MAESE PELMA
por el ojo ciego una buena platano
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Polonia acoge a una familia holandesa a la que el gobierno quería quitarle los hijos a los padres
Una familia holandesa se ha visto obligada a huir de su país y posteriormente de Bélgica debido al intento del gobierno por separar a los hijos de los padres.
Una familia holandesa se ha visto obligada a huir de su país y posteriormente de Bélgica debido al intento del gobierno por separar a los hijos de los padres.
En una rueda de prensa en la sede en el Ministerio de Justicia de Polonia, el reconocido médico holandés, Leonard Hermans, y sus hijos agradecieron al gobierno polaco que les hayan prestado asilo ante la persecución que padecen.
«Polonia es un país favorable a la familia y sus autoridades no interfieren en la vida de familias normales y felices», afirmó Leonard Hermans. «El señor Hermans y sus hijos son la mejor prueba de que Polonia es un país de libertad, donde el bienestar y la seguridad de las familias son lo primero», afirmó Michał Wójcik, miembro del Consejo de Ministros que estuvo presente en la rueda de prensa.
Un tribunal polaco ha revocado la orden de detención europea emitida contra Leonard Hermans por las autoridades belgas. A diferencia de los funcionarios de los Países Bajos y Bélgica, en Polonia no hubo indicios de que fuera necesario entregar a los niños a las autoridades holandesas y arrestar a su padre. Las pruebas presentadas por la parte belga, que debían atestiguar la situación supuestamente «inquietante» de los niños, resultaron inverosímiles. De este modo, el padre y sus cuatro hijos pueden quedarse en Polonia.
«Este escandaloso caso es una prueba más de la política profamilia del gobierno polaco, incluido el Ministerio de Justicia, que protege a los ciudadanos y se ocupa de las familias, interviniendo cuando es necesario. Los servicios polacos no se llevan a los niños basándose en informes anónimos y no separan a las familias debido a la difícil situación económica» declaró el viceministro de Justicia, Marcin Warchoł.
Por su parte, el padre de la familia, Leonard Hermans, dijo estar muy agradecido al sistema judicial polaco por su ayuda. «Nos quedaremos aquí y seguiremos construyendo nuestras vidas. Debo subrayar que Holanda es un país que a menudo acusa a Polonia de ilegalidad, mientras que él mismo viola sin piedad los derechos de sus ciudadanos y desintegra familias», dijo el padre.
Persecución basada en informes anónimos
La dramática historia de la familia Hermans comenzó en 2019, cuando recibieron una carta de la organización holandesa ‘Veilig Thuis’. Según un informe anónimo, los niños de Hermans supuestamente fueron abandonados por sus padres. Los padres refutaron estas acusaciones, pero no se les dio acceso a los expedientes de sus casos y la maquinaria burocrática de la organización se puso en marcha. Se tomó la decisión de colocar a los niños en una familia de acogida.
Aterrorizados ante la perspectiva de que les quitaran a sus hijos, los Hermans decidieron ir a Alemania y luego a Bélgica. Sin embargo, Veilig Thuis también los alcanzó allí. Cuando recibieron una citación ante el tribunal de familia belga, el desesperado padre decidió escapar con sus hijos a Polonia. La fuga a Polonia dio lugar a un proceso judicial en Bélgica. Los jueces ni siquiera interrogaron al holandés, sino que lo condenaron in absentia a 4 años de prisión por abandonar Bélgica con los niños mientras estaban bajo tutela.
Aumento de casos de familias que huyen a Polonia
Diversas fuentes (periodísticas y del gobierno polaco) han confirmado a InfoVaticana que cada vez son más las familias especialmente de los países del norte de Europa que van a refugiarse en Polonia porque en sus respectivos países las reglas en cuanto a la crianza de los niños son muy estrictas. Especialmente crítica es la situación en Escandinavia como en Suecia o Noruega.
Muchas veces en estos países se les quita a los niños por motivos ideológicos o por la pobreza o basándose en informes anónimos que reciben los funcionarios de estos países y que nunca son verificados. Así si alguien quiere perjudicar a los padres va diciendo que ellos están haciendo daño a sus hijos.
En Polonia lo más importante es mantener a los hijos con sus padres así que antes de quitar a los niños se les ayuda a desarrollar capacidades o subir el nivel económico. Fuentes del gobierno polaco sostienen que el único caso en el que en Polonia se quita los niños a los padres es cuando hay violencia de por medio. «Nuestra política se basa en ayudar a las familias perseguidas en sus países», explican desde Polonia.
