castguer
Madmaxista
El orden político actúa en la esfera de la representación: no existe el poder más que “en la escena”. Cualquiera que sea el régimen adoptado, los protagonistas del juego político se presentan como delegados de la sociedad entera. La legitimidad es una cualidad necesaria al poder. El poder tiene la tarea es remitir a la colectividad que encarna una imagen de coherencia y de cohesión. La dramaturgia política toma hoy en día unas formas más familiares pero no por ello disminuye en absoluto la distancia que separa al pueblo de sus gobernantes. Al contrario, tiende a ahondarse el foso entre el universo de los hombres públicos y la vida diaria de los simples ciudadanos.
Resulta evidente que el pueblo ha claudicado, resulta evidente que no quieren saber nada de libertad personal, resulta evidente que delegan todos y cada uno de los momentos de sus vidas a representantes que constantemente buscan legitimarse para seguir poseyendo el poder. Los instrumentos antes descritos en parte, son los instrumentos de trabajo de quienes se dedican a la politica. Si la finalidad de las poblaciones es que le den de comer y no los martiricen mucho, la finalidad del poder politico es controlar el presupuesto que los tranquilos comedores durmientes tienen que aportar para poder seguir siendo flagelados. El grado de flagelo está en función del grado de misericordia del poder politico.
El pueblo no deja de ser un criminal inconsciente e ingenuo y la victima de su propia acción de votar. Esto quiere decir que los poderes poíticos han hecho bien su trabajo, los han llevado a que voluntariamente anden un camino y depositen el voto legitimador. Los votante saben que las promesas se cumplirán o no, ellos se posicionan por debajo del poder politico, están acostumbrados a esa posición. saben que les mienten y les da igual y se quejan sin gritos porque es lo unico que les está permitido, la justicia no existe y de existir es muy muy cara. El poder politico tras las elecciones y gane quien gane ha triunfado, los fieles han votado; ahora su casta y las camarillas que los idolatran pueden respirar tranquilos, de nuevo el regimen se legitima, son felices. Ellos querían autoridad y la tienen; ahora tienen ante quien quejarse, de la policía, del ejército, de la justicia, de las administraciones, de las leyes, de los ministros, del gobierno, de los financieros, de los especuladores, de los funcionarios, de los patrones, de los sacerdotes, de los propietarios, de los salarios, del paro, del parlamento, de los impuestos, de los aduaneros, de los rentistas, del precio de los víveres, de los arriendos y los alquileres, de las largas jornadas en el taller y en la fábrica, de la magra pitanza, de las privaciones sin número y de la masa infinita de iniquidades sociales. En fin, se quejan pero siguen manteniendo el sistema. Son un peligro para todos los hombres que son y para los que quieren ser libres. El pueblo es un perfecto tirano , que legaliza con los voto al poder politico y extiende, imponiendo su poca falta de cultura a todos los demás. La miseria los devora.
Enlace: Demos
Resulta evidente que el pueblo ha claudicado, resulta evidente que no quieren saber nada de libertad personal, resulta evidente que delegan todos y cada uno de los momentos de sus vidas a representantes que constantemente buscan legitimarse para seguir poseyendo el poder. Los instrumentos antes descritos en parte, son los instrumentos de trabajo de quienes se dedican a la politica. Si la finalidad de las poblaciones es que le den de comer y no los martiricen mucho, la finalidad del poder politico es controlar el presupuesto que los tranquilos comedores durmientes tienen que aportar para poder seguir siendo flagelados. El grado de flagelo está en función del grado de misericordia del poder politico.
El pueblo no deja de ser un criminal inconsciente e ingenuo y la victima de su propia acción de votar. Esto quiere decir que los poderes poíticos han hecho bien su trabajo, los han llevado a que voluntariamente anden un camino y depositen el voto legitimador. Los votante saben que las promesas se cumplirán o no, ellos se posicionan por debajo del poder politico, están acostumbrados a esa posición. saben que les mienten y les da igual y se quejan sin gritos porque es lo unico que les está permitido, la justicia no existe y de existir es muy muy cara. El poder politico tras las elecciones y gane quien gane ha triunfado, los fieles han votado; ahora su casta y las camarillas que los idolatran pueden respirar tranquilos, de nuevo el regimen se legitima, son felices. Ellos querían autoridad y la tienen; ahora tienen ante quien quejarse, de la policía, del ejército, de la justicia, de las administraciones, de las leyes, de los ministros, del gobierno, de los financieros, de los especuladores, de los funcionarios, de los patrones, de los sacerdotes, de los propietarios, de los salarios, del paro, del parlamento, de los impuestos, de los aduaneros, de los rentistas, del precio de los víveres, de los arriendos y los alquileres, de las largas jornadas en el taller y en la fábrica, de la magra pitanza, de las privaciones sin número y de la masa infinita de iniquidades sociales. En fin, se quejan pero siguen manteniendo el sistema. Son un peligro para todos los hombres que son y para los que quieren ser libres. El pueblo es un perfecto tirano , que legaliza con los voto al poder politico y extiende, imponiendo su poca falta de cultura a todos los demás. La miseria los devora.
Enlace: Demos
