llevado a cabo, con los gobiernos y las ONG, proyectos de cunicultura en
distintas partes del mundo, como Egipto, Ghana, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Haití, México,
Rwanda, Santo Tomé y Príncipe y la República del Congo.
Europa es centro mundial de la producción de conejos
Sin embargo, algunas personas consideran la carne de conejo una especialidad. Europa es el centro
mundial de producción de conejos, ahí es mayor la demanda y abarca el 75 por ciento de la
producción mundial. En 1990, la producción mundial fue de 1.5 millones de toneladas. Italia fue el
primer país productor de carne de conejo, con 300 mil toneladas anuales, le siguió en segundo lugar
la Confederación de Estados Independientes, con unas 250 mil toneladas, y Francia con 150 mil
toneladas.
Si se consigue superar las limitaciones culturales y de otros tipos, el conejo podría ser una
importante solución de bajo costo a los problemas del hambre, la desnutrición y la pobreza rural.
Los demás no los tienen
producen una carne muy nutritiva, con poca grasa y poco colesterol, abundante en proteínas
y con algunas vitaminas y minerales;
como son herbívoros, no compiten con las personas por los alimentos y se adaptan con
facilidad a distintos medios;
los costos de inversión y mano de obra son pocos y los miembros más vulnerables de las
familias pueden ocuparse de cuidarlos;
es fácil tras*portarlos y comercializarlos como alimentos, por su piel o pelo;
son muy productivos, tienen periodos de gestación y lactancia breves (dan hasta 40 crías al
año, en comparación con 0.8 del ganado vacuno y 1.4 del ovino).
Antiguos prejuicio contra el consumo de carne de conejo
Pero el libro señala que la difusión de la cunicultura se topa con muchos obstáculos. Destaca la
necesidad de impartir capacitación en técnicas de cunicultura, así como para el control de las
enfermedades de la especie. Quizá la limitación más grande, sin embargo, para la difusión de esta
actividad sean los viejos prejuicios contra la carne de conejo. Un estudio de la FAO realizado en 64
países en desarrollo reveló que el 30 por ciento de las personas entrevistadas consideraban que
motivos sociales, religiosos o de otros tipos desalentarían la cunicultura.
"Es mucho más fácil fomentar el consumo de carne de conejo donde la población ya está habituada
a ingerir distintos tipos de carnes, como la que se obtiene de la cacería", se explica en el libro. "Esto
se aplicaría en general en el África subsahariana. Los pueblos que tienen dietas monótonas
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aceptarán con mayor dificultad este nuevo producto. Sin embargo, el ejemplo de México, con su
dieta tradicional de maíz y porotos, muestra que una campaña bien organizada puede dar buenos
resultados para fomentar cambios necesarios en los hábitos alimentarios".
La FAO ha apoyado y llevado a cabo, con los gobiernos y las ONG, proyectos de cunicultura en
distintas partes del mundo, como Egipto, Ghana, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Haití, México,
Rwanda, Santo Tomé y Príncipe y la República del Congo.
Europa es centro mundial de la producción de conejos
Sin embargo, algunas personas consideran la carne de conejo una especialidad. Europa es el centro
mundial de producción de conejos, ahí es mayor la demanda y abarca el 75 por ciento de la
producción mundial. En 1990, la producción mundial fue de 1.5 millones de toneladas. Italia fue el
primer país productor de carne de conejo, con 300 mil toneladas anuales, le siguió en segundo lugar
la Confederación de Estados Independientes, con unas 250 mil toneladas, y Francia con 150 mil
toneladas.
Si se consigue superar las limitaciones culturales y de otros tipos, el conejo podría ser una
importante solución de bajo costo a los problemas del hambre, la desnutrición y la pobreza rural.
Los demás no los tienen