El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ha lanzado un alegato contra la inmigación masiva y ha anunciado la puesta en marcha de la legislación migratoria más dura de la Unión Europea (UE). Kristersson, del Partido Moderado, encabeza el gobierno conservador que en septiembre de 2022 hundió a los socialdemócratas gracias al resultado histórico de la formación ultraderechista Demócratas de Suecia.
En una entrevista reciente, Kristersson ha defendido “la libertad y la igualdad” como “valores fundamentales de nuestra sociedad”. Pero ha advertido que “para algunos puede resultar difícil” asumir y compartir estos valores. “Dejadme que sea claro”, ha dicho, “la inmi gración masiva y la mala integración simplemente no funcionan. Por lo tanto, ahora estamos cambiando la política migratoria sueca a la más estricta de la UE”.
Para el primer ministro sueco, “un no al asilo quiere decir que no, y después te tienes que marchar del país. Tendría que ser evidente pero no lo es. Igualmente importante es que un sí tendría que significar que realmente entras a formar parte de la sociedad sueca”. El gobierno sueco prepara un paquete de medidas para frenar la inmigación descontrolada, como la restricción de las ayudas sociales y la devolución de los ilegales.
El otro foco de preocupación es el debate sobre la integración de los pagapensiones. Hubo un momento en el que este país lideró la política de brazos abiertos a los refugiados y solicitantes de asilo. Ahora, la principal preocupación de los suecos es el aumento de la violencia de bandas extranjeras. Suecia toma así la delantera de un endurecimiento de las leyes migratorias, en una oleada que se va extendiendo por el norte de Europa y que poco a poco va ganando terreno en el resto del continente.
En una entrevista reciente, Kristersson ha defendido “la libertad y la igualdad” como “valores fundamentales de nuestra sociedad”. Pero ha advertido que “para algunos puede resultar difícil” asumir y compartir estos valores. “Dejadme que sea claro”, ha dicho, “la inmi gración masiva y la mala integración simplemente no funcionan. Por lo tanto, ahora estamos cambiando la política migratoria sueca a la más estricta de la UE”.
Para el primer ministro sueco, “un no al asilo quiere decir que no, y después te tienes que marchar del país. Tendría que ser evidente pero no lo es. Igualmente importante es que un sí tendría que significar que realmente entras a formar parte de la sociedad sueca”. El gobierno sueco prepara un paquete de medidas para frenar la inmigación descontrolada, como la restricción de las ayudas sociales y la devolución de los ilegales.
El otro foco de preocupación es el debate sobre la integración de los pagapensiones. Hubo un momento en el que este país lideró la política de brazos abiertos a los refugiados y solicitantes de asilo. Ahora, la principal preocupación de los suecos es el aumento de la violencia de bandas extranjeras. Suecia toma así la delantera de un endurecimiento de las leyes migratorias, en una oleada que se va extendiendo por el norte de Europa y que poco a poco va ganando terreno en el resto del continente.
Mano dura contra la inmigración en Suecia
El desafío migratorio se ha convertido definitivamente en una prioridad para los gobiernos del norte de Europa. Tras la senda iniciada por el primer ministro británico Rishi...
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