Mr. Pwnage
El último tapayogurista
Multitud de infraestructuras, algunas faraónicas, otras necesarias, llevan años paradas o sin arrancar en Andalucía.
Las más sonadas de Fomento son:
Y las apuestas fallidas de la Junta de Andalucía:
Las más sonadas de Fomento son:
- AVE a Granada. Rescindida por sobrecostes. Granada lleva casi dos años sin trenes con Madrid, pese a que perfectamente podrían volver a poner los TALGOs por Despeñaperros. La opción de Fomento sigue siendo bus y AVE, pese a ser mucho más caro para el usuario.
- SE-40. Necesaria para absorber el tráfico interurbano de Sevilla, pero el proyecto era carísimo y lleno de despilfarros como túneles bajo el Guadalquivir en plena llanura.
- Corredor Mediterráneo. Parado y con sus túneles célebremente tapiados.
- Autopista Madrid-Córdoba. Frenada por las autoridades medioambientales.
- Circuito ferroviario de pruebas en Antequera. Descartado.
Y las apuestas fallidas de la Junta de Andalucía:
- LAV Sevilla-Antequera. Terminadas las obras del tramo más fácil, la Junta renunció a finalizarlo y lo traspasó a Fomento, que no lo utiliza. El proyecto, con un acceso en túnel al aeropuerto de Sevilla, tendrá que esperar.
- Corredor de la Costa del Sol. Fue aprobado un proyecto, al que una vez en crisis no se dedicaría ni un euro para su ejecución. Todo el trayecto sería soterrado. La Junta también renunció, y Fomento ha llegado a la misma conclusión: si se construye, será bajo tierra, pues no hay sitio en superficie.
- Tranvía de Jaén. Sin uso, pese a estar terminado, debido a que su funcionamiento sería ruinoso.
- Cercanías de Córdoba. Otra eterna promesa, que no puede salir adelante sin la autorización del ministerio.
El colapso de infraestructuras en Andalucía supera los 5.000 millones
Las restricciones presupuestarias sufridas por Fomento y el Gobierno andaluz desde el arranque de la crisis han sumido a Andalucía en un fuerte bloqueo en el desarrollo de infraestructuras. La crisis bloqueó autovías, un AVE autonómico y varias obras de Fomento.
Las restricciones presupuestarias sufridas por Fomento y el Gobierno andaluz desde el arranque de la crisis han sumido a Andalucía en un fuerte bloqueo en el desarrollo de infraestructuras. Los proyectos congelados y descartados superan los 5.000 millones y afectan principalmente al tren de alta velocidad y carreteras.
Fue destinataria de grandes planes de inversión pública y a través de mecanismos de colaboración público-privada hasta bien entrada la crisis, pero Andalucía fue perdiendo expectativas de desarrollo de nuevas infraestructuras conforme empeoraba la economía y ha terminado con grandes proyectos en el olvido o aparcados sine díe por más de 5.000 millones de euros.
Las obras fallidas se reparten, prácticamente a partes iguales, entre el Ministerio de Fomento y la Junta de Andalucía. La última señal de alarma ha sido la petición de la rescisión de un contrato del AVE por parte de filiales de ACS. Estas han comprobado que no es posible el avance en el modificado de la obra a su paso por la localidad granadina de Loja por más de un 10% del presupuesto de la misma. El tramo afectado, entre Bobadilla y Granada, tiene la provincia desconectada de la red ferroviaria desde hace más de 500 días.
Fuentes conocedoras del proyecto calculan que de los 1.650 millones en que se había presupuestado enlazar por AVE Antequera (Málaga) y Granada, una vez rebajada la factura suprimiendo la variante de Loja y el soterramiento en la llegada a la capital, apenas se han ejecutado 800 millones.
Otra de las actuaciones estrella de Fomento en la comunidad andaluza, el de la ronda sevillana SE40, cumplió el pasa*do mes de julio cuatro años de parálisis en el tramo de los túneles de los Atlantes, con obras por 500 millones. Estas fueron adjudicadas a dos UTE en las que figuran Azvi, Sando y OHL, por un lado, y Copisa, Aldesa y Bruesa, por el otro. La segunda circunvalación de Sevilla, con 77 kilómetros, fue proyectada cuando la socialista Magdalena Álvarez dirigía Fomento. Su presupuesto, 1.450 millones.
Otras actuaciones paradas o al ralentí son el AVE a Almería, incluido en el proyecto del Corredor Mediterráneo, o la lanzadera Sevilla-Huelva, presupuestada en unos 400 millones de euros. También estaba relacionada con el territorio andaluz la primera autopista que fue al concurso de acreedores, la AP-41. Esta debía facilitar el viaje entre Madrid y Sevilla evitando el paso por Despeñaperros, pero informes medioambientales cortaron las aspiraciones de la UTE concesionaria poniendo fin a la autopista en Toledo. Así se dio al traste con la viabilidad económica de una concesión que también vio surgir la competencia de nuevas autovías gratuitas. La malograda carretera estaba presupuestada en 400 millones de euros.
Obra autonómica
La Junta de Andalucía no ha tenido mucha mejor suerte que el Ministerio de Fomento en los proyectos emprendidos en los últimos años. Ha sacado o está sacando adelante a duras penas los tranvías y trenes ligeros proyectados en Sevilla, Granada, Málaga y Cádiz, pero tiene en el saco de las infraestructuras fallidas el tren de alta velocidad Sevilla-Antequera. Todo un símbolo de la pujanza que llegaron a tener las comunidades autónomas en materia de inversión en obra pública.
Presupuestado en 1.300 millones, el Sevilla-Antequera fue el primer y último AVE autonómico. Llegaron a invertirse 280 millones para un total de 77 kilómetros de plataforma. El Gobierno de Susana Díaz ha intentado que Fomento tomara ese tramo como circuito de pruebas para trenes capaces de alcanzar los 500 kilómetros por hora, pero el Gobierno Central prefirió en 2014 mantener su apuesta por el anillo de ensayos ferroviarios de Antequera (Málaga), diseñado sobre 75 kilómetros y, por el momento, descartado al comprobarse inviable.
También sucumbió a la crisis el plan extraordinario de infraestructuras, por 2.600 millones, lanzado por el presidente José Antonio Griñán en 2010. Se buscaba el apoyo del capital privado en una acción que pretendía ser anticíclica. Solo en carreteras estaban proyectadas nueve autovías, de las que dos fueron paralizadas tras su adjudicación, el concurso de la tercera fue anulado durante su licitación, y los seis restantes no llegaron a publicarse.
ACS, Comsa, Ferrovial, Acciona y Meridiam estuvieron entre las adjudicatarias de un plan de autovías que llamó la atención de inversores internacionales y que pretendía poner en servicio 395 kilómetros de calzada.