KUTRONIO
Será en Octubre
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Tras dos temporadas seguidas de sequía, más lo que quede, quizá a los navarros se nos impone una reflexión sobre el progreso en general y sobre el agua en particular. Parecería que la necesidad de disponer de agua es una evidencia, pero para algunos en ciertos momentos, o incluso para algunos en todo momento en el caso de Bildu, es como si la disponibilidad de agua fuera un asunto superfluo. Si por tanto algo de bueno podemos sacar en claro de la actual sequía debería ser un consenso acerca de la necesidad de garantizar el agua a todos los niveles para Navarra y para las comunidades vecinas. ¿Se imagina alguien cuál hubiera sido nuestra situación sin Itoiz? Pues interesa pensarlo, porque si fuera por Bildu no tendríamos Itoiz y hace muchos meses que la situación de Navarra sería dramática.
Es un buen momento este de escasez de agua el que se presente para debatir el definitivo recrecimiento de Yesa y el llenado del pantano. Por lo menos podremos visualizar el riesgo en el suministro al que nos abocan los contrarios al pantano. Irónicamente, cuanto mayor fuera la creencia de alguien en el calentamiento global mayor debería ser su apuesta por los pantanos. De todos los males a los que podemos vernos abocados, la escasez de agua no es el menor de ellos. No hay muchas alternativas a la escasez de agua y sus consecuencias: las restricciones, el abandono de cultivos, la consiguiente escasez y encarecimiento de los alimentos, el desierto. O garantizamos la disponibilidad de agua o Navarra no tiene futuro. El agua es un bien de primera necesidad. Como todo el mundo mal que bien entiende lo necesaria que es el agua, la herramienta para paralizar un pantano sólo puede ser la utilización del miedo, como en Itoiz.
Por supuesto los pantanos también sirven para generar electricidad y para contener y minorar la gravedad de las inundaciones. Porque igual que ahora tenemos sequía en otros momentos tendremos inundaciones. También en ese momento resultarán fundamentales los pantanos para evitar no sólo inundaciones catastróficas sino que toda ese agua se desperdicie. Por el contrario, los pantanos permiten acumular ese agua para momentos futuros de sequía. Tanto cuando hay una gran sequía como cuando hay inundaciones conviene por consiguiente acordarse de Bildu. Ciertamente de Bildu nos acordamos siempre a causa de ETA y es lógico que lo hagamos, pero a veces reprochar a Bildu sólo su posición respecto a ETA induce al olvido sobre el cáncer que Bildu ha sido para Navarra en muchos otros asuntos. Si fuera por Bildu no tendríamos ni pantanos, ni autovías, ni canales. De los 1.000 agresores sensuales beneficiados por la ley del «sólo sí es sí», también es corresponsable Bildu. Si seguimos hablando del recrecimiento del pantano de Yesa o del Canal de Navarra o de las obras del AVE seguramente no es casualidad que los 7 años de parálisis que arrastramos en todas estas infraestructuras coincidan con gobiernos dependientes de Bildu. Menos mal que Itoiz se terminó antes de que Bildu se convirtiera en una fuerza determinante para el gobierno.
Decimos que es un momento crucial para plantearnos el futuro de Navarra porque gracias a la agenda energética de la izquierda tenemos a la Volkswagen en el alero. Gracias a la hostilidad contra el Opus tenemos que la UNAV no para de crecer en Madrid mientras se estanca en Navarra. Gracias al repruebo del gobierno foral hacia las empresas y los empresarios, a una fiscalidad asfixiante y a la inseguridad jurídica y financiera, Navarra ha dejado de ser un lugar atractivo para la inversión y la atracción de nuevas empresas. Con Bildu siendo determinante una vez más no cabe hacerse tampoco muchas ilusiones respecto al AVE o al Canal de Navarra. Ni respecto al recrecimiento de Yesa. Por supuesto estamos también en contra de las magro granjas y de los macro cultivos, claro que eso tampoco será un grave problema careciendo de agua. Poco a poco los sucesivos gobiernos de progreso van sentando las bases para que en Navarra desaparezcan la industria, la agricultura, la ganadería, el comercio y la ganadería. Pese al crecimiento nominal, los fondos europeos, las recaudaciones récord y el endeudamiento temerario, estamos estancados hace años. Vamos a pasar de ciclos de recesión y crecimiento a ciclos de recesión y estancamiento, sin aumento de la riqueza real ni del empleo. No hemos recuperado los niveles de bienestar de 2007 y cada vez nos iremos alejando más de ellos porque estamos sentando las bases de nuestro fracaso futuro. Un fracaso que en buena parte lleva la firma de Bildu. No sólo de Bildu, pero muy principalmente de Bildu.
La buena noticia para Bildu es que cuanto peor le vaya a Navarra mejor para la construcción nacional de Euskal Herria. Los navarros no se van a plantear un cambio de estatus mientras les vaya bien con el estatus actual. No hay mal que por bien no venga si por tanto a Navarra le va mal. Y tenemos un gobierno lleno de especialistas en hacer que las cosas vayan mal.
La energía, el agua, las comunicaciones, la seguridad jurídica o el buen clima empresarial son elementos esenciales sin los que no se puede prosperar. El PSN ha guardado en un cajón todos los asuntos que podían ser un motivo de fricción con sus socios, incluyendo el AVE, el Canal de Navarra o el recrecimiento de Yesa. Esto no va a cambiar si se mantiene la misma mayoría de gobierno. Acumulamos ya unos cuantos años de gobiernos dedicados a la demolición de los pilares del futuro desarrollo económico de Navarra. Nunca es demasiado pronto para rectificar, pero a veces sí puede ser demasiado tarde para hacerlo, y desde luego para hacerlo sin graves consecuencias. La pregunta por tanto es cómo de tarde será dentro de 4 años para cambiar y si el electorado navarro va a desperdiciar una nueva oportunidad. Navarra será lo que los navarros quieran. Pero al margen de la bandera que la mayoría decida clavar en el suelo, el punto es si será una bandera ondeando sobre un triste erial.