Una familia holandesa se ha visto obligada a huir de su país y posteriormente de Bélgica debido al intento del gobierno por separar a los hijos de los padres.
Una familia holandesa se ha visto obligada a huir de su país y posteriormente de Bélgica debido al intento del gobierno por separar a los hijos de los padres.
En una rueda de prensa en la sede en el Ministerio de Justicia de Polonia, el reconocido médico holandés, Leonard Hermans, y sus hijos agradecieron al gobierno polaco que les hayan prestado asilo ante la persecución que padecen.
«Polonia es un país favorable a la familia y sus autoridades no interfieren en la vida de familias normales y felices», afirmó Leonard Hermans. «El señor Hermans y sus hijos son la mejor prueba de que Polonia es un país de libertad, donde el bienestar y la seguridad de las familias son lo primero», afirmó Michał Wójcik, miembro del Consejo de Ministros que estuvo presente en la rueda de prensa.
Un tribunal polaco ha revocado la orden de detención europea emitida contra Leonard Hermans por las autoridades belgas. A diferencia de los funcionarios de los Países Bajos y Bélgica, en Polonia no hubo indicios de que fuera necesario entregar a los niños a las autoridades holandesas y arrestar a su padre. Las pruebas presentadas por la parte belga, que debían atestiguar la situación supuestamente «inquietante» de los niños, resultaron inverosímiles. De este modo, el padre y sus cuatro hijos pueden quedarse en Polonia.
«Este escandaloso caso es una prueba más de la política profamilia del gobierno polaco, incluido el Ministerio de Justicia, que protege a los ciudadanos y se ocupa de las familias, interviniendo cuando es necesario. Los servicios polacos no se llevan a los niños basándose en informes anónimos y no separan a las familias debido a la difícil situación económica» declaró el viceministro de Justicia, Marcin Warchoł.
Por su parte, el padre de la familia, Leonard Hermans, dijo estar muy agradecido al sistema judicial polaco por su ayuda. «Nos quedaremos aquí y seguiremos construyendo nuestras vidas. Debo subrayar que Holanda es un país que a menudo acusa a Polonia de ilegalidad, mientras que él mismo viola sin piedad los derechos de sus ciudadanos y desintegra familias», dijo el padre.
Persecución basada en informes anónimos
La dramática historia de la familia Hermans comenzó en 2019, cuando recibieron una carta de la organización holandesa ‘Veilig Thuis’. Según un informe anónimo, los niños de Hermans supuestamente fueron abandonados por sus padres. Los padres refutaron estas acusaciones, pero no se les dio acceso a los expedientes de sus casos y la maquinaria burocrática de la organización se puso en marcha. Se tomó la decisión de colocar a los niños en una familia de acogida.
Aterrorizados ante la perspectiva de que les quitaran a sus hijos, los Hermans decidieron ir a Alemania y luego a Bélgica. Sin embargo, Veilig Thuis también los alcanzó allí. Cuando recibieron una citación ante el tribunal de familia belga, el desesperado padre decidió escapar con sus hijos a Polonia. La fuga a Polonia dio lugar a un proceso judicial en Bélgica. Los jueces ni siquiera interrogaron al holandés, sino que lo condenaron in absentia a 4 años de prisión por abandonar Bélgica con los niños mientras estaban bajo tutela.
Aumento de casos de familias que huyen a Polonia
Diversas fuentes (periodísticas y del gobierno polaco) han confirmado a InfoVaticana que cada vez son más las familias especialmente de los países del norte de Europa que van a refugiarse en Polonia porque en sus respectivos países las reglas en cuanto a la crianza de los niños son muy estrictas. Especialmente crítica es la situación en Escandinavia como en Suecia o Noruega.
Muchas veces en estos países se les quita a los niños por motivos ideológicos o por la pobreza o basándose en informes anónimos que reciben los funcionarios de estos países y que nunca son verificados. Así si alguien quiere perjudicar a los padres va diciendo que ellos están haciendo daño a sus hijos.
En Polonia lo más importante es mantener a los hijos con sus padres así que antes de quitar a los niños se les ayuda a desarrollar capacidades o subir el nivel económico. Fuentes del gobierno polaco sostienen que el único caso en el que en Polonia se quita los niños a los padres es cuando hay violencia de por medio. «Nuestra política se basa en ayudar a las familias perseguidas en sus países», explican desde Polonia.
